Prophero se lanza a por grandes patrimonios dispuestos a invertir en edificios de viviendas para alquiler
Crea un nuevo departamento para captar inversores que quieran destinar desde un millón de euros. El objetivo es que represente entre el 50% y el 70% de los 100 millones de euros que prevé facturar en 2027


Prophero, la startup hispano-australiana fundada y dirigida por Mickael Roger y Pablo Gil a mediados de 2021 que buscaba pequeños inversores con un ticket medio de 100.000 euros que quisieran invertir en vivienda para alquiler fuera de los grandes núcleos de población, se dispone a revolucionar su estrategia solo cuatro años después de su nacimiento.
La compañía, que alcanzó el año pasado su primer beneficio operativo y que cerró con una facturación de 30 millones de euros, estaba hasta ahora centrada en la búsqueda de inversores particulares que apostaran por la compra de viviendas, a cambio de una rentabilidad media anual del 7% tras una reforma para sacarlas al mercado del alquiler, siempre delegando toda la gestión (búsqueda del activo, localización del inquilino y trámites ligados al alquiler) en Prophero. Gil destaca que la gran diferencia frente a otras compañías es que el análisis de oportunidades se hace a través de big data en zonas poco saturadas como Comunidad Valenciana, Aragón o Castilla-La Mancha, con elevado potencial de crecimiento.
La compañía se dispone ahora a dar otro salto en su expansión con el lanzamiento de un nuevo departamento, denominado Wealth, cuyo principal objetivo es captar grandes patrimonios, con un ticket medio desde un millón de euros, que estén interesados en invertir en grandes edificios para reformarlos y posteriormente venderlos a cambio de una rentabilidad que oscilará entre el 15% y el 20%. El objetivo es ofrecer las viviendas que surjan de esas reformas a los inversores particulares que ya han realizado previamente alguna operación con Prophero, con el fin de que estos inmuebles pasen directamente al mercado del alquiler.
Al frente de este departamento ha puesto a Albert Peguera Segarra, con amplia experiencia en compañías como Balio, Viena, Mango o el Institut Català del Sòl (Incasol). “Nuestro principal objetivo es presentar a los inversores los proyectos, situados en las mismas zonas, pero que ahora van a ser edificios enteros. Ese inversor tendrá que poner un capital inicial y nosotros nos convertiremos en promotores delegados del proyecto, a cambio de la citada rentabilidad durante los seis o nueve meses que se prolongue la reforma”, señala en una entrevista con Cinco Días.
Peguera destaca que ya tienen una docena de proyectos en marcha a través del servicio de Wealth, todos ellos edificios para reformar, pero que también están analizando solares e incluso barrios enteros para su posterior comercialización. En su opinión, existe una demanda muy elevada de grandes patrimonios dispuestos a invertir en vivienda, siempre y cuando se les libere de las cargas y las responsabilidades de la promoción. “Prophero se encarga desde la compra del activo y la obtención de licencias hasta la reforma, la legalización, la segregación y la venta posterior de las unidades resultante a través de su cartera de inversores”. El objetivo, tal y como asegura Segarra, es que la nueva división represente entre el 50% y el 70% de la facturación de la compañía en dos años. La startup, que cerró el pasado mes de febrero una ronda de financiación de 16 millones de euros liderada por el fondo australiano Bailador, prevé más que triplicar su facturación en los próximos tres años y cerrar 2027 con una cifra de negocio de 100 millones de euros, lo que implicaría que la nueva división de Wealth alcanzaría una facturación de entre 50 y 70 millones de euros para esa fecha.
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