Fedea calcula que la reforma de pensiones solo reportará al sistema un ahorro neto del 0,39%
La estimación de Ángel de la Fuente es casi la mitad que el beneficio del 0,66% calculado por Escrivá
A medida que pasan los días, los economistas expertos en pensiones van emitiendo nuevos análisis sobre la reforma de pensiones recientemente aprobada. Así, el director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), ha elaborado un nuevo cálculo sobre Los efectos presupuestarios de la reforma de pensiones 2021-23 y, tras una primera estimación más general, ha precisado que los cambios aprobados en el Parlamento tan solo supondrán un ahorro neto del 0,39% del PIB, “en el mejor de los casos”. Dicho porcentaje es casi la mitad del ahorro previsto por la memoria económica del decreto de la ley aprobado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que dirige José Luis Escrivá, y que escala hasta el 0,66%.
Este ahorro, --que De la Fuente califica de “modesto” se producirá en 2050 y “se reduciría sustancialmente, hasta desaparecer”-- es fruto de un incremento del gasto del 0,51% por efecto de las nuevas medidas y de un aumento de los ingresos del 0,90%. Si bien, solo la eliminación de los factores de sostenibilidad y revalorización elevan el gasto sobre el PIB en 3,5 puntos, por lo que el ahorro que se produciría en esta segunda fase de la reforma “están muy lejos de las cuantías que serían necesarias para devolver el sistema al equilibrio tras la primera fase de la reforma”.
El incremento de gasto se producirá por tres de las medidas tomadas fundamentalmente. La primera, el incremento de las pensiones mínimas y del complemento de la brecha de género, que representarán aumento del 0,28% del PIB (este trabajo calcula que solo la subida de las mínimas costará 2.329 millones de euros). En este punto, De la Fuente advierte de que el cambio en el cálculo de las pensiones mínimas “no supone únicamente un incremento puntual en sus cuantías, sino que también un cambio importante en su regla de evolución, pues estas prestaciones pasarán de actualizar con la inflación (como ahora) a ligarse (aproximadamente) al crecimiento de los salarios, dado que el umbral de pobreza se calcula a partir de la renta media”.
La segunda medida que incrementa el gasto son los cambios en la pensión inicial derivados de la ampliación del periodo de cálculo a 29 años (descartando hasta 24 meses de peores cotizaciones). Esta media supondrá otro aumento de gasto del 0,18% del PIB. Mientras que el alza de la pensión máxima, por pequeña que sea (aumentará un 3,15% en 2050 frente a un incremento del 38% de las bases máximas de cotización, también por efecto de la reforma) elevará el gasto un 0,05%, según el cálculo de Fedea.
En el lado de los ingresos, De la Fuente ha cifrado el aumento del tipo de cotización del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) desde el 0,6% (de la primera fase de la reforma) en el 0,40% del PIB. También el incremento antes citado del 38% de las bases máximas aumentará los ingresos otro 0,40%. Este fuerte incremento de las bases de cotización de las rentas más altas llevará la base máxima hasta los 74.445 euros anuales a valor constante (ahora dicha base maxima está fijada en 53.946 euros anuales). Por su parte, la nueva cuota de solidaridad propiciará unos ingresos del 0,10% del PIB.
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