El mercado cripto pincha: la reserva de bitcoin de Trump no cumple las expectativas del sector
La orden ejecutiva no contempla compras directas por parte del gobierno. La criptomoneda pionera se deja hasta un 5,7% mientras las ‘altcoins’ registran caídas de doble dígito

El tan esperado anuncio ha llegado: la reserva de bitcoin se hará. Y la de activos digitales, también. Como de costumbre, el presidente de EE UU, Donald Trump, ha sorprendido una vez más a los inversores al firmar una orden ejecutiva que establece la creación de dos reservas separadas, una que incluye la criptomoneda pionera y una segunda formada por otras altcoins. Ambas incluirán los activos incautados en procedimientos penales y civiles a lo largo de estos años. De esta forma, Trump cumple la promesa que hizo en julio del año pasado ante los criptocreyentes en la conferencia Bitcoin 2024 de Nashville: convertir al país norteamericano en la capital cripto del planeta, en la superpotencia mundial del bitcoin y crear una reserva nacional de este activo. Pese a ello, el mercado cripto no sube, ni se dispara: al contrario, ha caído tras la publicación de la orden, síntoma de que el anuncio no ha convencido del todo a los inversores. El bitcoin cotiza en estos momentos en los 89.000 dólares y ha llegado a dejarse un 5,72%, aunque modera las caídas.
Tanto Trump como su administración, especialmente el zar de las criptomonedas, David Sacks, han ido creando mucho hype en torno a este proyecto y esto se ha reflejado en la cotización de bitcoin: superó los 100.000 dólares a principios de diciembre, y marcó máximos el día de la toma de posesión del republicano, alcanzando los 109.000. Las expectativas sobre la reserva de bitcoin eran altas y se basaban en los proyectos de ley presentados en estos meses, como el Bitcoin Act, de Cynthia Lummis, que establecía la compra por parte del Tesoro y la Reserva Federal de 200.000 bitcoin cada año durante un lustro, hasta llegar a un millón de unidades, que se custodiarían durante un mínimo de 20 años: esto supondría un 5% del suministro total de bitcoin, que es de 21 millones.
No obstante, este viernes los inversores han chocado con la realidad. La orden ejecutiva detalla que los bitcoin incluidos en las reservas corresponden con las unidades ya en poder el Departamento del Tesoro que han sido incautadas en procedimientos penales o civiles. Además destaca que los bitcoin incluidos en este reserva no se vendrán y se mantendrán como un almacén permanente de valor. La novedad, no obstante, es que las compras de nuevas unidades por parte del Gobierno solo se podrán producir “a través de estrategias neutrales desde el punto de vista presupuestario y que no impongan costos incrementales a los contribuyentes”. Carlos Salinas, profesor del máster en blockchain e inversión en activos digitales del IEB, destaca que esta ha sido como jarro de agua fría para el sector: “El mercado esperaba compras directas por parte del gobierno, lo que habría impulsado la demanda”.
A las altcoins tampoco les fue mejor: la orden ejecutiva, de hecho, no establece qué criptomonedas estarán incluidas en la reserva de activos digitales. El pasado domingo Trump habló de la integración de ethereum, solana, XRP y ADA (de Cardano) a dicha reserva: todos estos activos cotizan con signo rojo este viernes. Ethereum ha llegado a caer un 5%, seguida por solana que se ha dejado un 6,43%, XRP, un 8,85% y ADA, hasta un 11,09%. La euforia inicial por el anuncio de Trump, que sorprendió hasta a la industria, también chocó con la realidad. Esta reserva, separada de la de bitcoin, está conformada por los activos incautados y tampoco se prevé una inversión directa y compras adicionales sin la aprobación del Congreso o del presidente. Además, a diferencia de la de bitcoin, esta orden prevé la posibilidad de vender estos activos si así lo establece el Tesoro.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el de Comercio, Howard Lutnick, supervisarán el desarrollo de estos proyectos, que también contemplan una auditoría completa de las tenencias de activos digitales del gobierno estadounidense, estimadas en 200.000 bitcoins. Actualmente, posee 17.560 millones de dólares en bitcoin y unos 400 millones en otros tokens, incluidos más de 122 millones en ethereum, según datos de Arkham Intelligence.
En estos momentos, el mercado ha optado por la cautela y modera sus caídas a la espera de la primera criptocumbre de la Casa Blanca, que se celebrará esta tarde en Washington. En el encuentro participarán Trump, Sacks, el grupo de trabajo presidencial y varios líderes de la industria. Tanto la reserva digital como la regulación estarán al centro del debate. “La orden paraliza la narrativa de que EE UU presionaría al alza el precio de bitcoin gracias a sus compras. Pero sigue siendo de una importancia enorme. El impacto de la legitimación y aceptación por parte de un estado de bitcoin es algo histórico y que hay que tener en cuenta. A ver qué decisiones toman el resto de países”, destaca Javier Pastor, director de Formación de Bit2Me.
Aunque los inversores se muestran decepcionados, y parte de la industria también esperaba algo más, muchos ven esta orden ejecutiva como un alivio, especialmente al diferenciar la reserva de bitcoin de la de las demás criptomonedas. De hecho, el anuncio de Trump del pasado domingo sobre la creación de una única reserva que incluyera bitcoin y otras altcoins en el mix generó sentimientos controvertidos en el sector. Tyler Winklevoss, fundador de Gemini y uno de los principales inversores de la campaña del magnate, dijo que activos como XRP, solana y ADA no cumplían con los requisitos para estar incluidos en una reserva: “No creo que sean adecuados”, afirmó. Anthony Pompliano, inversor, fundador y CEO de Professional Capital Management, también se mostró crítico hacia esa idea. “Estos tokens son más parecidos a las acciones tecnológicas. Si EE UU está dispuesto a poner estos tokens en su balance, también debería estar dispuesto a incluir acciones de Amazon, Facebook o Tesla”.
Román González, co-gestor del Criptomonedas FIL de A&G Global Investors, es tajante: “Bitcoin es el único que cumple con las características necesarias para ser una reserva de valor global. Por su inmutabilidad absoluta, porque es la única red verdaderamente descentralizada y resistente a la censura, porque no depende de entidades centrales, por su adopción institucional y su oferta finita y predecible. A diferencia de otros activos digitales, tiene un suministro fijo de 21 millones, lo que lo convierte en el candidato ideal para una reserva monetaria”.