Santander mantiene su apuesta por la investigación con una inversión de 32 millones hasta 2025
Universidades, CSIC y la entidad bancaria han defendido la importancia de la colaboración público-privada
“Para Santander, poder trabajar con la Crue y con el CSIC es hiperimportante. Nos motiva mucho”. No ha podido ser más expresivo el consejero delegado de Santander España, Ángel Rivera, al realizar esta afirmación, durante la presentación de las claves de la colaboración de la entidad junto a Universidades Españolas y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, celebrada este martes en la Biblioteca Nacional.
El consejero delegado ha aprovechado su intervención en el acto para anunciar la inversión de 32 millones de euros para los dos próximos años (16 en 2024 y otros 16 en 2025) en programas que promuevan la investigación, siguiendo con la línea de becas que Santander viene manteniendo durante los últimos cinco años, periodo en el que han destinado un total de 80 millones de euros a esta materia.
“Nos gusta que innovéis e investiguéis en cosas prácticas que las empresas podamos traer a la realidad económica y productiva de nuestro país. Solo así podemos prosperar”, ha añadido Rivera, que considera a las universidades como el motor de la sociedad española.
La rectora de la Universidad Jaume I y presidenta de la Crue, Eva Alcón, ha defendido el papel de las universidades que “abarcan el 60% de la investigación que se realiza en España y un 42% de las patentes, a pesar de la falta endémica de fondos para financiar la actividad de I+D”.
Alcón ha incidido en los logros alcanzados por los campus españoles, semejantes a las universidades europeas, a pesar de contar con la mitad de fondos. Por ello, defiende que “el apoyo a la investigación requiere del concurso de todos los actores institucionales, públicos y privados”. “Cuando se confía y se invierte en investigación e innovación, no hay límites para el progreso social”, ha añadido.
En la misma línea se ha pronunciado la presidenta del CSIC, Eloísa del Pino, para quien “todos los agentes del ecosistema científico, las organizaciones públicas de ciencia, las empresas y la sociedad civil, deben unir sus fuerzas”.
Del Pino cree que, “por primera vez en la historia de la humanidad, todos los retos sociales que hay encima de la mesa son también retos científicos”, en alusión a cuestiones como “conseguir avanzar decididamente en la energía verde garantizando una transición justa, abordar con seguridad la digitalización, afrontar los nuevos retos biomédicos, salvaguardar la biodiversidad y construir un sistema alimentario sostenible, eliminar la pobreza, extender y mejorar constantemente las democracias, y seguir profundizando la comprensión de la naturaleza humana y del universo”.
Las iniciativas que se desarrollarán a través de esta colaboración público-privada apoyarán la labor científica e investigadora a través de la convocatoria de premios y reconocimientos, el fomento de las vocaciones científicas mediante programas formativos, el impulso de la empleabilidad y el desarrollo de la carrera de los investigadores mediante contratos pre y postdoctorales, así como el fomento de la movilidad y la obtención de la mención internacional del Doctorado a través de distintas Becas Santander.
El acto de presentación ha finalizado con el testimonio de dos investigadores que han contado con el apoyo de estas becas: Alberto Muñoz, investigador del CSIC que trabaja en el aprovechamiento de las estructuras y sistemas cuánticos, a través de un software que los combine con hardware clásico; y Gabriel García, profesor ayudante de Historia del Derecho en la UAM, que durante la elaboración de su tesis necesitó una beca de desplazamiento a París para consultar documentos fundamentales en su investigación.
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