La volatilidad se apodera del bitcoin a la espera de las elecciones de Estados Unidos

La criptomoneda frena su tendencia alcista ante la recuperación de Harris. El nerviosismo domina entre los inversores y el mercado de opciones muestra unos movimientos esperados del 8% en cualquier dirección, frente al 2% habitual, el día después de los comicios

Unos electores en un mitin de Donald Trump en Pennsylvania, EE UU.Andrew Kelly (REUTERS)

A unas horas de las elecciones de Estados Unidos, el escenario sigue incierto. Las encuestas están muy reñidas, con Donald Trump ligeramente por delante de Kamala Harris que en los últimos días ha ido ganando terreno. Pero mucho depende de donde si mire: si se hace caso a las encuestas, los dos candidatos parecen igualados. En cambio, si se mira a los mercados de predicción como Polymarket, Trump es el favorito. La recuperación de Harris, así como la calma tensa antes de los comicios está pesando en la cotización del bitcoin: después de una semana de rally que ha hecho soñar a los criptofieles y a los inversores, y en la que rozó sus máximos históricos, en los últimos días ha ido corrigiendo las subidas y ahora se sitúa en los 68.800 dólares. La volatilidad ha llegado también a los ETFs de bitcoin, que registraron este lunes su mayor salida neta hasta la fecha: el grupo de 12 fondos perdió 579,5 millones, según datos recopilados por Bloomberg.

La volatilidad era de esperar y los nervios de los inversores son patentes: Manuel Pinto, analista de mercados, explica que el mercado de opciones de bitcoin muestra el día después de los comicios unos movimientos esperados de alrededor del 8% en cualquier dirección, frente al 2% habitual. Sin embargo, no cree que esta montaña rusa dure mucho. “En las últimas cuatro elecciones presidenciales en EE UU la volatilidad en general en los mercados empieza a incrementarse en los cinco días anteriores y suele reducirse de manera significativa en los posteriores al resultado electoral”, apunta. No casual, por ejemplo, que los operadores de opciones estén aumentando sus apuestas a que el bitcoin superará su récord y alcanzará los 80.000 dólares a finales de noviembre.

Pero, ¿para el bitcoin es mejor Trump o Harris? Si se mira al precio y a su comportamiento en las últimas semanas, la primera impresión es que una victoria del candidato republicano favorecería a la criptomoneda pionera. Prueba de ello es que en septiembre, después del debate electoral en el que los expertos daban a la demócrata como ganadora, el bitcoin corrigió un 3,5%. En octubre, cuando las encuestas indicaban la ventaja de Donald Trump en la carrera presidencial, la criptomoneda pionera empezó su rally, sumando entradas récord en los ETFs de bitcoin. En los últimos días, la avanzada de Harris en estados clave como Wisconsin y Michigan fue acompañada por una corrección del bitcoin, alejando la posibilidad de que pueda batir récords antes de los comicios.

El comportamiento del bitcoin no sorprende. La candidata demócrata se ha mostrado más abierta a las criptos respecto a la administración actual, prometiendo una mayor regulación de la industria, que favorecería tanto las plataformas como los consumidores. Susana Esteban, Managing Director de FTI Consulting, asegura que tener un marco regulatorio más definido proporcionaría mayor seguridad y transparencia. “Este enfoque ayudaría a legitimar las criptomonedas y construir una base sólida para su adopción institucional y masiva. Sin embargo, una regulación demasiado estricta también podría limitar la innovación y el atractivo del sector cripto, ya que algunas empresas podrían optar por no desarrollar nuevos proyectos en un entorno percibido como demasiado controlado”.

Pese a las intenciones de la candidata demócrata, para los expertos las medidas propuestas no se pueden comparar con las que hizo Donald Trump al sector. En un giro a 360 grados, el republicano abrazó de lleno la filosofía detrás de los activos digitales presentándose como el presidente que convertirá a EE UU en la capital cripto del planeta. La propuesta de una reserva estratégica de bitcoin, la promesa de promover la minería de bitcoin en el país, así como la custodia de las criptos y un cambio radical en la cúpula de la SEC –concretamente, despidiendo a su presidente, Gary Gensler, cuyo mandato acaba en 2026 y muy reprochado por la industria por haber liderado una multitud de acciones de cumplimiento contra pesos pesados del sector como Coinbase, Binance y Kraken– han sido un claro intento de atraer el consenso de todo el ecosistema.

Javier Pastor, portavoz y responsable de OTC de la plataforma española Bit2Me, considera que Trump y figuras pro-criptoactivas como Cynthia Lummis y Robert F. Kennedy Jr. ofrecen una esperanza para la industria de Bitcoin y los activos digitales en EE UU. “En lugar de seguir perdiendo terreno a nivel mundial, podría recuperar su liderazgo y establecer un modelo regulatorio equilibrado y pro-innovación, que beneficie tanto a inversores como al ecosistema de innovación financiera”.

Pero más allá de su propuesta política y su apoyo a los activos digitales, Leopoldo Torralba, economista de Arcano, añade otro elemento: “Trump genera más riesgos inflacionarios. Por ello, el bitcoin, que es percibido como una potencial cobertura frente a la inflación, aumenta su atractivo”, destaca. Javier Molina, analista senior de mercados de eToro, coincide con esta visión. “La continua expansión de la oferta monetaria refuerza a esta criptomoneda como refugio de valor en un entorno de inflación y gasto fiscal elevado”.

Pero no es oro todo lo que reluce. Si bien una victoria de Trump podría estimular la adopción generalizada de las criptomonedas y los activos digitales en el sector financiero, fomentando un entorno de crecimiento sostenido, para Susana Esteban, “una política excesivamente laxa podría también traer ciertos riesgos, como la falta de protección al consumidor o la proliferación de proyectos no confiables, lo cual podría afectar la credibilidad del mercado a largo plazo”.

Ante este escenario, ¿qué hay que esperarse? Molina empieza con una premisa: considera al bitcoin como un activo de riesgo más (como el Nasdaq o el oro). “Si la Bolsa cae, si el Nasdaq cae, bitcoin no va a subir. Ahora mismo, en un momento de liquidez brutal, de destrucción monetaria y de inflación pegajosa, los inversores se mueven hacia activos de riesgo como el bitcoin. Entonces, la correlación con el Nasdaq creo que va a aumentar en el corto plazo”, detalla. Para el experto, en estas semanas los 66.000 dólares son el último nivel a no perder para mantener la tendencia alcista y dejar abiertas las opciones de ir a por nuevos máximos históricos. En el medio plazo pone este nivel en los 54.000, mínimos de este verano. En cambio, si el mercado sigue con este movimiento alcista, para Molina el bitcoin podría superar los 90.000 dólares antes de finales de año. No obstante, no cree que pueda alcanzar el umbral psicológico de los 100.000.

Por su parte, Pinto es un poco más cauto, aunque considera que las últimas caídas del precio del bitcoin ofrecen una oportunidad de compra interesante: “Después de la ruptura de un último patrón alcista, creemos que podría rebotar de nuevo hasta alcanzar los 80.000 dólares en el corto plazo, que podría ir a más en los próximos meses”.

Más allá de lo que pueda ocurrir en los próximos días, Álvaro Alcañiz Rubio, COO de ONYZE, pone el foco en el medio plazo tras una posible sobrerreacción del mercado. “Es importante saber si contarán primero con pleno respaldo del Congreso y del Senado, o, por el contrario, les tocará luchar en las cámaras por sacar adelante sus políticas. Este será, sin duda, el punto que determine en buena medida la continuidad que tendrán tanto los valores en el mercado cripto, como en las bolsas globales durante los próximos meses”, concluye.



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