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La Unión Europea y Mercosur: la recta final de un acuerdo estancado por 25 años

La Comisión Europea está decidida a que se ratifique el tratado de libre comercio con el bloque sudamericano. Sin embargo, Francia, su segunda economía más grande, se opone radicalmente a esta medida por temor a que perjudique a su sector agrícola y ganadero.

Una vista de un dron muestra la palabra "Mercosur" escrita con letreros en una carretera durante las protestas de agricultores franceses contra el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y  Mercosur, cerca de Angulema, Francia, el 18 de noviembre
Una vista de un dron muestra la palabra "Mercosur" escrita con letreros en una carretera durante las protestas de agricultores franceses contra el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Mercosur, cerca de Angulema, Francia, el 18 de noviembreStephane Mahe (REUTERS)
Luis Alberto Peralta

Pocos obstáculos impiden la ratificación del tratado de libre comercio de la Unión Europea y Mercosur. Tras un largo proceso de negociación que inició en el 2000, ambos bloques concluyeron el texto del acuerdo en 2019. No obstante, en 2022 se acordó añadir un anexo para aclarar puntos adicionales, y actualmente los expertos ambas partes continúan con la revisión jurídica del documento. El principal opositor es Francia, que argumenta que la implementación sería un golpe crítico para el sector agrícola y ganadero. No obstante, la Comisión Europea (CE) empuja para concluir el proceso, que según ellos facilitará el comercio con este mercado al eliminar alrededor del 90% de los gravámenes, en un momento en el que se anticipan nuevos aranceles en Estados Unidos.

El ejecutivo comunitario ha asegurado que pretende consolidar las negociaciones con el bloque compuesto por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay antes de fin de año. Tras algunos acercamientos durante la reciente cumbre del G20, la siguiente oportunidad para avanzar será la cumbre del Mercosur (el 5 y 6 de diciembre en Uruguay). No obstante, distintos miembros del Gobierno francés, entre ellos el presidente Emmanuel Macron y unos 600 diputados de todo el espectro político del país, ya se han manifestado en contra de que la UE concluya el acuerdo sin el consentimiento de París.

A pesar de esto, para la el ejecutivo comunitario este objetivo parece no negociable, y cuenta con el respaldo de dos de las más grandes economías europeas para presionar: España y Alemania. De hecho, recientemente el canciller alemán, Olaf Scholz, insistió en que se concluya “de una vez” el acuerdo, algo que podría significar una oportunidad para el golpeado sector industrial germano de acceder a nuevos compradores y a materias primas a un mayor precio.

Las apuestas parecen favorecer a Bruselas. Federico Steinberg, investigador del Real Instituto Elcano, considera que las circunstancias han cambiado estos últimos años. Según el experto, actualmente hay una ventana de oportunidad por la coyuntura geopolítica y la predisposición de los implicados. “La política comercial europea no la puede vetar un país solamente. Se decide por método comunitario. Lo hemos visto hace poco, cuando Alemania estaba en contra de poner aranceles contra los coches eléctricos chinos. Si esto se decide en el Consejo y solo Francia vota en contra el acuerdo, podría salir adelante”, explica Steinberg a CincoDías.

Beneficios

Un portavoz de la Comisión Europea calificó a este tratado es un “hito histórico”, ya que sería el primer acuerdo comercial integral que el bloque sudamericano ha concluido con un socio global, así como el acuerdo más grande firmado por la UE. En esta línea, el pacto crearía un volumen comercial de hasta 50.000 millones de euros entre importaciones y exportaciones “El acuerdo promete una asociación estratégica y económica equilibrada, conectando dos regiones con más de 700 millones de personas. Abrirá nuevas oportunidades para ambas partes, dando a las empresas de la UE una ventaja competitiva en esa región”, afirma el portavoz a CincoDías.

“Calculamos que este acuerdo daría como resultado un aumento del PIB de hasta 15.000 millones de euros en la UE y de hasta 11.400 millones de euros en los países del Mercosur. Traería nuevos empleos de calidad para ambas partes. Abriría muchas oportunidades innovadoras para nuestras empresas. Y alentaría a que más inversiones europeas, en particular sostenibles, fluyeran hacia la región. Ayudaría a integrar las industrias de Brasil en las cadenas de valor altamente innovadoras de la UE”, dijo el vicepresidente ejecutivo de la UE, Valdis Dombrovskis, en un discurso durante su reciente visita a Brasil.

Desde Bruselas, resaltan que este acuerdo fortalecerá la seguridad económica de la de la región en un mundo fragmentado. “En el complejo clima geopolítico actual, asegurar acuerdos comerciales con socios confiables es esencial para la resiliencia y seguridad económicas de la UE. Dichos acuerdos protegen las cadenas de suministro clave, reducen las dependencias y garantizan el acceso a recursos críticos”, expresa el portavoz del ejecutivo comunitario.

La Comisión Europea también considera que la reducción de los elevados aranceles del Mercosur aumentará significativamente la competitividad de las empresas de la UE en los mercados del Mercosur, abriendo nuevas oportunidades en diversos sectores y permitiendo a los exportadores de la UE ahorrar más de 4.000 millones de euros anuales en derechos de aduana. “La racionalización de los procesos facilitará los flujos comerciales para los exportadores de la UE, algo especialmente crucial para las más de 26.000 pequeñas y medianas empresas de la UE que actualmente exportan al Mercosur”, indican el portavoz de Bruselas.

Otro beneficio sería que las compañías de la UE tendrían la capacidad de presentar ofertas en contratos públicos en los países del Mercosur en igualdad de condiciones. Desde la Comisión Europea resaltan que esto es “una novedad para cualquier tercer país, ya que el Mercosur ha restringido anteriormente sus licitaciones públicas a las empresas internas”.

Dicho esto, otra de las prioridades de la UE es asegurar el acceso seguro a materias primas clave y de otros productos para evitar disrupciones en sus industrias: “El fortalecimiento de las cadenas de suministro en el marco del acuerdo mejorará la seguridad económica de la UE, aumentando la resiliencia y salvaguardando las importaciones críticas esenciales para las industrias europeas”.

Rechazo

Los agricultores y ganaderos llevan años manifestándose en contra del acuerdo, y no solo los franceses. En España, por ejemplo, algunos gremios de agricultores se han manifestado en contra del posible impacto que las importaciones de productos sudamericanos podrían tener sobre su actividad económica; y los de países como Polonia y Austria también lo han hecho. El argumento de los posibles afectados es que las nuevas mercancías que llegarán no respetan los estándares europeos y que de esta manera pueden lograr ser más competitivas.

Estos temores, no obstante, se alinean con pronósticos del impacto real que tendrá el ingreso de nuevas mercancías. Un estudio reciente de la Comisión Europea anticipa que se podría ver un aumento de alrededor de 1.800 millones de euros en importaciones desde Mercosur para 2032, con un particular énfasis en los productos agrícolas y cárnicos.

Por ejemplo, el estudio menciona que, para 2032, la UE importaría arroz por el valor de hasta 152 millones de euros desde Mercosur, (lo que será 10% de las importaciones de arroz de la UE), y que las importaciones de azúcar aumentarían en 114 millones de euros. Ambos incrementos lo que contribuirían considerablemente a la balanza comercial negativa de la UE con este bloque. En sectores como las frutas, los aceites vegetales y el alcohol, no obstante, Europa ganará cuota de mercado.

Asimismo, el estudio señala que la implementación de los 10 tratados de libre comercio actualmente negociados por Europa aumentaría las importaciones de carne de vacuno de la hasta 529 millones de euros (un 24% más), siendo Mercosur el principal origen (432 millones de euros). Debido a este incremento, los precios de producción europeos caerían alrededor de un 2,4% y la producción caería alrededor de un 0,9%. Por su parte, las importaciones totales de carne de aves de corral podrían aumentar hasta un 28,3% (alrededor de 260 millones de euros vendrían de Mercosur)

Como respuesta, los manifestantes franceses bloquearon recientemente el acceso al puerto de Burdeos, denunciando una presunta “competencia desleal” por parte de productores extranjeros que se verán beneficiados por el acuerdo con Mercosur. Los sindicatos, que lideran estas protestas, han despertado temor en ciertos sectores de la población. En concreto, se teme que surjan protestas similares a las de inicio de este año, cuando Bruselas tuvo que retroceder en algunas de sus medidas ambientales para satisfacer las demandas de los agricultores.

A pesar de esto, los expertos consultados consideran que tarde o temprano este tratado se tendrá que ratificar, y que los perjudicados probablemente recibirán ayuda desde Bruselas para recuperarse. “Los acuerdos comerciales modifican los precios relativos y crean ganadores y perdedores. En el caso de este acuerdo, hay muchos sectores que van a ganar y la Unión Europea afortunadamente tiene mecanismos de compensación para los que pierdan. Si la política estuviera sujeta a las reacciones de los grupos que pierden, no se avanzaría nunca”, apunta Steinberg.

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