Los países del norte engordan su PIB por el cambio climático y los del sur sufren
Un informe de la Universidad de Delaware alerta de que “se están extremando las desigualdades” y el mundo en su conjunto pierde cada año año 2,1 billones al año
Los ricos son cada vez más ricos y los pobres, más pobres. La frase que suele resumir cualquier informe sobre la desigualdad en la sociedad –ya sea local, nacional o global– también se aplica al cambio climático. Al menos, a día de hoy, toda vez que en el futuro nadie podrá sacar réditos si no hay un cambio urgente. De momento, la geografía marca la verdadera diferencia: el norte del planeta se beneficia económicament...
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Los ricos son cada vez más ricos y los pobres, más pobres. La frase que suele resumir cualquier informe sobre la desigualdad en la sociedad –ya sea local, nacional o global– también se aplica al cambio climático. Al menos, a día de hoy, toda vez que en el futuro nadie podrá sacar réditos si no hay un cambio urgente. De momento, la geografía marca la verdadera diferencia: el norte del planeta se beneficia económicamente de la transformación en el medio ambiente mientras el sur se hunde cada vez más. Son las principales conclusiones de un nuevo informe del Climate Change Hub de la Universidad de Delaware (Estados Unidos) denominado Loss and Damage Today: How climate change is impacting output and capital (Pérdidas y daños hoy: cómo el cambio climático está impactando a la producción y el capital).
“El cambio climático está también extremando las actuales desigualdades globales, con varios países de alto poder adquisitivo experimentando en estos momentos ganancias netas, incluyendo un incremento medio de los países europeos de un 4,7% de su Producto Interior Bruto”, concluye el estudio enfrentando esa mejora del Viejo Continente en su conjunto a las pérdidas del 14,1% y del 11,2% que sufren el sudeste asiático o el sur de África. “Estas pérdidas remarcan la carga desproporcionada impuesta por el cambio climático en los países en desarrollo”, puntualiza el informe.
En la semana en que arranca la Conferencia Nacional de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 28) –donde se analizará el alcance de un fondo para solventar los diferentes impactos del calentamiento global–, el artículo de la Universidad estadounidense presenta sus conclusiones después de emplear 58 modelos distintos y arrojando luz sobre las consecuencias ya sufridas más que hablar de suposiciones. En líneas generales, el cambio climático ha ocasionado ya una pérdida del 1,8% en el año 2022, si bien cuando se pondera por población la cifra se eleva hasta el 6,3%. Precisamente, esta diferencia entre ambas cifras recoge realmente la desproporcionalidad de las pérdidas dependiendo del país o la zona. Sea como sea, el mundo pierde hasta 2,1 billones de dólares cada año por culpa de este fenómeno; aproximadamente, el PIB de Canadá (y un 50% más de los 1,4 billones de España). Si se amplía el foco hasta el año 1992, cuando se celebró la Cumbre de Río de Janeiro que marcó un antes y un después en el debate climático, las pérdidas acumuladas serían de 21 billones de dólares (algo así como el PIB anual de Estados Unidos), lo que demuestra de que la situación empeora sin remisión.
Porque es una cuestión de tiempo y lo que hoy es bueno para unos pocos será malo para todos no dentro de mucho. El aumento de temperatura registrado en los últimos decenios determina el resultado presente: Rusia, por ejemplo, ha visto cómo mejora su PIB en un 4,2% debido a unos inviernos más suaves que han impulsado su actividad, según especifica el estudio, mientras que Arabia Saudí se ha dejado un 11,3% de riqueza a causa de las caídas de la productividad laboral y los sobrecostes en infraestructuras.
Situados en un entorno más cercano al efecto neutro resaltan las dos primeras potencias mundiales: Estados Unidos y China. La norteamericana, de hecho, arroja un saldo nulo, entre la resta de las temperaturas cada vez más altas (al sur del país) y los inviernos más suaves (al norte). El gigante asiático ya se resiente y suma recortes equivalentes al 1,8% de su actividad, justo la media mundial.
Un retroceso similar padece de momento España, para la que el informe apunta a un descenso del 2,2% de su PIB. Pese a que se encuentra en el grupo de los países más desarrollados (en la terminología de todas las organizaciones internacionales), es de los pocos estados europeos con balance negativo. Grecia y Portugal son los otros estados de la zona euro en la misma situación e Italia roza por poco el positivo. El flanco sur europeo, por lo tanto, ya tiene problemas en sus economías.
Todo lo contrario del norte. Quitando la anécdota estadística de Islas Feroe (su PIB es un 37,1% mejor), Noruega, Bielorrusia e Islandia se anotan aumentos de más del 15% en su producto interior bruto por la mejoría generalizada de los inviernos en términos de temperatura. Suecia, Alemania, Reino Unido, Austria, Países Bajos... las economías más potentes vuelan con el viento a favor del cambio climático.
“En términos de grandes grupos económicos, los países desarrollados muestran pérdidas mínimas o ganancias debido al cambio climático, mientras que los países menos desarrollados afrontan una pérdida media del 8,3% del PIB. Esto incrementa la actual desigualdad global y urge a estrategias integrales que atajen la carga desproporcionada sufrida por los países en desarrollo”, concluye el estudio de la Universidad de Delaware.
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