El fondo soberano de Singapur, Infravia, Allianz y BlackRock quieren Empark, que aspira a una valoración de 2.000 millones
KKR, EQT y Stonepeak también constan en la lista preliminar de potenciales compradores de la compañía de parkings propiedad de Macquarie

Macquarie está en plena búsqueda de un comprador para Empark, a la que tasa en unos 2.000 millones de euros incluida la deuda. Los bancos de inversión JP Morgan y Greenhill se encargan de pilotar el proceso de venta, que ha causado avidez en el mercado y para el que se espera la llegada de las ofertas indicativas en los próximos días. El fondo soberano de Singapur (GIC), la gestora gala de capital privado Infravia, Allianz Global Investors, BlackRock, a través de GIP, y el fondo estadounidense Stonepeak quieren el activo, al igual que KKR y EQT, según fuentes financieras.
El número de pretendientes de Empark crece a medida que se aproxima la primera fecha de corte del proceso de desinversión abierto por el gigante australiano, que adquirió la compañía hace casi ocho años por unos 1.000 millones de euros. La valoración a la que aspira Macquarie es aproximadamente el doble de lo que pagó entonces, aunque hay que sumar como beneficios los dividendos por unos 180 millones que la compañía ha repartido desde 2020.
Las firmas que estudian o que ya han puesto encima de la mesa sus ofertas constituyen un pequeño ejército, pero fuentes conocedoras de la operación avisan de que el proceso está todavía en una fase inicial. Una parte de los oferentes aguardará hasta el último minuto para presentar su oferta, y es probable, según las fuentes consultadas, que los coordinadores amplíen el plazo para realizar propuestas. Estas ahora son preliminares, puesto que la segunda fase tendrá lugar, si no hay interrupciones inesperadas, en la primera parte del próximo año, ya con ofertas en firme, una vez superado el primer filtro. “Este tipo de procesos de gran tamaño, aunque con muchos interesados en un primer momento, son complicados, debido a que las discrepancias de valoración entre compradores y vendedores suelen ser notables”, señala un directivo de un banco de inversión.
Es posible además que los oferentes que, de entrada, acuden en solitario se alíen a medida que el proceso avance. El tamaño de la operación así lo aconseja. GIC, si finalmente sigue adelante con su oferta, se aliará, previsiblemente, con otro inversor, pues el fondo soberano de Singapur mantiene la tradición de ir siempre acompañado a los procesos de compra. El diario Expansión publicó el pasado 5 de noviembre que EQT, KKR y Partners preparaban ofertas por Empark por 2.000 millones de euros. Consultados por CincoDías, Greenhill, JP Morgan y Macquarie han declinado hacer comentarios.
La compañía de estacionamiento opera bajo la marca Telpark en España y Portugal, y gestiona unas 340.000 plazas de aparcamiento en más de 150 ciudades de estos países. Con una trayectoria de más de 50 años, es el principal operador en gestión integral de aparcamientos (off street, en la jerga) y estacionamiento regulado en vía pública (on street) de la península Ibérica.
Empark ha pasado de registrar un resultado de explotación negativo de 14 millones de euros en el ejercicio concluido en 2017, cuando lo adquirió Macquarie, a anotarse unos beneficios en este asiento de 41,1 millones, según las últimas cuentas depositadas en el registro mercantil correspondientes a 2024. Ese ejercicio, sus ventas ascendieron a 218 millones de euros y su plantilla sumaba más de 1.000 personas.
Empark surgió de la toma en 2010 de Cintra Aparcamientos por la portuguesa Emparque, y entonces tenía como accionista principal al grupo luso Silva&Silva, con un 50,3% del capital, y a Banco Espirito Santo y Ahorro Corporación, que se repartían el 49,7% restante.
La empresa lanzó el pasado marzo un bono de 300 millones de euros, de los que destinó a 225 millones a amortizar otro con vencimiento en 2027 y a financiar una distribución extraordinaria a Macquarie de 75 millones de euros. La deuda de la compañía asciende a unos 1.000 millones, con un vencimiento clave a inicios de 2028 de 475 millones en bonos que pagan un cupón del 1,9%. El efectivo de Empark a cierre del pasado ejercicio ascendía a unos 80 millones de euros.
La ratio de endeudamiento, calculada como el pasivo neto respecto al ebitda (resultado bruto de explotación), se situaba en 6,7 veces a cierre de junio, y esto se traduce para Fitch en una nota de BB, dos escalones por debajo del grado de inversión. La agencia de calificación advierte de que la refinanciación del bono que expira en 2028 “debería producirse a tiempo para limitar el riesgo de refinanciación, para evitar que aumente el coste medio de la deuda de la empresa en el futuro y para que no se cree un riesgo a la baja en las previsiones debido a los altos tipos de interés y al incierto entorno macroeconómico”.
Al mismo tiempo que se produjo la refinanciación de Empark hace nueve meses, el puesto de presidente ejecutivo de la empresa pasó a Jo Cooper, hasta ese momento consejero delegado, mientras que Pedro Agapito asumió el cargo de CEO. Este último dejó su cargo de director financiero al asumir sus nuevas funciones y fue relevado por Íñigo Duque.
La compañía, que entre enero y junio logró transformar en ebitda más de la mitad de sus ingresos –con un margen del 51,4%– ingresó 110,3 millones de euros con un beneficio bruto de explotación ajustado de 56,6 millones. Empark se encuentra inmersa además en el despliegue de su red de puntos de recarga eléctrica con más de 1.000 puntos en Iberia.