Ir al contenido
_
_
_
_

Planes de pensiones: el ahorro idóneo y necesario para una jubilación con tranquilidad financiera

El incremento de la esperanza de vida y la baja natalidad han tensionado el sistema público de las pensiones y obliga a replantear el futuro de las personas para cuando llegue el momento del retiro laboral

Las pensiones son un debate permanente desde hace años en Europa. El incremento de la esperanza de vida y la caída de la natalidad han empujado a la búsqueda de soluciones que hagan sostenible el sistema público de prestaciones en países como España, que sigue una ecuación de reparto y solidaria; es decir, con las cotizaciones de los trabajadores en activo se pagan las prestaciones a los jubilados.

Con ello ha quedado patente que será necesario complementar el abono de la Seguridad Social con otras fórmulas disponibles en el mercado para garantizar un nivel de vida satisfactorio y acorde a las expectativas de cada uno.

A fin de encontrar respuestas ante la situación, CincoDías, en colaboración con ING, organizó un desayuno donde expertos de distintos ámbitos expusieron su punto de vista. Manuel Álvarez, colaborador honorífico de la Organización de Consultores de Pensiones (Ocopen), analizó el momento actual teniendo en cuenta la evolución pasada y futura: “Cuando se cumplen 30 años del Pacto de Toledo se ven luces y sombras. Si miramos para atrás, hay cantidad de información sobre la crisis inminente del sistema público de pensiones, que no se ha producido, y esto se ha debido a varios motivos: el país ha crecido; la migración, que en el 95 no existía y que ha contribuido al avance del propio país y al aumento de las bases de cotización o a la ralentización del envejecimiento, y la incorporación masiva de la mujer al trabajo, que ahora suponen el 50% de los cotizantes”.

Estas palancas, sin embargo, no son sostenibles en el tiempo. Álvarez lo explicó: “Si miramos para adelante, nos encontramos que las tasas de crecimiento parece difícil que vayan a repetirse en los próximos 30 años; la capacidad de incorporación de la mujer al trabajo es un objetivo en buena medida conseguido, y la migración es un efecto favorable, pero mitigará, no eliminará los problemas del sistema público de pensiones”.

Por ello, Luciana Riestra, responsable de planes de pensiones y jubilación de ING España, quiso resaltar la importancia de pensar en el momento de la jubilación y mirar más allá. “La posición que tenemos desde ING es la de dar mucha importancia al ahorro a largo plazo. Es indudable que para todo el mundo va a ser muy necesario y positivo, y cuanto más joven se decida actuar en este sentido más capacidad se tendrá en el futuro para mantener el nivel de vida, que no varíe sustancialmente en el momento que dejemos de trabajar”.

En este sentido, María Francisca Gómez-Jover Torregrosa, subdirectora general de organización, estudios y previsión social complementaria en la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, quiso destacar “la importancia que se está dando a nivel nacional, y de forma internacional la CE, a la capacidad que van a tener los fondos de pensiones para ser un elemento clave en la contribución para la unión de los ahorros y la inversión”.

Para Javier Varea, director del Observatorio de los Sistemas Europeos de Previsión Social Complementaria, el aumento de la esperanza de vida “pone sobre la mesa que habrá mucha gente que cobrará la pensión durante mucho más tiempo, y va a incidir en el sistema público. ¿Hay que alarmarse? No, hay que actuar. Y aquí juegan un papel muy importante los sistemas complementarios, que van a permitir diversificar las fuentes de ingresos desde el momento que dejemos de trabajar”.

Gregorio Gil de Rozas, director del Observatorio Actuarial de Previsión Social del Instituto de Actuarios de España, agregó que “cuando la esperanza de vida aumente habrá que incorporar ajustes o en las prestaciones o incluso en la edad de jubilación, y también en función del crecimiento económico. Es exactamente lo que acaba de decir la OCDE”.

Además de los factores económicos y sociales, existe otro problema que frena el crecimiento de los planes de pensiones privados. “Compartimos barreras con países de nuestro entorno, pero otras nos diferencian. Con la cultura del ahorro tenemos un gap importante. Esto va ligado a que ahorra el que puede y se hace de una manera diferente; en España la composición del ahorro mayoritariamente está en bienes reales (predominantemente el inmobiliario), no en activos financieros”, precisó Javier Varea.

Canalizar el potencial

Sobre este aspecto, Gil de Rozas habló de “posibilitar esa alternativa, de hacer líquidos esos activos inmobiliarios como complemento a la Seguridad Social, que ha sido y será el ingreso principal de los españoles y hay que preservarlo, pero hay que complementarlo”.

Luciana Riestra incidió en la importancia de la educación financiera para “conocer, por ejemplo, el mecanismo del interés compuesto y el potencial que tiene, y la relevancia que tendrá empezar pronto a ahorrar; si apartas 1.500 euros al año a partir de los 47 años, cuando te jubilas tienes 35.000 euros. Si empiezas 10 años antes, tienes 50.000 euros”.

María Francisca Gómez-Jover Torregrosa recordó la recomendación que acaba de hacer la Comisión Europea, en el sentido de que “los ciudadanos deberían tener acceso a pensiones complementarias sencillas, transparentes y con valor añadido para su jubilación”.

En paralelo, contó que “como ministerio, somos promotores del plan de educación financiera que se renovará en 2026 para el próximo trienio y vamos a hacer hincapié en incluir como objetivos dos aspectos fundamentales: una en el marco asegurador, la importancia del seguro, y también la previsión social complementaria y de cómo ahorrar para tu jubilación”.

Los participantes al encuentro debatieron también sobre cómo debería establecerse la formación en los niveles de enseñanza. Javier Varea opinó que “donde sería imprescindible es en los ciclos superiores, bachillerato y universitarios. En estas últimas fases formativas, donde el siguiente paso es la incorporación al mercado laboral, y por tanto, gestionar tu dinero, se tendría que hacer especial esfuerzo en introducir de manera obligatoria la educación financiera. Si ha estado abonado antes el terreno, mejor que mejor”.

En ING, al igual que muchas otras entidades financieras, están muy comprometidos con la educación financiera. Así lo expresó Riestra: “Donde nos diferenciamos es en el diseño de productos desde el cliente, desde donde la sociedad o los individuos necesitan y puedan entender. Hacerlo sencillo, fácil y no como producto bancario, sino un medio para un fin. Al final, un plan de pensiones no deja de ser construir para tu tranquilidad financiera futura”.

La representante de la entidad ilustró su intervención en este sentido con la opción de los planes dinámicos, “donde con la edad del momento y la estimada de la jubilación damos el producto configurado. Cuando queda mucho tiempo, los fondos invierten más en renta variable para ganar rentabilidad, y cuando se acerca, va cambiando la composición con más peso en la renta fija para bajar el riesgo”.

Por su parte, Javier Varea habló de “trastorno bipolar”; “por un lado queremos potenciar el desarrollo de la previsión social complementaria, pero establecemos unos límites que coartan la libertad, las posibilidades de ahorro. Actualmente tenemos un límite de 1.500 euros anual por decisión individual, que no puede considerarse un complemento a pensión Se pueden desligar los límites fiscales con los de aportación; hay que ser un poco más flexible”.

Por otro lado, Riestra mencionó las entidades de previsión social voluntaria (EPSV). “Tienen un límite de deducción más alto, que desliga el tratamiento fiscal de la parte de aportación y de ganancia. Parece que puede tener sentido que las aportaciones tributen como rendimiento de trabajo y que la ganancia lo haga como rendimiento de capital. Los ejemplos de cosas que funcionan nos dan pistas de por dónde podría venir un cambio fiscal”.

En cuanto a la opción de los planes de pensiones de empleo (PPE), Gregorio Gil de Rozas los calificó de “la gran oportunidad”; “a poco que la negociación colectiva sea capaz de incorporarlo debería ser exponencial. En eso estamos trabajando todos”, dijo.

En este sentido, Javier Varea añadió que todavía “existe un verdadero problema de desconocimiento por parte de empresarios y trabajadores”.

Digitalización e IA

“Una palanca importante para conocer cuáles son las prestaciones que van a tener las personas en la jubilación tiene que ser a través de la tecnología”, expuso Manuel Álvarez. Así, considera necesarios “canales, más en el entorno de empresa, para dar información de la Seguridad Social, información sobre productos, e incluso incorporar el ahorro individualista para la jubilación. Todo lo que sea sencillez va a facilitar el ahorro. Pero hay una incógnita; nadie sabe en los próximos 30 años cuánto se podrá favorecer el crecimiento económico a través de la IA y tampoco el impacto que tendrá en las cotizaciones”.

Mientras, Luciana Riestra dijo que “tiene todo el sentido que la gestión del ahorro a largo a plazo se pueda realizar desde el móvil; productos y gestión sencilla que permitan hacer todo con tu plan de pensiones. También comparar y ver qué conviene más proyectar a futuro: abrir un plan, rescatar o visualizar esa rentabilidad. Al final da control e información y es especialmente relevante en las generaciones más jóvenes”.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

_
_