Goldman Sachs reparte el cargo de responsable en España entre dos banqueros tras la salida de Díaz-Pintado
El banco estadounidense designa a Álvaro del Castaño y Juande Gómez-Villalba como corresponsables de la entidad
Goldman Sachs ya ha elegido a su nueva cúpula en España. El banco estadounidense ha designado a Álvaro del Castaño y a Juande Gómez-Villalba como corresponsables de su oficina en España, tras la salida de su histórico banquero en el país, Olaf Díaz-Pintado, según un comunicado interno remitido a la plantilla. En la oficina de Madrid trabajan actualmente unos 70 banqueros.
El banco afirma que ambos directivos mantendrán sus funciones anteriores, que ahora incrementan con el nuevo cargo. Del Castaño seguirá siendo responsable de Private Wealth Management para España y Portugal, la división de banca privada de la entidad. Ocupa este cargo desde 2003. Se unió a Goldman Sachs en 1993 como asociado y cuenta con una extensa trayectoria desarrollando el negocio de este área en el sur de Europa y Latam. Es Licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid.
Gómez-Villalba, por su parte, fue nombrado como corresponsable de banca de inversión en el país hace unas pocas semanas, junto a Gloria Carreño, que complementa también con su cargo como responsable de cobertura de clientes en España.
Gómez-Villaba se unió a Goldman Sachs en 1994 como analista y fue nombrado director general en 2006. Ha liderado algunas de las mayores salidas a bolsa que han tenido lugar en España, como la de Puig, Acciona Energía, Cellnex, Aena y Amadeus. Asimismo, ha participado en relevantes operaciones de ventas de activos por parte de grandes compañías del Ibex-35, entre ellas, la operación con la infraestructura de torres de Telefónica o la adquisición del 25% de Repsol Upstream por EIG. Es licenciado en Derecho y Administración de Empresas por ICADE.
El gigante estadounidense completa así la renovación generacional de su cúpula. Opta por incluir en el tándem a un responsable de banca privada, en línea con la apuesta que el banco viene haciendo durante los últimos años potenciando su negocio de gestión de activos y wealth management. Y repartir los poderes que antes se aglutinaban solo en un banquero de inversión. Se mantendrá en el banco también Jorge Alcover, que continuará liderando las actividades de deuda en Europa y de cobertura de clientes en Portugal.
Díaz-Pintado, mientras tanto, permanece como corresponsable de servicios de banca de inversión en EMEA (Europa, Oriente Medio y África) y pilota el negocio de empresas medianas del banco en Europa. Entre las grandes operaciones en las que ha trabajado destaca la reciente salida a Bolsa de Puig, pero también la mayor ampliación de capital de un banco en Europa, la de 7.500 millones que ejecutó el Santander en 2015; la opa de KKR, Cinven y Providence sobre MásMóvil; la salida a Bolsa de Amadeus, o la venta del negocio de torres de telefonía de Telefónica a American Tower. Actualmente destaca su trabajo en la defensa del Sabadell contra la opa hostil lanzada por el BBVA, una de las últimas operaciones en las que trabajará. Está previsto que abandone el banco tras el verano, por lo que esta transacción será previsiblemente la última que realizará en su extensa trayectoria en Goldman Sachs.
“Además de sus contribuciones comerciales, Olaf ha estado dedicado a nuestra gente y nuestra cultura, liderando y mentorizando a muchos de nuestros banqueros en toda Europa y ayudando a reclutar y desarrollar talento joven para hacer crecer nuestro negocio en la región”, afirmaba la nota interna publicada por la firma a principios de marzo, cuando se hizo público su adiós. En una entrevista concedida a CincoDías, Díaz-Pintado destacaba precisamente la cultura corporativa en este banco, uno de los más relevantes de Wall Street, como la clave de su éxito. En concreto, destacaba, entre otros asuntos, el sistema de socios que cuenta la entidad.
“Esto supone que los socios, unos 400 altos ejecutivos o 1% de la plantilla, dirigen los negocios del banco y actúan como dueños y emprendedores, igual que hacían cuando el 100% del capital del banco estaba en sus manos antes de su salida a Bolsa en 1999. El resto de ejecutivos también se implica al máximo en el negocio en una estructura plana y poco jerárquica con mentalidad de equipo y de propiedad, sacrificando el interés personal inmediato en favor del interés colectivo y de los clientes a largo plazo”, explicaba.
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