Goldman Sachs eleva a más de 2.500 millones las ventas que Repsol ejecutará el próximo año
Los analistas del banco de inversión destacan que la energética es la compañía del sector con más oportunidades de desinversión y rotación de activos en 2025
Los analistas de Goldman Sachs otorgan un alto potencial a Repsol por su capacidad para hacer desinversiones y rotar activos en 2025. Según un informe del pasado 9 de diciembre firmado por su analista jefe, al que ha tenido acceso Cinco Días, Repsol es la petrolera con oportunidades de desinversión más significativas por encima de BP y ENI y muy destacada respecto a Saudí Aramco, Equinor, Shell o Galp. En los próximos años, Goldman ve oportunidades de desinversión para la energética española equivalente al 43% de la cotización de la petrolera (13.400 millones de euros).
“Estimamos que la empresa puede realizar desinversiones de alto múltiplo por hasta 2.700 millones de dólares (2.570 millones de euros al cambio actual) en los próximos doce meses, en energías renovables y campos en desarrollo”, sostienen los expertos del banco de inversión estadounidense en relación a su proyección solo para el ejercicio que está a punto de comenzar.
Goldman Sachs detalla el impacto que estas ventas podrían tener para la reducción de su endeudamiento: “En conjunto, la compañía espera finalizar la desinversión de participaciones en proyectos renovables en EE UU, lo que indica un impacto global en su deuda neta de 1.100-1.200 millones de euros a finales de 2024 o principios de 2025. A esto se sumarán las desinversiones de participaciones minoritarias en España, según Repsol, con un impacto potencial en la deuda neta de 300-400 millones de euros”, explica el informe.
“En exploración y producción, Repsol ya ha vendido activos en Canadá, ha considerado desinvertir en Alaska y Noruega y ha abandonado operaciones en países como Vietnam, Malasia y Rusia, concentrándose en regiones clave como Estados Unidos y Brasil. En su división baja en carbono, la compañía está llevando a cabo una rotación de activos y está desinvirtiendo participaciones minoritarias en proyectos de energías renovables en Estados Unidos, España y Chile”, revela la casa de análisis americana, cuyos análisis provocan una importante influencia en el mercado.
Además del impacto en deuda, la compañía dirigida por Josu Jon Imaz destina esos fondos obtenidos para acelerar su desarrollo en negocios de bajas emisiones, detalla Goldman Sachs. El elevado nivel de dividendo que ofrece la empresa le obliga a tirar de otros recursos para financiar el crecimiento sin tener que endeudarse, de ahí también la rotación de activos.
“El consejero delegado de Repsol ha anunciado que la compañía tiene un claro compromiso con las desinversiones, con la rotación de activos en negocios bajos en carbono. La compañía prevé realizar desinversiones en activos renovables entre finales de 2024 y 2025. Repsol anunció que ya está en proceso de rotación de cerca de 800 MW en Estados Unidos, incluidos proyectos como Jicarilla 1,2 y Frye Solar, y de cerca de 450 MW en España, que espera cerrar a finales de este año o en el primer trimestre de 2025. A continuación, la compañía tiene previsto rotar su planta solar Outpost, con 629 MW de capacidad en Estados Unidos, seguida de los cerca de 400-500 MW adicionales en España, producidos por PI Wind y Delta 2”.
También se centra en la venta de activos de exploración y producción de petróleo. Además de las ventas ya realizadas, Goldman Sachs explica que “Repsol posee una participación del 49% en Pikka, junto con su socio Santos, y ha declarado que está explorando la venta de una participación minoritaria en el activo” y añade: “Estimamos que el valor de Pikka se encuentra en un rango de aproximadamente 1.200 millones a 5.300 millones de dólares, con un punto medio ilustrativo de 2.900 millones de dólares, asumiendo un costo de capital del 10% y un precio del barril de Brent a largo plazo de 80 dólares/barril, lo que resulta en una posible oportunidad de desinversión de 200 a 800 millones de dólares (entre 190 y 763 millones de euros) para la venta de una participación del 15% (Repsol ha hablado sobre una posible venta del 15%)”.
En cuanto a las operaciones de desinversión en el negocio petrolero, Goldman Sachs recuerda la trayectoria reciente de la compañía y explica que “las desinversiones notables de Repsol incluyen la venta de una participación del 25% en su negocio upstream a EIG Partners en 2022. Además, Repsol ha explorado la venta de participaciones minoritarias en activos como Eagle Ford en Texas y el proyecto Pikka en Alaska, con el objetivo de agilizar las operaciones y centrarse en los activos principales. En noviembre de 2024, Repsol anunció que había acordado vender sus activos de producción de petróleo y gas en Colombia a Geopark por 530 millones de dólares (505 millones de euros). Los activos incluyen la operación de extracción de petróleo de Repsol en el centro de Colombia y una participación del 25% en SierraCol Energia Arauca. Los dos activos pueden producir 16.000 barriles equivalentes por día”.
Igualmente, el informe repara en que la propia empresa tiene intención de sacar a bolsa su filial de exploración y producción en 2026. Todo el capital obtenido con las ventas le permite acelerar las inversiones en transición verde. El plan estratégico contempla inversiones de entre 16.000 y 19.000 millones de euros.
Al margen de todo lo anterior, Repsol está también sondeando la posibilidad de dar entrada a un nuevo socio en su filial de renovables. Actualmente, la energética negocia con Saudí Aramco, que podría adquirir un 25% del capital de esta firma. No obstante, las negociaciones son lentas y tampoco hay certeza de que finalmente esta operación vaya a salir adelante. Repsol ya vendió un 25% de su filial de renovables a los fondos EIP y Crédit Agricole. Sea como fuere, aún mantendría el control de la empresa con más del 50% de la misma. Esto podría inyectar a la energética otros cerca de 1.000 millones de euros.