Marian Otamendi (World Football Summit): “El fútbol tiene el reto de normalizar que haya presidentas y directoras generales”
El congreso reúne a más de 100 figuras de la industria del fútbol este miércoles y jueves en Madrid


Nueve años después de su primera edición, el World Fotball Summit se ha convertido en un punto de referencia para lo que, en los últimos años, se ha bautizado como la “industria” del fútbol, es decir, todo lo que tiene que ver con el negocio y la profesionalización del deporte rey. Un sector que genera miles de millones de euros y que en el caso español parece haber olvidado los tiempos de las deudas con la Agencia Tributaria y los concursos de acreedores. “Hoy es mucho más estable, económica y financieramente”, dice Marian Otamendi (Pamplona, 1974), cofundadora y consejera delegada del evento, que se desarrollará en Madrid durante este miércoles y jueves con más de 100 ponentes. Desde su creación, son 30 los eventos realizados en cuatro continentes y ha ganado peso internacional: el 60% de los asistentes vendrán del exterior.
Pregunta. ¿Cómo ve la evolución de la industria del fútbol en estos últimos nueve años?
Respuesta. Hemos visto un grandísimo crecimiento, un proceso de profesionalización a todos los niveles que todavía continúa. Los clubes de futbol están creciendo mucho en estructura y en capacitación de todos los cuadros. La industria del futbol sigue siendo una gran desconocida, porque sigue viéndose como opuesta a ese fútbol más romántico que el aficionado tiene en mente, y no se valora tanto todo lo que aporta a los clubes esa profesionalización: fichar mejor talento, tener mejores estadios...
P. ¿Son incompatibles negocio y la vinculación de la afición?
R. Los goles, la emoción y la pasión son el ADN del fútbol, y no están reñidos con la parte de negocio. En nuestra opinión van de la mano, y lo que debe tener en cuenta esa industria más profesionalizada es que trabajamos con emociones y la pasión del fan, y eso se sigue cuidando.
P. Cuando nace el congreso, el fútbol español tiene reciente una etapa de endeudamiento y quiebras.
R. Ahora lo vemos económica y financieramente mucho más estable. Se está consiguiendo que sea un modelo de negocio sostenible, que es lo importante, continuado en el tiempo, y en eso se han dado grandes pasos.
P. ¿Llegará un día en que los clubes españoles puedan sobrevivir sin los controles económicos?
R. El control económico de LaLiga le ha venido muy bien al fútbol español. Teníamos clubes antes en concurso de acreedores, y eso ya es historia. Sí que hay ligas con controles inferiores, que pueden dar lugar a un desnivel en la competencia porque las reglas son distintas. Las reglas se quedarán, pero evolucionarán, y probablemente habrá una armonización entre las ligas europeas para que sean comunes para todos.
La industria del fútbol sigue siendo una gran desconocida, porque se ve como opuesta a al fútbol que el aficionado tiene en mente
P. El fútbol profesional es robusto, pero hay grandes brechas con los clubes y categorías más bajas.
R. Es uno de los mayores retos que tiene el fútbol: cómo hacer que el nivel competitivo se mantenga y las brechas se vayan acortando. Los grandes siempre serán los grandes, pero la brecha no, porque desmerece mucho desde el punto de vista del espectador y afecta al nivel de la competición.
P. ¿Un reparto más equitativo de los derechos, como el modelo de la Premier, podría ser una solución?
R. Un gran reto es acortar el valor de los derechos de televisión con la Premier League, pero llevan muchos años de ventaja y llegan a los países de la Commonwealth, con millones de fans y en mercados muy ricos.
P. Vemos interés inversor por clubes españoles, con el Atlético de Madrid como ejemplo más reciente. ¿Son atractivos para la inversión?
R. Es evidente, porque el dinero solo va allí donde piensa que va a obtener retorno. A veces, los fondos o la inversión extranjera se ven de forma negativa. Estos también tienen la tarea de integrarse con la idiosincrasia del club. Que el aficionado no sienta que le están alienando su club de toda la vida.

P. LaLiga y sus socios han puesto el problema de la piratería en primera línea. ¿Es un problema de legislación, de educación, o de precios?
R. Es un tema muy complicado. La piratería es un fraude, es un robo a alguien que tiene una propiedad legítima. Hay muchas voces que dicen también que, según se ha ido subiendo el precio de los paquetes, menos gente haya decidido no pagar. Por ejemplo, en hostelería, que ha caído mucho. Quizá haya que revisar el precio a partir del cual se desengancha el seguidor. Pero la piratería, como fraude de ley que es, hay que perseguirla.
P. ¿Lo tiene fácil el aficionado para seguir a su equipo?
R. El fútbol forma parte de una industria mayor, que es la del entretenimiento, y el aficionado tiene más oferta de la que tenía hace muchos años: más deportes, más plataformas... Los productos se tienen que ir sofisticando para no perder ese atractivo.
P. LaLiga va a celebrar su primer partido fuera de España, en Miami. ¿Es un paso que no tiene marcha atrás?
R. Lo que es seguro es que es una tendencia clara. La NBA o la NFL han trabajado el mercado internacional llevando partidos a otros países. Todas las ligas están pasando por ese proceso. Es una buena forma de darse a conocer en otros mercados, sabiendo que la mayor oportunidad de crecimiento de los clubes es la parte internacional.
P. La última asamblea de la ECA ha sido testigo del acercamiento del Barcelona a la UEFA y su alejamiento de la Superliga. ¿Está más próxima la paz en el sector?
R. Yo creo que si, y es algo deseable. Muchas veces el futbol ha sido penalizado por las guerras entre los distintos agentes y eso no es bueno. Me parecería una buena noticia esa conciliación entre las partes y que todos se sienten en la misma mesa.
P. Esa mesa está llena de hombres. ¿Hay un problema de machismo en el fútbol?
R. No diría machismo, pero claramente es un sector muy masculinizado, y la falta de diversidad de género también impacta en la cuenta de resultados. Es una asignatura pendiente. Vemos cada vez más cargos intermedios ocupados por mujeres, y ahora el gran reto es que normalicemos que haya presidentas y directoras generales. Ahora una chica joven ve un palco de un estadio de fútbol y no ve espacio para ella.
P. El fútbol femenino va ganando referentes sobre el césped, pero en términos económicos parece avanzar más despacio.
R. Sin duda que avanza, pero el fútbol femenino tiene que encontrar su propio modelo, no necesariamente copiando al masculino, y que sea sostenible. Lo encontrará. Es entrar en el círculo virtuoso de mayores audiencias, más patrocinadores, mayores accesos al aficionado... No se consigue de la noche a la mañana.
Sobre la firma


