Armas Trasmediterránea se impone en los tribunales a Acciona, Caixa, Santander y Sabadell con su plan antiquiebra
La Audiencia Provincial de Las Palmas avala su saneamiento financiero, con la quita de casi 300 millones de deuda
La reestructuración financiera de Armas Trasmediterránea, que pasó por una quita de casi 300 millones de deuda, ha sido avalada por la justicia al tumbarse la impugnación de Acciona (minoritario entre los acreedores), Caixabank, Santander, Sabadell e ICO, que actuó como avalista ante las tres entidades anteriores. La naviera, que ha tenido su salvavidas en el aire durante un año, ha obtenido el respaldo de la Audiencia Provincial de Las Palmas, que desestima la denuncia de los acreedores sin que quepa la posibilidad de recurso.
El tribunal canario mantiene tanto la homologación de la deuda como el plan de viabilidad, que ya obtuvo el visto bueno del Juzgado de lo Mercantil Número 3 de Las Palmas de Gran Canaria en diciembre de 2023. En un nuevo paso judicial, la Audiencia Provincial de Las Palmas hizo público ayer el fallo por el que se rechazan los argumentos del grupo de acreedores por inconsistentes. El auto está firmado por los jueces Juan José Cobo Plana, Jesús Ángel Suárez Ramos y Guzmán Eliseo Savirón Díez.
Armas, que se hizo con Trasmediterránea en octubre de 2017 de manos de Acciona por 260 millones, en una operación que acabó siendo sancionada por la CNMC, precisó posteriormente un plan de saneamiento en el que la deuda se redujo de 483 a 193 millones de euros a través de una capitalización. De este modo, se trató de asegurar la viabilidad de la compañía una vez que los bonistas, entre ellos JP Morgan, Bain Capital, Barings y Cheney Capital, se hicieron con el 94% del grupo, mientras que la familia canaria Armas, fundadora de la empresa, bajaba al 6%. Además de recorte se prorrogó el vencimiento de saldo vivo de la deuda hasta diciembre de 2026.
Conocido el fallo, desde Armas se argumenta que la decisión judicial da continuidad a los objetivos de mejora de la eficiencia operativa y de la posición financiera. También se da por asegurada la viabilidad de la naviera a largo plazo con la ejecución de un plan de transformación que pasa por un nuevo modelo de gestión de la flota, con la optimización de rutas y buques, y el uso de biocombustibles para la reducción de emisiones.
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