Las autonomías recuperan el gasto en bienestar social tras los recortes de la crisis financiera
El desembolso en sanidad, educación y protección social crece un 7,6% entre 2011 y 2022, según Fedea
Los recortes sociales que acometieron las Administraciones públicas tras la crisis financiera de 2008 ya son cosa del pasado. Las comunidades autónomas lograron recuperar hace dos años el nivel de gasto asociado a las prestaciones y servicios del Estado del bienestar, en esencia los relativos a la sanidad, la educación y la protección social. Entre 2011 y 2022, el gasto real en todas estas partidas aumentó un 7,6% de media en términos reales, recuperándose “con creces” los recortes “iniciados en el primer lustro de la década pasada”, según constata la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) en un informe publicado este martes.
En el documento, titulado El gasto en Sanidad, Educación y Protección Social en las CC AA (2015-2022), el centro de estudios recalca que la administración autonómica ha sido la que mayores ajustes ha realizado en su saldo presupuestario entre los ejercicios 2015 y 2023. Sin embargo, esto no ha impedido que haya crecido notablemente el gasto público relacionado con todos estos servicios. En consecuencia, en 2022 se recuperaron con holgura los recortes iniciados con la Gran Recesión, tanto en el conjunto del país como en la mayor parte de sus regiones. Eso sí, recalca Fedea, todo ello habría sido imposible sin el apoyo de la Administración central y de los recursos extraordinarios aportados durante la pandemia y la consecuente crisis económica.
Tras la fotografía general, no obstante, hay que dar paso a los matices, ya que no todos los territorios tuvieron el mismo desempeño en el periodo analizado. De un lado, destacan los crecimientos de Baleares (un avance del gasto social del 23,7% entre 2011 y 2022), Canarias (19,3%) y País Vasco (15,7%). Del otro, resaltan Castilla y León (-0,4%) y Extremadura (-0,5%), pero sobre todo Asturias y Castilla-La Mancha, con variaciones negativas del 4,5% y del 10%, respectivamente. El centro de estudios recuerda, no obstante, que la manchega fue la comunidad que más había ajustado el gasto entre 2011 y 2014 —reduciéndolo cerca de un 25% en términos reales—, por lo que el ritmo de corrección es más lento.
También afloran diferencias notables, de más de 30 puntos, cuando se analiza el nivel de gasto por habitante ajustado. Es decir, la cantidad de desembolso público que recibe cada ciudadano para beneficiarse de los mismos servicios varía en cada territorio por decisiones políticas, que también dependen del nivel de recursos a disposición. En un índice en el que la base media está en 100, País Vasco y Navarra llegaron a los 125 y 124 puntos, respectivamente, mientras que en la cola se situaron Galicia (92 puntos), Baleares (93) y Madrid, Canarias y Andalucía (las tres con 94 puntos).
El crecimiento del gasto asociado al Estado del bienestar en todo este periodo se sustenta, entre otras palancas, en la mejora salarial de los trabajadores públicos y las nuevas contrataciones. Es decir, todos los aumentos del desembolso público destinados a cubrir estos servicios se han realizado principalmente a través de las partidas de remuneración de asalariados, de consumos intermedios y de transferencias sociales en especie, que de media han contribuido a su incremento un 47%, 22% y 17%, respectivamente. En el sector sanitario, el aumento salarial explicó también un 47% del incremento del gasto, pero en el educativo se disparó hasta el 71%. En protección social, sin embargo, contribuyó solo en un 11%.
Las menores subidas, en educación
Como es lógico, a lo largo de los últimos años todas las comunidades incrementaron su nivel gasto social para lograr corregir las brechas ocasionadas por la respuesta política que se dio a la crisis financiera. En términos reales y a nivel general, Canarias lo subió un 31,2%, seguida por Navarra (25,5%) y Comunidad Valenciana (21,3%). Las más rezagadas fueron Cantabria, Asturias y Extremadura, que se movieron entre el 6,3% y el 1,8%. De media, la tasa de variación total llegó al 14,8% entre 2015 y 2022.
De todas las partidas analizadas, la educativa es la que peor desempeño registró, con un avance medio de solo el 12,6% a lo largo del periodo. En este apartado destacaron a ambos lados del tablero Navarra (26,2%) y Castilla y León (4,4%). En sanidad, el repunte medio fue del 21,2%, con Cantabria a la cola (4,9%) y Canarias en cabeza (29,5%). En protección social destacó Baleares (92,1%) y perdió Asturias (-0,4%), dejando la media autonómica en el 32,5%.
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