Ir al contenido
_
_
_
_

De YouTube al parqué: el fenómeno ‘Baby Shark’ impulsa a Pinkfong a una salida a Bolsa dorada

El estudio surcoreano, creador del éxito musical para bebés reproducido más de 16.000 millones de veces, sale a bolsa tras una demanda que multiplica por 600 la oferta de acciones inicial

El fenómeno Baby Shark ha dado un nuevo salto. La canción infantil de 90 segundos, publicada en 2016 y con más de 16.000 millones de reproducciones en YouTube, ha llevado a su creadora, la compañía surcoreana Pinkfong, a debutar este martes en el índice tecnológico Kosdaq.

La oferta pública de venta (OPV) ha recaudado unos 76.000 millones de wones (45 millones de euros al cambio actual) con la colocación de dos millones de acciones en el mercado de valores surcoreano, según informa Bloomberg. En su estreno, la acción partió de un precio de salida de 38.000 wones (0,022 euros) y llegó a dispararse un 62%, cuando alcanzó un máximo de 61.500 wones (0,036 euros) antes de cerrar en 41.550 (0,024 euros). Ese precio ha otorgado a la compañía una valoración de 596.300 millones de wones (unos 350 millones de euros).

La valoración de la empresa se estima multiplicando el precio de la acción por el número total de acciones existentes, incluidas las que permanecen en manos de fundadores e inversores previos y no salen a bolsa. La demanda en el parqué ha superado con creces la oferta de Pinkfong: los inversores solicitaron más de 600 veces el número de acciones disponibles, lo que permitió fijar el precio de salida en la parte alta del rango.

El modelo de negocio de la compañía se centra en crear vídeos cortos y pegadizos para YouTube, plataformas de streaming, televisión y aplicaciones móviles. Una vez que estas canciones ganan tracción, la compañía las monetiza a través de publicidad, regalías de plataformas digitales, licencias y merchandising, además de espectáculos en vivo, juegos y contenidos de mayor duración.

La decisión de Pinkfong de salir a bolsa busca pasar de ser un estudio centrado en un único éxito a convertirse en una marca diversificada de entretenimiento infantil, capaz de lanzar nuevos personajes, programas y propiedad intelectual cada año. Según Bloomberg, la compañía planea utilizar los fondos obtenidos en la OPV —junto con la visibilidad que conlleva hacerse pública— para desarrollar contenido nuevo y patentable, fortalecer sus capacidades de inteligencia artificial y producción en 3D, y expandir su presencia en mercados clave del extranjero, como Estados Unidos, Japón, Europa, Sudamérica, y el sudeste asiático.

Casi una década después, Baby Shark sigue generando reproducciones. Sin embargo, Pinkfong ha tenido dificultades para replicar el éxito de ese hit, con canciones como Penguin Dance, que acumula 125 millones de visualizaciones. Aunque siguen siendo cifras al alcance de muy pocos, no se equiparan a las reproducciones de su principal éxito musical.

La canción infantil no es nueva: se remonta a un canto popular de campamento de hace un siglo, pero la versión de Pinkfong la reinventó con animación, letras sencillas en inglés y un gancho al estilo K-pop, un género de música pop de Corea del Sur, caracterizado por ritmos pegadizos, coreografías llamativas y producciones visuales muy cuidadas. El vídeo de Baby Shark muestra a tiburones bebés animados y a dos niños realizando gestos con las manos que imitan a las aletas y las mandíbulas de los escualos, acompañados del estribillo que se repite sin parar: “doo-doo-doo-doo-doo-doo”.

La canción se difundió primero por Asia antes de explotar, a escala mundial, entre 2017 y 2018. Tuvo un fuerte impulso por el desafío #BabySharkChallenge en redes sociales, que invitaba a niños, padres e incluso celebridades a grabarse bailando la canción y compartir los vídeos en línea.

La empresa tras este éxito global fue fundada en 2010 por Kim Min-seok y Son Dongwoo, sus actuales consejero delegado y director tecnológico, repectivamente. Las primeras inversiones y acuerdos de distribución se consiguieron a través de Samsung Publishing Co., dirigida por el padre de Kim, que antes de la OPV poseía un 16,8 % de Pinkfong.

La fortuna familiar se estima en unos 246.000 millones de wones (145 millones de euros) al precio de la OPV, buena parte gracias al éxito de la canción Baby Shark Dance. La riqueza individual de Kim se calcula en unos 97.300 millones de wones (57 millones de euros), lo que refleja sus participaciones del 18 % en Pinkfong antes de la OPV y en Samsung Publishing.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

_
_