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Los fondos ‘science equity’ se pronuncian: la industria tecnológica española necesitará 100.000 millones

Las gestoras del sector defienden la necesidad de trasladar la actividad de I+D a la economía real. Consideran que es clave impulsar la industria manufacturera

Santiago Millán
Alberto Díaz, fundador de BeAble, y Félix Zamora, vicerrector de Transferencia, Innovación y Cultura de la UAM
Alberto Díaz, fundador de BeAble, y Félix Zamora, vicerrector de Transferencia, Innovación y Cultura de la UAMFoto cedida por la empresa

Los grandes fondos europeos e internacionales del área de science equity, que invierten en startups disruptivas, creen que España, a pesar de ser una potencia en la producción científica, precisa de más de 100.000 millones de euros para impulsar el ecosistema startup del deep science, clave para el desarrollo de la industria tecnológica.

Este capital podría ser la base para crear una nueva industria en la España vacía, además de abarcar sectores estratégicos para el avance de la economía y la competitividad a nivel global para los principales sectores de la energía, salud, economía circular y medioambiente, según explica Alberto Díaz, socio-fundador de BeAble Capital y CEO del foro científico e industrial S4i 2025.

“En España, la industria manufacturera supone sólo algo más del 11% de la economía nacional, sin embargo, con una acción coordinada de sus recursos I+D, de transferencia de tecnología, de inversión especializada y de análisis estratégico, seleccionando aquellas industrias en las que tenemos una oportunidad para ser verdaderamente competitivos a nivel global, España puede pasar de estar a la cola a estar a la cabeza y convertirnos en una potencia tecnológica e industrial”, explica este experto, quien añade que, a día de hoy, el sector manufacturero genera el 50% del trabajo cualificado en España.

En su opinión, países como Corea del Sur y Japón son claros ejemplos de que este cambio crucial es posible partiendo de economías con un nivel de innovación medio como la española y en su momento la de ambos países asiáticos.

Alberto Díaz advierte de la necesidad de trasladar la actividad en I+D a la economía real, y añade que el 20% del PIB debería venir de la industria manufacturera. En este sentido, Europa es líder mundial en deep science, aportando alrededor del 30% de la producción científica mundial, con la contribución decisiva de España que tiene un sistema científico capaz de estar en el décimo primer puesto a nivel global. “Aún ha de enfrentarse al riesgo de convertir esa actividad científica prominente en actividad económica estratégica”, dice.

Las universidades y centros de investigación juegan un papel crucial en el surgimiento de las startups de deep science, germen de la industria manufacturera más avanzada. Estas instituciones no solo generan conocimientos científicos avanzados, sino que también facilitan la creación de empresas que si se les suma el resto de los ingredientes necesarios, llevan este conocimiento al mercado.

Díaz, que advierte de que Europa está lejos de EE UU en este ámbito, afirma que la inversión de los fondos de pensiones de los países del Viejo Continente en este ámbito es mínima. El directivo cree que el science equity es clave para desarrollar una industria de base tecnológica que produzca productos tangibles listos para su comercialización. Se trata de tecnologías que transforman la ciencia en industria como la biotecnología industrial, materiales avanzados, nanotecnología, micro y nanoelectrónica, fotónica, entre otras.

En este sentido, Félix Zamora, vicerrector de Transferencia, Innovación y Cultura de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), y organizador de S4i, cree que “el capital científico desempeña un papel crucial a la hora de llevar las tecnologías que surgen de los centros de investigación y las universidades a la sociedad y S4i tiene como misión ayudar a convertir estos descubrimientos científicos en realidades industriales”.

Díaz destaca también que la gestora que dirige, BeAble Capital, es un referente en España en la búsqueda de oportunidades tecnológicas surgidas de la ciencia para invertir en ellas y transferirlas a través de la creación de startups altamente competitivas al servicio de la industria. Desde su creación en 2018 ha fundado más de 40 compañías españolas aumentando en más de un 10% la generación de empresas industriales de base científica en España.

Entre los principales fondos europeos science equity figuran Cottonwood e Innovation Industries de Holanda, FTTF y HTGF de Alemania, MITO Technology y Eureka! de Italia, Voima Ventures de Finlandia y Suecia, Act VC de Irlanda, Karista de Francia y Atlantic Bridge, con presencia en varias localizaciones.

En este sentido, Madrid acogerá a final de enero el encuentro internacional del citado foro Science for industry (S4i) 2025, donde participarán fondos science equity internacionales, además del Banco Europeo de Inversión, que ha ampliado sus actividades en estos segmentos, y startups altamente disruptivas españolas y europeas.


Sobre la firma

Santiago Millán
Es periodista de la sección de Empresas, especializado en Telecomunicaciones y Tecnología. Ha trabajado, a lo largo de su carrera, en medios de comunicación como El Economista, El Boletín y Cinco Días.
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