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María Victoria Zingoni, la ejecutiva que no creyó a su jefe

Consejerera delegada de GE Vernova Power, área principal de la división energética del gigante General Electric, apuesta por reactores de pequeño tamaño en pleno debate nuclear

Santiago Carcar
María Victoria Zingoni, durante su etapa en Repsol.

María Victoria (Maví) Zingoni, ejecutiva de ascendencia italoespañola, nació en Buenos Aires (Argentina) hace 51 años, creció en la Patagonia, estudió en Neuquén y Chicago (EE UU) y ha trabajado en el negocio de la energía en Argentina, España, EE UU y Canadá. Pero si el poeta Rilke tenía razón y la verdadera patria es la infancia, la consejera delegada de GE Vernova Power, la pata energética del gigante estadounidense General Electric, pertenece para siempre a un pequeño pueblo de la Patagonia argentina, Rincón Chico, hoy abandonado, que cobijó a los trabajadores de la presa hidroeléctrica de Piedra del Águila, en la provincia de Neuquén.

Zingoni, hija de uno de los empleados en la presa -un agrimensor especializado en geodesia-, segunda de cuatro hermanos, ha triunfado en un negocio copado por hombres. No se creyó a su primer jefe en su primera gran empresa, YPF. “Me dijo, tienes todo para fracasar en la industria del petróleo”, recuerda Zingoni. “Eres joven, eres mujer, y no eres ni ingeniera ni geóloga”. Zingoni, formada en contabilidad y administración de empresas en Argentina y en EE UU -Contaduría Pública, MBA por la Universidad Austral de Buenos Aires y graduada por la Universidad de Chicago Booth School of Business- esquivó el pronóstico. Aquel jefe -Miguel Solá, recuerda su nombre- acabó siendo su Pigmalión en el negocio. Porque Zingoni tenía claro el objetivo desde su Rincón Chico. “En Neuquén ciudad había un edificio corporativo; cuando íbamos, lo miraba; era una niña y no tenía idea qué era, pero pasaba y decía: voy a ser presidenta de esa empresa. Resultó ser Baker Hughes [tecnología petrolera]”.

Maví Zingoni -”con acento en la í” remarca- no llegó a presidir la empresa del edificio de Neuquén. Pero sabe qué se ve desde la cima del negocio de la energía. La niña del poblado de Neuquén ha tocado la campanilla de las grandes salidas a Bolsa en New York, el gran mercado. Trabaja en el área desde hace más de un cuarto de siglo. En YPF primero, en Repsol -adquirida YPF- después y en General Electric desde hace tres años. Peldaño a peldaño, cargo a cargo, hasta la cima. En Repsol, la ejecutiva ha sido directora general de negocios comerciales y química; presidenta de Repsol Electricidad y Gas; miembro del comité ejecutivo de Repsol. Ha gestionado química, movilidad, gas, gas licuado y lubricantes. Más. Durante tres años -2015-2018-, por empeño del CEO de Repsol Josu Jon Imaz, se hizo cargo del downstream -transformación y venta del producto- de Repsol. Y entró en el negocio eléctrico como presidenta de la división de Repsol Electricidad.

Hoy, desde Ge Vernova Power, la directiva con pasaporte español desde hace 17 años, es una de las protagonistas de los cambios en el negocio energético. Ge Vernova Power -Ver de verde y Nova de nueva- es el área principal de la división energética de General Electric. Power se dedica al diseño, la fabricación y el mantenimiento de tecnologías de gas, nucleares, hidráulicas y de vapor. La compañía cuenta en este área con la mayor base instalada de turbinas de gas de todo el mundo, con 886 GW instalados y 2.206 GW en total en los segmentos de energía de gas, nuclear, hidráulica y de vapor. Un transatlántico empresarial a escala global en tiempos en los que el péndulo se mueve rápido.

“Las soluciones [en energía] nunca son únicas”, sostiene Zingoni. “Nos habíamos movido demasiado hacia un lado, sobre todo en Europa [en referencia a las renovables] y la propia realidad nos está diciendo, señores, hay otro camino”. “Todas las tecnologías [de generación] van a ser necesarios. Se trata de decidir cuál es el mejor mix”. Es algo que incluye la energía nuclear, una actividad que interesa -y mucho- a GE Vernova y a Zingoni. La compañía, explica su CEO, crece en el negocio de gas y en el de distribución, pero el negocio de las nucleares -en España hay debate sobre su calendario de cierre- le interesa mucho. La compañía apuesta por el desarrollo de reactores de pequeño tamaño (SMR por sus siglas en inglés). En Occidente sólo existen sobre el papel, pero GE Vernova Power cuenta con financiación para diseñarlos de tres posibles clientes en tres países distintos: Tennessee Valley Authority (EE UU); Ontario Power Generation (Canadá) y Synthos Green Energy (SGE) en Polonia.

La cima conlleva esfuerzo y también renuncia. A Maví -con acento-, aficionada a los deportes -hockey, esquí- y al psicoanálisis, le cabe la duda de si ha dedicado el tiempo suficiente a familia y amigos. Le hubiera gustado tener hijos; no pudo ser, pero compensa el pesar con conciencia y atenciones de tía malcriadora sobre media docena de sobrinos desperdigados por el mundo. Celebró por todo lo alto el paso del ecuador del medio siglo. Reunió en España a medio centenar de familiares y amigos. Un destilado de relaciones afectivas de diferentes etapas, diferentes países y diferentes empresas. Otra patria, que diría Rilke.

Sobre la firma

Santiago Carcar
Nacido en Bilbao en 1963. Periodista especializado en información económica y de empresas. Ha trabajado en prensa escrita desde 1989. Durante 24 años formó parte de la redacción de EL PAÍS. Ha formado parte también de las redacciones de Infolibre, Diario Bez y la Información (Henneo). Colaborador en medios digitales, radio y televisión.
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