Iberia, Air Europa y Plus Ultra aguantan el pulso a Venezuela y seguirán sin volar a Caracas mientras no sea seguro
Con más 6.000 reservas afectadas, desoyen la amenaza de pérdida de derechos de vuelos y siguen la recomendación de la Autoridad Española de Seguridad Aérea de no operar en espacio aéreo venezolano al menos hasta el 1 de diciembre


Las tres compañías aéreas españolas que conectan Madrid con Caracas, Iberia, Air Europa y Plus Ultra, viven horas tensas al vencimiento del ultimátum enviado por el Gobierno de Nicolás Maduro sobre la pérdida de los derechos de vuelo en Venezuela si no retomaban sus operaciones, canceladas desde principios de esta semana por una cuestión de seguridad. Fuentes de las tres aerolíneas insisten en que la integridad de los viajeros y de los propios aviones está por encima de cualquier otra consideración, por lo que siguen al pie de la letra la recomendación de la Agencia Española de Seguridad Aérea (Aesa), emitida el lunes 24, de no volar al país latinoamericano. El riesgo está en el potente despliegue militar de Estados Unidos al sur del Caribe en la cruzada de la Administración Trump contra el narcotráfico.
“Hasta el 1 de diciembre se recomienda fuertemente a los operadores aéreos civiles españoles no realizar ningún vuelo en el espacio aéreo dentro del FIR Maiquetía, debido al potencial riesgo para la aviación civil por aumento de actividad militar, armas antiaéreas capaces a todas las altitudes y falta de coordinación entre las partes del conflicto”, indicó la Aesa a las operadoras aéreas. La suspensión de los vuelos ha sido respaldada por el propio ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien circunscribió la situación a una cuestión de seguridad, sin mayores consideraciones políticas.
Solo Iberia ha visto afectadas 3.000 reservas desde que anunciara su decisión de cerrar temporalmente la ruta Madrid-Caracas hasta el 1 de diciembre. La cifra de viajeros afectados sube hasta los 6.000 si se tienen en cuenta los billetes vendidos por Air Europa y Plus Ultra. La recomendación de seguridad de la Aesa, dependiente del Ministerio de Transportes, llegó a las aerolíneas después de que el viernes fuera la Autoridad Federal de Aviación Civil de Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés) la que aconsejara no cruzar el cielo venezolano y el sur del caribe, área que comprende la Región de Información de Vuelo (FIR) de Maiquetía.
La primera lectura del régimen de Nicolás Maduro fue la de un intento de su rival estadounidense de aislar al país. Después se sumó España en la consideración de alto riesgo para el sobrevuelo de Venezuela, en respaldo a sus aerolíneas. Y la asociación Iata hizo un llamamiento al Gobierno de Maduro y su Instituto de Aviación Civil (INAC) para que no tomaran represalias contra las compañías.
Avanzada la tarde en España no hay noticias sobre medidas contra los intereses de Iberia, Air Europa, Plus Ultra, ni de otras compañías internacionales que han tomado la determinación de dejar sus aviones en tierra en las conexiones con Venezuela. Entre ellas figuran la portuguesa TAP, la turca Turkish Airlines, la chilena Latam o la brasileña Gol.
Desde el Ministerio venezolano de Transporte sí se ha llamado a las aerolíneas locales, Laser y Estelar, incluso a la latinomericana Latam, a lanzar mensajes de confianza y seguridad en las operaciones. Los directivos no han podido hablar de situación normal, sí de compromiso con la conectividad de Venezuela, y también mantienen cerradas las conexiones con Madrid a la vista de la luz de alarma activada por la Aesa.
El plazo ofrecido por el INAC para la reincorporación de los aviones a la ruta Madrid- Caracas, también desde otras geografías, fue de 48 horas y venció a las 17.00 de ayer miércoles, hora española. Ni entre las aerolíneas ni en Iata había información alguna sobre la imposición de sanciones.
En plena incertidumbre ha sido un avión de la estadounidense Eastern Airlines el que ha aterrizado en el aeropuerto Simón Bolivar Maiquetía, en las cercanías de Caracas, con 175 migrantes deportados desde EE UU. El caso ha servido al Ejecutivo de Maduro para reafirmarse en que volar a Venezuela es seguro: “Este vuelo evidencia una situación paradójica: mientras el Gobierno de Estados Unidos insta a las aerolíneas extranjeras a suspender vuelos hacia Venezuela, afectando a los pasajeros que se quedan varados en el exterior, solicita permisos especiales para operar estas rutas de repatriación con aviones estadounidenses”, se ha indicado desde el Ministerio de Transportes. Y se insiste en que “la llegada de esta aeronave demuestra la seguridad de nuestro espacio aéreo, pese a la narrativa que quiere vender el Gobierno del Presidente Donald Trump, imponiendo restricciones a las líneas aéreas extranjeras que mantienen sobre vuelos comerciales hacia Venezuela”.
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