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El boom de la compra de vivienda dispara los ingresos fiscales de las autonomías a niveles récord

Las regiones recaudan cerca de 11.000 millones de euros al año con el ITP y el AJD

Fiscalidad a la compra de vivienda
Belén Trincado Aznar
Pablo Sempere

La compraventa de vivienda en España ha comenzado ya a perder fuelle tras dos años alcanzando cotas inusualmente elevadas. Sin embargo, y a la espera de si la tendencia de moderación se estabiliza, las comunidades autónomas pueden presumir de los ingresos fiscales cosechados en 2021 y 2022, dos años de vacas gordas en el mercado inmobiliario. Según los últimos datos del Ministerio de Hacienda, publicados el pasado viernes, la recaudación de las regiones cerró el año 2021 con cifras récord en los impuestos sobre transmisiones patrimoniales (ITP) y actos jurídicos documentados (AJD), los tributos que gravan las transmisiones de casas. En total, las autonomías ingresaron por esta partida unos 10.800 millones de euros, un 43% anual más. En 2022, se espera que la recaudación sea mayor, de unos 11.500 millones de euros.

En el año 2021, la compraventa de vivienda alcanzó las 566.000 operaciones, un avance de casi el 35% respecto a 2020 y el mayor volumen hasta entonces en términos absolutos desde el ejercicio 2007, antes del estallido de la crisis financiera y la burbuja inmobiliaria. En consecuencia, los ingresos fiscales derivados de estas operaciones se situaron en cifras inéditas en más de una década la práctica totalidad de las regiones.

En Cataluña, por ejemplo, la suma de los dos gravámenes dejó ingresos por valor de 2.526 millones, el 24,5% de toda la recaudación. En Andalucía la cifra alcanzó los 1.779 millones (16,5%) y en Madrid se llegó a los 1.631 millones de euros (15%). Todas las comunidades, salvo Canarias, registraron en definitiva números no vistos desde antes de la crisis financiera. Baleares, con poco más de 800 millones de euros recaudados por estos dos conceptos, registró un avance anual del 78%.

El ITP y el AJD son dos impuestos de carácter indirecto que se aplican en España y que gravan las transacciones inmobiliarias y financieras, respectivamente. Su gestión y recaudación están cedidas a las comunidades autónomas, que modulan el gravamen.

El primero afecta a las transmisiones de bienes y derechos de carácter patrimonial, entre los que se incluyen la compraventa de casas, la constitución de préstamos hipotecarios o la cesión de derechos sobre inmuebles. El tipo impositivo varía en función de cada región y oscila entre el 6% y el 10% del valor de la transacción exceptuando al País Vasco, donde se reduce al 2,5% en la primera vivienda.

El AJD, por su parte, grava los documentos notariales y mercantiles, como las escrituras de préstamo hipotecario o las pólizas de seguros. En este caso, los tipos oscilan entre el 0,5% y el 1,5% del valor del documento.

Por eso, en un contexto en el que las compraventas de vivienda están en cifras máximas, los ingresos fiscales se disparan. Según avanzan expertos consultados, el año 2022, que ha cerrado en casi 650.000 operaciones, dejará de nuevo números inéditos, aunque no solo por el volumen de compraventas. “Venimos de un contexto de fuertes subidas de precio de los inmuebles, que marcan la base imponible de varios de estos impuestos”, explican. Pero también hay que meter en la ecuación los créditos hipotecarios, “de nuevo en cotas inusualmente elevadas tras la subida de los tipos de interés”. Estas fuentes calculan que todos estos factores llevarán a la recaudación conjunta del ITP y el AJD a superar los 13.000 millones de euros en 2022.

Alta fiscalidad

La fiscalidad en la compra de vivienda no parece haber frenado en los últimos dos años la demanda de casas. No obstante, José María Alfaro, coordinador general de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI), denuncia una alta carga impositiva que dificulta “claramente” el acceso a la compra de un inmueble, especialmente entre las personas que quieren adquirir su primera vivienda habitual en propiedad. Sobre todo, subraya, en un contexto económico complejo ante la subida de los tipos de interés, la caída de poder adquisitivo y una capacidad de ahorro que se ha ido diluyendo.

Desde la FAI, en concreto, piden rebajar el ITP general al 4% para compra de vivienda y al 2,5% en el caso de primeras residencias de precio inferior a 400.000 euros, siguiendo el modelo vasco. Aseguran que se trata de una medida “necesaria para facilitar el acceso a la compra de una primera vivienda con una fiscalidad más justa y quitar presión del mercado de alquiler”. Según detalla la federación, el tipo impositivo medio español se sitúa un 67% por encima de la media europea, que se mantiene en torno al 4,5%. En España, únicamente Melilla, Ceuta, Canarias, Navarra, Madrid y País Vasco están por debajo del 7%.

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Sobre la firma

Pablo Sempere
Es redactor en la sección de Economía de CINCO DÍAS y EL PAÍS y está especializado en Hacienda. Escribe habitualmente de fiscalidad, finanzas públicas y financiación autonómica. Es graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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