Juan Roig simplifica la gestión del Roig Arena y concentra su explotación en una sola empresa
Absorbe la sociedad Valencia 5 Estrellas, de la que adquirió el 49% del capital a finales del año pasado

Juan Roig ya ha definido cómo abordará la gestión del pabellón multiusos que lleva su nombre y que, a partir del próximo mes de septiembre, iniciará su actividad en Valencia. El empresario, que cubre el coste de una obra que superará los 300 millones de euros, ha decidido simplificar todo lo relacionado con la explotación del recinto y canalizar la misma a través de una sola empresa, Licampa 1617, la misma bajo la que inició el proyecto.
Esta absorberá la otra sociedad a través de la que, hasta ahora, se estaba gestionando la explotación comercial del Roig Arena, incluidos los últimos patrocinios anunciados con empresas como Heineken, Coca-Cola, Caixabank o LG. Se trata de Valencia 5 Estrellas, empresa de la que Roig, a través de la propia Licampa, pasó a controlar el 100% en noviembre del año pasado, tras adquirir el paquete del 49% que no tenía bajo su propiedad. El proyecto de fusión, publicado este martes en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME), fue aprobado en junta extraordinaria de accionistas el pasado 5 de junio.
Ese porcentaje del 49% estaba en manos de la mercantil Arena Alive SL, tras la que se encontraban los organizadores del festival Arenal Sound, y que se asociaron con Roig en 2020 para la futura explotación del pabellón. Finalmente, los socios alejaron sus caminos a menos de un año de la inauguración del Roig Arena. Licampa no ha detallado el importe de la transacción, aunque sus cuentas anuales de 2024 dejaban alguna pista. En ellas, cifraba el coste en libros de la participación en Valencia 5 Estrellas en 6,58 millones de euros, cuando un año antes era de 173.000 euros, aunque desde la sociedad de Roig se indica que esa cifra no corresponde con la adquisición de ese 49%.
Al cerrar la transacción, el equipo gestor del Roig Arena, que lidera su director general Víctor Sendra, ya avisó del inicio de un “proceso de reestructuración” de la sociedad adquirida, “con el objetivo de analizar la estructura societaria definitiva que quedará para la gestión” del recinto. Tras adquirirla, Licampa aplicó unos deterioros contables sobre esta empresa que provocaron que cerrara el ejercicio con una pérdida neta de 3,5 millones.
Ese análisis se ha cerrado en las últimas semanas, llegando a la conclusión de que la mejor solución es su absorción por parte de Licampa con el objetivo de “ser más ágiles en la operativa”, se explica desde la sociedad de Juan Roig.
Desde esta se subraya que la fusión no afecta a la explotación del Roig Arena: “El equipo seguirá siendo el mismo, y la planificación y el calendario continúan tal y como estaban previstos”, se añade desde Licampa.
El pabellón multiusos que sufraga Roig ha entrado ya en la fase final de las obras. Su inauguración oficial está fijada para el 6 de septiembre, con un concierto homenaje a Nino Bravo, al que seguirán otros de artistas como Camilo, Manuel Carrasco o Sebastián Yatra durante ese mismo mes.
El coste final del Roig Arena superará los 300 millones de euros. Como publicó este periódico el 28 de mayo, el presidente de Mercadona tiene previsto realizar nuevas aportaciones de fondos con los que financiar los últimos trabajos. Hasta el 31 de diciembre de 2024, Roig había destinado un total de 280 millones a la infraestructura, como muestra la memoria anual de Licampa 1617, cantidad a la que llegó a través de ampliaciones de capital e inyecciones directas de fondos. Solo el año pasado entregó 40 millones.
El Roig Arena es la mayor iniciativa emprendida por Roig, presidente y máximo accionista de Mercadona, a través del llamado “proyecto legado”, que desarrolla junto a su mujer y vicepresidenta de la compañía de supermercados, Hortensia Herrero, con iniciativas de mecenazgo. Este se asienta sobre una parcela de suelo público de 21.500 metros cuadrados, con una concesión inicial de uso de 50 años, prorrogable por otros 25. Pasado ese periodo, las instalaciones revertirán al Ayuntamiento de Valencia. Contará con un aforo que podrá alcanzar los 20.000 espectadores en algunos conciertos, según la ubicación del escenario, y superará los 15.000 en los partidos de baloncesto del Valencia Basket, también propiedad de Juan Roig.
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