Las apuestas irrumpen en el mundo financiero de la mano de las criptos (y de Donald Trump)
Mientras Polymarket y Kalshi marcan volúmenes récord de operaciones, Truth Social y Gemini entran en este negocio. Sus críticos lo ven como puro entretenimiento financiero, basado en los ciclos de adrenalina que impulsaron acciones meme y criptos

¿Se lanzará el videojuego GTA VI antes de que llegue un nuevo advenimiento de Jesucristo? ¿Invadirá China Taiwan en 2025? ¿Confirmará EE UU en 2025 que los aliens existen? ¿Subirá tipos la Reseva Federal? El abanico de cuestiones que plantea la página de predicciones Polymarket es casi infinito, y su voraz crecimiento, el último ejemplo de cómo la cultura de una parte de Internet se está integrando, cada vez más, con el mundo financiero tradicional. La propietaria de la Bolsa de Nueva York, Intercontinental Exchange (ICE), anunció el mes pasado una inversión de 1.700 millones de euros en Polymarket, y no es un caso aislado: las plataformas de apuestas online son el último negocio en el que han puesto el foco gigantes cripto como Gemini, la plataforma de los hermanos Winklevoss, y el mismo presidente de EE UU. Trump Media ha anunciado que planea ofrecer contratos de predicción en su red Truth Social mediante un acuerdo exclusivo con el exchange Crypto.com.
No es causal que este mercado haya explotado durante las elecciones de Estados Unidos, ni que su éxito tenga que ver con las criptos y también con Trump. El auge de las apuestas es un reflejo de la euforia y la especulación que desató su vuelta a la Casa Blanca, que en su momento impulsó una avalancha de nuevas memecoins, incluidas las suyas. En el fondo, este nuevo fenómeno responde a la misma lógica: apuestas de todo o nada, que se mueven al ritmo de las redes sociales y de las tendencias virales. Los mercados de predicciones tienen poco de mercados y mucho de entretenimiento financiero, como dirían sus críticos, basados en los mismos ciclos de adrenalina que impulsaron aquellos fenómenos o, en su día, las acciones meme o los tokens no fungibles (NFT). Es decir, pura especulación.
Al igual que ha sucedido con las criptos, ya instaladas en las plantas nobles de los distritos financieros, la irrupción de los mercados de predicciones difumina aún más la frontera entre el hype y el encorsetado Wall Street. Los participantes en estas plataformas pueden comprar y vender contratos que pagan en función de la ocurrencia de acontecimientos específicos en el futuro y pueden apostar sobre cualquier cosa, desde deportes (los más comunes) hasta elecciones, decisiones de política monetaria, o quién será el próximo papa. Cada contrato representa un evento específico y el resultado es binario: se cobra un dólar si se acierta y cero si no. Y, como detallan los analistas de Bernstein: “El precio al que cotiza un contrato refleja la creencia colectiva del mercado y varía en función de la oferta y la demanda”.
Los usuarios pueden acceder a plataformas centralizadas y descentralizadas, y operar con ellas en criptos. La más grande es Kalshi, la primera en obtener la aprobación de la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC), con aproximadamente un 60% de la cuota del volumen de los mercados de predicción a septiembre de 2025, según datos de Bernstein. Ahora está trabajando en una mayor integración con el mundo cripto y blockchain y se ha asociado con el broker de valores de bajo coste más popular de EE UU, Robinhood, para ofrecer contratos de predicción. Polymarket, en cambio, es la principal plataforma descentralizada, construida sobre tecnología blockchain. La empresa está preparando su regreso a EE UU en las próximas semanas, tras años de pulso con los supervisores: el departamento de Justicia y la CFTC acusaron a la plataforma de permitir el acceso a este mercado a los usuarios estadounidenses pese a que en 2022 había pactado bloquearlos porque no estaba registrada. Recientemente, el regulador cerró la investigación sin presentar cargos. El hijo mayor del presidente, Donald Trump Jr., es asesor en ambas empresas.
Tras la inversión de la Bolsa de Nueva York, Polymarket busca recaudar fondos con una valoración de hasta 13.000 millones de dólares, según Bloomberg. Kalshi, en cambio, está recibiendo ofertas que la valorarían en más de 10.000 millones: según una investigación del diario Financial Times, el volumen de apuestas deportivas en la plataforma se acerca a los 1.000 millones semanales.
En el ámbito deportivo estas apuestas han generado dudas sobre la integridad de los partidos y su credibilidad, pero ahora la incursión de la familia Trump también preocupa: al permitir que se apueste sobre cualquier asunto, él mismo o su entorno podrían influir directamente en el mercado. Por ejemplo, si se apuesta sobre la posibilidad de que anuncie nuevos aranceles, personas cercanas al presidente podrían operar en su plataforma y con información privilegiada.
Manipular este mercado es sencillo y la reciente conferencia de Brian Armstrong, director ejecutivo de Coinbase, sobre los resultados trimestrales de la empresa sirve de ejemplo. El directivo cerró su intervención pronunciando cinco palabras al azar: bitcoin, ethereum, blockchain, staking y Web3. Las mencionó porque en Kalshi y Polymarket se apostaron unos 72.900 euros sobre lo que diría. Con tan solo cinco términos Armstrong cerró la conferencia y movió el mercado.

