Los grandes fondos mueven ficha en el BBVA y en el Sabadell ante la recta final de la opa
BlackRock, primer accionista de los dos bancos, sube su posición en ambas entidades


Los grandes inversores mueven ficha según se acerca el desenlace de la opa del BBVA sobre el Sabadell. Tras la decisión del Consejo de Ministros de imponer una condición extra a la transacción —la obligación de mantener de forma independiente el patrimonio, la forma jurídica y la gestión— y la venta de la filial británica del Sabadell, TSB, al Santander, con la que pagará un dividendo de 2.500 millones, los grandes inversores han movido sus cartas, en un escenario en el que se percibe que la opa tiene más complicado su triunfo y el BBVA está obligado a mejorar la oferta.
“En este momento la clave es ver qué hacen ahora los accionistas”, explica una fuente conocedora del panorama financiero. En concreto, son quienes deben apoyar una posible mejora de la oferta por parte del BBVA o mantener la senda alcista en Bolsa del Sabadell, que ha puesto contra las cuerdas al primero. También se pronunciarán el próximo 6 de agosto, en las dos juntas de accionistas que celebrará el Sabadell para aprobar la venta de TSB y el pago del dividendo.
El movimiento de mayor calado ha sido el del primer accionista de ambas entidades, el mayor fondo de inversión del planeta, BlackRock: ha elevado su posición tanto en el Sabadell, donde ha pasado del 6,71% de antes del Consejo de Ministros al 6,76%, como en el BBVA (del 6,8% al 7,15%), de acuerdo a los registros ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En total, supone aportar cerca de 300 millones extra a la operación, entre ambos bancos.
Además, en el caso del Sabadell su segundo mayor accionista, Zurich, también ha aprovechado los últimos movimientos para reforzarse, al subir al 4,27% del capital frente al 4,1% precedente, y el banco de inversión JP Morgan ha aflorado un 1,4%. Dimensional, por su parte, ha aprovechado el alza en Bolsa de las últimas sesiones (suma más del 10% en la última semana) para hacer caja y ha reducido su participación del 3,69% al 3,07%. Fuentes financieras indican que todos ellos son inversores de tipologías muy diferentes y que sobre estos movimientos también incide el incremento del peso del Sabadell en varios índices.
En cuanto a participaciones más pequeñas, que figuran en los registros de la CNMV, Fidelity ha adquirido 12 millones del Sabadell, mientras que el hedge fund Grantham Mayo ha vendido unos cuatro millones. En el BBVA, Fidelity ha comprado unos 20 millones de acciones y Capital Group, unos 46 millones. Por el lado de las ventas, Vanguard se ha desprendido de unos 68 millones de acciones.
La lectura de estos movimientos accionariales es divergente. Por un lado, algunos inversores interpretan la apuesta de BlackRock o Fidelity por el BBVA como una posición por que la opa fracase. Es decir, es presumible pensar que el BBVA suba en Bolsa si la opa pincha, dado que ya no ampliará capital y los actuales accionistas no se verán diluidos. Otras fuentes consultadas apuntan en la dirección contraria, que se trata de una fórmula por apostar por la transacción y posicionarse ya en un futuro BBVA unido al Sabadell.
Con respecto al banco catalán, la clave del mercado es que, si la opa fracasase, cuánto caería en Bolsa. Así, tras la subida experimentada desde la venta de TSB, es razonable que algunos inversores como Dimensional aprovechen para recoger plusvalías. De hecho, actualmente la acción del Sabadell está un 13% por encima de la oferta del BBVA, a razón de una acción de este banco y 0,7 euros por cada 5,3456 títulos de la entidad catalana.
Sin embargo, muchos encuentran argumentos extra para mantenerse en el capital e incluso reforzarse, como BalckRock o Zurich, quien además es el socio del Sabadell en seguros, y el triunfo de la opa supondría la ruptura de su acuerdo. El pago del macrodividendo de 2.500 millones por el Sabadell y la posibilidad de que el BBVA termine por elevar la opa añaden incentivos para mantenerse en el capital.
Una cosa diferente es la posición de los fondos arbitrajistas, especializados en posicionarse en opas para sacar provecho de la operación. Fuentes del mercado indican que al inicio de la operación algunos vehículos de este tipo sí se posicionaron en la divergencia entre la cotización de un banco u otro (con posiciones largas en el BBVA y cortas en el Sabadell, para apostar por que la opa no salga y el primero suba en Bolsa y el segundo baje, o al revés para pronosticar la situación contraria), pero que han salido del capital de ambos bancos. La razón es que —con la intervención política por medio— aún ven mucha incertidumbre en el desenlace de la operación, por lo que aguardan antes de volver a invertir en la opa. Solo se decidirán, indican, cuando haya comenzado el periodo de aceptación y estén claros los términos de la oferta.
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