Lidl y Aldi asaltan el mercado español con cerca de 400 nuevas tiendas en los últimos cinco años
Los operadores alemanes de descuento acumulan inversiones millonarias en puntos de venta y logística, con nuevas plataformas cada año
Lidl y Aldi, los especialistas de los supermercados de descuento, avanzan con fuerza en su estrategia de convertirse en actores relevantes de la distribución alimentaria española. Dos gigantes alemanes que han identificado el mercado nacional como propicio para extender su modelo de negocio, basado en unos márgenes muy ajustados y una apuesta mayoritaria por las marcas propias, con inversiones millonarias en los últimos años para extender su parque de tiendas y también su red logística.
Entre 2020 y 2024, ambos incluidos, las dos compañías han abierto cerca de 400 nuevos establecimientos en España. En concreto 370, según la información que cada año Lidl y Aldi publican sobre sus planes de expansión en el país. Las dos, que son rivales directos por su origen y por su propuesta comercial, a un ritmo muy similar.
En su caso, Lidl ha acometido unas 180 aperturas netas, es decir, sin contar cierres o reubicaciones, lo que ha elevado su red comercial por encima de los 700 establecimientos en el país. Cifra que para su equipo directivo en España “no es suficiente”, como dijo este miércoles su director de expansión e inmuebles, Imanol Zabala. Aun así, este crecimiento le ha consolidado en el tercer puesto del ranking de la distribución alimentaria española, por detrás de Mercadona y Carrefour, con una cuota de alrededor del 6,5% y, lo más importante, con un crecimiento sostenido, siendo de los pocos operadores que arañan nuevos porcentajes. Su facturación, si nada se tuerce, se situará en los 7.000 millones de euros al cierre de este ejercicio.
En los últimos cinco años, Lidl ha promediado unas 40 aperturas anuales, aunque este ritmo lo rebajó a la mitad en el año fiscal 2023-2024. “No se bajó el ritmo por voluntad propia”, dijo el propio Zabala, señalando los retrasos burocráticos para obtener las correspondientes licencias. Para el ejercicio ahora en curso, la perspectiva de la compañía es alcanzar esa cuarentena de inauguraciones, y elevar la cifra a 50 el próximo año. El objetivo a medio plazo de Lidl, que este año ha cumplido 30 años de presencia en España, será mantener ese ritmo si la burocracia se lo permite, y llegar en unos años al objetivo ansiado del millar de establecimientos. “Queremos ser la primera opción para los consumidores”, dijo Zabala. Una tarea ardua, teniendo en cuenta el dominio de Mercadona, que en la actualidad aventaja a Lidl con casi 20 puntos porcentuales de cuota.
La inversión total de Lidl en España desde 2020 ha alcanzado los 1.540 millones de euros, a una media de 300 millones al año. Ahí se incluyen también los bloques logísticos. Este año ha puesto en marcha un nuevo almacén en Constantí (Tarragona), en 2023 en Escúzar (Granada), y dos años antes en Nanclares de Oca (Álava). Para 2025 prevé la puesta en funcionamiento de otro bloque logístico en Martorell (Barcelona), que representará su mayor inversión logística: 140 millones de euros.
Aldi, por su parte, ha acelerado de manera significativa sus planes de crecimiento en España. En los últimos cuatro años también ha promediado 40 aperturas anuales, con un pico de 46 establecimientos nuevos en 2023. Este año lo cerrará con 468 puntos de venta. “La compañía ha emprendido un sólido plan de expansión en España durante los últimos años, con el objetivo de acercar su opción de compra basada en la calidad y los precios bajos al máximo número de hogares españoles”, comentan desde la empresa, que facturó 1.200 millones en 2022, último dato disponible.
Su cuota de mercado continúa por debajo del 2%, aunque esta crece a medida que llega a nuevas regiones. Por ejemplo, antes de que acabe 2024 abrirá su primera tienda en la provincia de Burgos, en la que inauguró este año su centro logístico de Miranda de Ebro, clave para abordar la expansión por el norte de España. Este, junto al bloque abierto en Sagunto (Valencia) a finales de 2023, le ha permitido doblar su capacidad logística en el país en menos de un año. Además, en los últimos ejercicios la cadena también ha abierto tiendas por primera vez en Canarias o Melilla.
En su caso, Aldi no detalla cuánta inversión conlleva su plan de crecimiento, aunque sí pueden extraerse algunas cifras de las cuentas de sus distintas filiales en España. Por ejemplo, entre 2020 y 2022 recibió aportaciones de capital de su matriz por 300 millones de euros. Además, creó una filial inmobiliaria, Aldi Real Estate, con más de 600 millones de euros de fondos propios, y amplió capital en su central de compras por más de 200 millones, con lo que la cifra, solo en esos tres años, se eleva por encima de los 1.000 millones de euros.
Gigantes globales
Aunque tanto Lidl como Aldi empiezan a ser marcas más que reconocidas en España y a tener una implantación significativa, ambas están lejos de tener la dimensión que tienen en otros mercados.
Lidl, por ejemplo, cuenta con más de 1.500 tiendas en Francia, con una cuota de mercado del 8%, según datos de Kantar Worldpanel, porcentaje parecido al que tiene en el Reino Unido, donde roza el millar de establecimientos. También en Italia tiene más puntos de venta, unos 750, aunque la diferencia con este país se ha reducido en los últimos años. Lidl forma parte del grupo alemán Schwarz, que en 2023 facturó 167.000 millones de euros entre todos sus conceptos comerciales y líneas de negocio. Con Lidl vende en más de 30 países, incluido Estados Unidos, con algo menos de 200 locales.
Por su parte, Aldi facturó 112.000 millones de euros en 2023, aunque en su caso, la marca se divide en dos empresas distintas: Aldi Sud, que explota el concepto en EE UU, Reino Unido o Italia, y que es la que más factura de las dos; y Aldi Nord, en la que se encuadra el negocio español, junto a Alemania, Francia u Holanda, entre otros, y que en 2023 facturó 28.600 millones de euros. En todos estos países, también en Bélgica, Aldi contaba con más tiendas en España a cierre del pasado año.
Cifras en ambos casos que demuestran que su expansión aún tiene recorrido.
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