Laboral Kutxa ampliará su red de oficinas en Madrid y Barcelona
El presidente, Adolfo Plaza, cree que la remuneración del ahorro debe estar “acompasada” a la política de tipos del BCE
Laboral Kutxa quiere más negocio en Madrid y Barcelona y ampliará su red de oficinas en ambas provincias, sobre todo en los municipios próximos a sus capitales, donde está al al alza la contratación de créditos hipotecarios. La entidad cooperativa de crédito está presente en nueve comunidades autónomas con 295 sucursales, de ellas 210 en País Vasco y Navarra, sus mercados principales y donde controla una cuota del 20% en los préstamos para la compra de viviendas. En Barcelona tiene una presencia “testimonial” con cuatro oficinas. La identidad cooperativa de Laboral Kutxa puede ayudarle a crecer en Cataluña, donde está más extendida la cultura de las empresas de economía social, según su presidente Adolfo Plaza.
En el caso de Madrid, con una quincena de sucursales, el plan pasa por ganar cuota en los segmentos de financiación a empresas, hipotecarios y servicios de inversión. La entidad integrada en Corporación Mondragón tiene recursos suficientes para abordar las inversiones que requiere este despliegue. Parte de los nuevos empleados que se incorporen al grupo por el mismo tendrán la opción de convertirse en cooperativistas. En Madrid no descarta alianzas con terceros para captar clientes.
En un encuentro en San Sebastián organizado por Deusto Business Alumni en colaboración con PwC, Plaza señaló que la remuneración del ahorro debe estar “acompasada” con las políticas del Banco Central Europeo (BCE) en relación con los tipos de interés. En el sentido de que si el regulador los baja y propicia un mayor margen de rentabilidad a los bancos por la mayor contratación de préstamos, las entidades deben mejorar la retribución de los depósitos a plazo. En resumen, planteó “una ortodoxia de precios” para la citada remuneración del pasivo.
Laboral Kutxa estará atenta a las oportunidades de negocio que puedan surgir de la opa lanzada por BBVA sobre Sabadell, unas operaciones ante las que los clientes responden a veces con una adecuación de la cartera de entidades con las que trabajan, en su opinión.
En su intervención, Plaza insistió en que su equipo trabaja para mejorar el legado dejado por sus antecesores y así dejar una cooperativa en mejores condiciones para los próximos dirigentes. En Laboral Kutxa, la proporción entre el que menos gana y el que tiene más sueldo es de 1 a 7. El 25% de los resultados se destinan a retribuir a los socios y otro 50% pasa a reservas para reforzar el balance. El 25% restante se dedica a fines sociales, relacionados con la órbita cooperativa. Para 2025, el grupo aspira a lograr una rentabilidad sobre activos del 12%.
La división de seguros de Laboral Kutxa está organizada en torno a dos filiales propias, puesto que la entidad no tiene alianzas con grupo del sector. En esta división trabajan 200 personas, que logran un nivel de retención de clientes del 20%, entre los más altos en este negocio en España. En ciberseguridad, la entidad busca el apoyo del centro tecnológico Ikerlan, integrado en Corporación Mondragón, para mejorar su blindaje ante los ataques de los piratas informáticos. El 25% de los clientes de Laboral Kutxa conecta por internet con los gestores que tienen asignados. Y más del 50% de las operaciones de la banca on line son realizadas por los mismo clientes.
Laboral Kutxa apuesta por una red comercial de grandes oficinas con equipos humanos preparados para dar respuesta a toda la oferta de servicios. Desde seguros a servicios de ahorro, pasando por financiación a empresas y autónomos.
