Feijóo desgrana un plan económico de rebajas fiscales y ayudas sociales sin opciones de ejecutar
El presidente del PP retoma medidas de su programa del 23-J, replica las adoptadas por las autonomías de su partido y refuerza las partidas para políticas de familia en una investidura donde sigue sin sumar apoyos
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha partido en dos su discurso como candidato a presidir el Gobierno en la primera jornada del debate de investidura. El fondo que lo ha sustentado de arriba abajo ha sido político: las presuntas concesiones, con la amnistía como gran estrella, que Pedro Sánchez podría otorgar a los independentistas catalanes para seguir en la Moncloa. Para la forma, en cambio, ha redactado una intervención de aspirante a jefe del Ejecutivo, programática y con decenas de medidas, muchas de ellas económicas y con un hueco especial para las bajadas de impuestos y la ampliación de las ayudas sociales ya aprobadas por el Gobierno.
El candidato popular ha dedicado la mitad de su intervención a incidir en palabras como amnistía, independentismo, libertad o igualdad y en conceptos como lealtad institucional y respeto a la Constitución y a la Transición. Y con toda esta carga política, la economía ha perdido foco pese a que se expuso un amplio paquete de propuestas, algunas de ellas recogidas en el programa electoral del 23 de julio (como la rebaja del IRPF para rentas menores a 40.000 euros), un amplio bloque replicando las ya adoptadas por las autonomías donde gobierna el PP y un tercer frente de nuevo cuño, donde destaca cierto giro social al anunciar hasta 6.000 millones para políticas de apoyo a las familias.
También ha confirmado su intención de extender a toda España (hay autonomías donde ya se produce) la ausencia de impuestos para los emprendedores en los dos primeros años y ha planteado establecer un calendario para que el Salario Mínimo Interprofesional alcance el 60% del medio lo antes posible. Sin olvidar que, en lo que respecta a la situación catalana, el líder popular propone aumentar las penas por malversación.
En su exposición de propuesta política como candidato, tras la que ha constatado que no ha suma los apoyos suficientes para ser elegido este miércoles, Feijóo ha vertebrado su discurso en torno a los seis pactos que ya ofreció al PSOE el pasado 30 de agosto: sobre la regeneración institucional, por el estado del bienestar, por el saneamiento de las cuentas públicas, por las familias, sobre el agua y sobre política territorial.
Sobre el acuerdo más económico, ha dibujado a España como “el país que más se ha empobrecido” de Europa, “a la cola de la recuperación en el PIB” tras la pandemia, líder en paro general y juvenil y “con una deuda pública desorbitada” pese a que tras la pandemia se contó con la respiración asistida (y barata) de Europa y del BCE.
Giro social y tres patas para afrontar la ralentización
El aparente giro social del discurso de Núñez Feijóo, con apelaciones a subir el SMI o el mantenimiento de las medidas extraordinarias del Gobierno para amortiguar el efecto de la inflación no es ningún giro. Así lo aclara el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, que recuerda que las rebajas del IVA o un mejor diseño de otras ayudas concretas los viene reclamando su partido desde hace un año.
También lleva tiempo el PP advirtiendo de las señales de alarma en las grandes cifras macroeconómicas y por eso propone todo un paquete de reformas que garanticen un triple objetivo: “Impulsar el crecimiento, generar empleo con oportunidades de verdad y la ejecución de los fondos europeos”, resume el responsable económico de Génova. Todo ello, en un entorno en el que pronto volverán las reglas fiscales europeas. Bravo defiende las bajadas de impuestos porque generarán por su lado la suficiente actividad para compensar.
Frente a todo eso, su planteamiento es un pacto “que afronte lo más urgente y trazar una estrategia que garantice un crecimiento más sano y sostenible”, en la que se integraría a los agentes sociales y económicos, a los trabajadores y a empleadores. Pero urge lo inmediato y, en el corto plazo, ha planteado su paquete tributario que recoge la bajada del IRPF a las rentas medias y bajas, así como extender temporalmente la rebaja del IVA de los alimentos a la carne, pescado y conservas y mantener el resto de medidas vigentes contra la inflación, como el tipo reducido del IVA de electricidad y de gas, hasta que no se controlen los precios con intensidad.
Además, Feijóo pretende garantizar la ayuda de 200 euros para los más vulnerables, “que no ha llegado a la mitad de quienes lo necesitan”, y la gratuidad del transporte público, pero con restricciones a las rentas más altas. En cuanto al impuesto a la banca, su idea es que lo que se recaude se inyecte automáticamente a las familias que no pueden afrontar la subida hipotecaria, es decir, que no piensa en suspenderlo una vez que termine su periodo temporal de dos años. “El deber de un Gobierno responsable es acompañar a los inversores. No hostigarles. No ahuyentarles. Que es lo que está pasando”, ha denunciando, esgrimiendo los últimos datos de inversión extranjera.
De lo fiscal a lo laboral
Pasando del corto al medio plazo, Feijóo busca lograr un crecimiento real medio de la economía del 2,5 % en la próxima década, para lo que sería necesario reformar la administración para hacerla más eficiente, “dar mayores facilidades a los empleadores” e implementar una reforma fiscal frente a las 42 subidas con más de 42.000 millones recaudados de más en esta legislatura pasada que ha aplicado el Gobierno de PSOE y Podemos.
Dicha reforma fiscal debería partir de los trabajos del comité de expertos y tomar “como ejemplo las comunidades donde se han aplicado reformas selectivas”, con el objetivo de contribuir a la creación de empleo, hacer más atractiva la vida rural “con una política de impuestos cero en estos entornos” y mejorar la equidad. En ese sentido, defiende que la fiscalidad del patrimonio “nos acerque al resto de Europa y no atente contra las competencias económicas”, aunque no ha detallado su propuesta.
En cambio, se ha explayado más con los fondos europeos, para los que ha reclamado transparencia, renegociación para que lleguen de manera más ágil a los sectores y “cogobernanza” con comunidades autónomas, agentes sociales y económicos y el Parlamento.
Entre lo económico y social, y dentro de su pacto para las familias, Feijóo sugiere una aportación extraordinaria de 6.000 millones de euros, reforzando las ayudas a las familias numerosas, monoparentales y a las más vulnerables; para facilitar su acceso a la vivienda e incrementar las ayudas de conciliación. Además, insiste en la gratuidad de las escuelas infantiles de 0 a 3 años
Respecto al ámbito laboral, prioriza dos fórmulas prioritarias: semana laboral flexible y banco de horas para que los trabajadores puedan disponer de ellas, por ejemplo, en los períodos no lectivos. Igualmente, ha instado a conocer “la situación real” del mercado de empleo y ha lamentado que no se conozca el número de fijos discontinuos inactivos que existen en nuestro país.
Junto a ello, considera que debería ponerse en marcha una Estrategia Nacional de Formación, en negociaciones con las Comunidades, y a través de una Conferencia de Presidentes específica. Pero también con todos los centros de Formación que puedan implicarse en esta tarea y con las empresas, “concentrando en una plataforma nacional de obligada adhesión todas las vacantes laborales para casar adecuadamente oferta y demanda”.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días
Newsletters
Sobre la firma
