Las comunidades cerrarán 2023 con un déficit del 0,8%, por encima de lo previsto
Fedea empeora en dos décimas la previsión de déficit público de las regiones que da el Gobierno
El déficit de las comunidades autónomas cerrará este año en el 0,8% del producto interior bruto (PIB), algo por encima de las previsiones recogidas en el Plan Presupuestario enviado por el Gobierno a Bruselas, que lo situaba en el 0,6% del PIB. Esta desviación, prevista ayer por Fedea, se debe a que el gasto de las regiones subirá en mayor medida de lo esperado por el Gobierno central y por la Airef. Pero también porque los ingresos caerán, entre otros motivos por el enfriamiento del mercado inmobiliario y sus consecuencias en impuestos como el ITP o el AJD, que gravan la transmisión de vivienda.
Según los datos dados a conocer por Fedea, que parten de las cifras de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), los ingresos por estos impuestos –que son ajenos al sistema de financiación autonómica– han sido unos de los que más han caído hasta el mes de julio. En concreto, suman algo más de 6.000 millones acumulados, una caída del 13% que se explica principalmente por la reducción de las compraventas y transmisiones de inmuebles en comparación con el ritmo que venía registrando en los últimos años.
También hay descensos en los ingresos que vienen por el impuesto de sucesiones y donaciones (una caída del 7,3%) y por la venta de bienes y servicios (que se moderan un 7,4%). En cambio, mejoran entre otros los impuestos a la producción e importaciones o las transferencias específicas entre administraciones públicas.
El estudio de Fedea, realizado por José Ignacio Conde-Ruiz, Manuel Díaz y Carmen Marín, concluye que de confirmarse esta previsión de déficit del 0,8% del PIB, “se pondría en riesgo la senda de reducción del déficit” anunciada por el Gobierno central para 2023, que descansa en la reducción del agujero fiscal de las comunidades autónomas.
En 2023, por ejemplo, los recursos del sistema de financiación han alcanzado un récord por el aumento de las entregas a cuenta, superiores a los 124.000 millones de euros, y por la elevada cifra de las liquidaciones correspondientes al ejercicio de 2021, de unos 11.000 millones. Comparado con el ejercicio anterior, son unos 26.000 millones más.
Desde Fedea recalcan que, con el más que probable retorno de las reglas fiscales europeas en 2024, la consolidación fiscal del conjunto de las administraciones públicas “no se puede demorar” y debería ser “una de las principales tareas” del próximo Gobierno de España.
Al desglosar los datos por autonomías, la peor parada es la Comunidad Valenciana con un -2,3% del PIB. Seguida de Murcia que también se queda con una previsión que baja hasta el -2,2%. Castilla-La Mancha y Cataluña se posicionan con una proyección de -1,2%, seguidas de Aragón y Extremadura con un -0,9% y La Rioja con un -0,8% que se iguala al -0,8% total de las regiones.
En el lado opuesto se sitúan las 10 comunidades restantes, con la Comunidad de Madrid, Castilla y León y Andalucía, con la proyección más baja, un -0,6%. Por su parte, País Vasco, Galicia, Cantabria y Canarias, se sitúan entre un -0,3% y un -0,2% de déficit.
Las únicas tres cuya proyección es positiva son Baleares y Asturias, con un 0,2% y finalmente Navarra con un 1,2%.
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