Gestamp sufre la crisis de automoción y cae un 33% en beneficios
El grupo gana 188 millones y mantiene sus inversiones para crecer en Norteamérica

La crisis que vive la industria de automoción ha impactado en el balance de Gestamp en 2024. El grupo de la familia Riberas ganó 188 millones netos, un 33% menos que en 2023. El resultado también quedó minorizado por el Plan Phoenix por una partida de 25 millones para intentar ampliar y mejorar la rentabilidad de su negocio en Norteamérica. En esta zona quiere alcanzar un margen ebitda (beneficio bruto de explotación) sobre ventas de doble dígito en 2026, frente al 7% conseguido el ejercicio anterior. Phoenix incluye la reestructuración de tres plantas en esa zona con unos costes estimados para 2025 en 48 millones y otros de 20 millones para 2026.
El fabricante de componentes para la industria de las cuatro ruedas logró mantener su volumen de negocio por encima de los 12.000 millones, pero con una bajada de las ventas del 2,22%. Desde la corporación destacan que el nivel de apalancamiento es el más bajo desde la salida a Bolsa hace casi ocho años. La deuda financiera neta (DFN) alcanzó los 2.097 millones, un 1,89% más y equivalente a 1,6 veces al ebitda. Este resultado operativo, clave para medir el nivel de rentabilidad en la industria, fue de 1.294 millones, un 5,6% menos. Su margen sobre ventas quedó en 10,8%, en niveles similares a los de 2023. La generación de caja fue de 134 millones, excluyendo el impacto del Plan Phoenix en el balance.
Francisco Riberas, presidente ejecutivo de Gestamp, ha manifestado que “pese a haber vivido uno de los entornos más adversos de los últimos años como sector, los resultados de 2024 vuelven a mostrar nuestra fortaleza financiera, así como el éxito de nuestro modelo de negocio para adaptarnos a un entorno exigente e incierto, en el que los volúmenes de producción de vehículos continúan bajando”. La fabricación mundial de vehículos cayó el año pasado un 1,1%, hasta 89,4 millones de unidades, en niveles similares a los de 2019, en la etapa anterior a la pandemia que estalló en 2020.
Para 2025, Riberas ha destacado que se mantiene un escenario de incertidumbre y volatilidad, “con un crecimiento limitado del mercado”. Desde el grupo seguirán buscando “nuevas oportunidades de generación de valor”. La diversificación geográfica y tecnológica juega a favor de Gestamp, que así ha esquivado en parte el desplome de la demanda de coches en Europa, con tres millones menos de matriculaciones en 2024. El vehículo eléctrico concentra el 20% de las ventas de Gestamp, sobre todo por el negocio generado por Europa y Norteamérica. La crisis del sector también propició la ralentización de este segmento por una demanda más baja de los esperado.
Gestamp confía en que la producción mundial de vehículos se mantenga este año en el citado volumen de 89 millones de unidades. Con un nivel de apalancamiento en 2025 similar al del ejercicio anterior, en base a una estrategia de contención de costes. Su cartera de pedidos para el próximo lustro alcanza un importe de 51,1 millones.
Con fábricas en 24 países donde opera con 115 centros, ampliará su red industrial con otras cinco plantas que están en construcción. Esta presencia internacional jugó en su contra en 2024 por la fluctuación negativa de las divisas a la hora de consolidar los ingresos en el balance. diversidad. El grupo tiene 13 centros de investigación y más de 43.000 trabajadores.