Pascual se hace cafetero: busca nuevas compras para facturar más de 100 millones con el café

El grupo se marca el objetivo de ser el principal proveedor de café para hostelería en 2027. Acaba de adquirir la catalana Saula para reforzarse en Cataluña

Un café de la marca de Pascual, Mocay.Eduardo Mendez (Cedida por la empresa)

Pascual evoluciona su paladar. La compañía burgalesa, históricamente centrada en la leche y los productos lácteos, prioriza ahora el negocio del café como una de las palancas más importantes de su plan estratégico, que marca el objetivo de sobrepasar los 1.000 millones de euros de facturación en 2027. De esa cantidad, más de un 10% deberá proceder del segmento cafetero, que la compañía ha puesto en el centro de su estrategia de la mano del negocio vinculado a hostelería.

Pascual confirmó esta ...

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Pascual evoluciona su paladar. La compañía burgalesa, históricamente centrada en la leche y los productos lácteos, prioriza ahora el negocio del café como una de las palancas más importantes de su plan estratégico, que marca el objetivo de sobrepasar los 1.000 millones de euros de facturación en 2027. De esa cantidad, más de un 10% deberá proceder del segmento cafetero, que la compañía ha puesto en el centro de su estrategia de la mano del negocio vinculado a hostelería.

Pascual confirmó esta semana la compra de Café Saula, empresa barcelonesa de capital familiar con el que accede a 1.000 establecimientos hosteleros en Cataluña. Esta adquisición se une a la realizada hace dos años sobre Jurado Hermanos, por la que desembolsó 32 millones de euros para reforzarse en todo el área del levante. La de Saula no alcanza esas cifras, pero confirma el plan de Pascual de atacar el mercado del café a través de marcas con reconocimiento regional.

“Nuestro planteamiento estratégico es crecer de forma rentable y sostenida. El mercado español del café en hostelería está muy fragmentado, tiene un carácter muy local y regional”, explica Jesús Gómez, director de café de Pascual.

Un canal, la hostelería, y dentro de ella un producto como el café, que escapan de los tentáculos de las marcas blancas. El avance de estas en los productos lácteos ha provocado que Pascual pierda cuota de mercado, y mire a otros segmentos de mayor margen de crecimiento y rentabilidad. Ahí entra el negocio cafetero, donde la compañía opera desde 2010 con la marca Mocay. “Con ella tenemos alcance nacional, pero cuando hacemos la aproximación regional, vemos marcas que son muy fuertes”, dice Gómez.

En 2023, Mocay facturó 48 millones de euros, según detalla el directivo. Jurado rozó los 25 y Saula aportará otros 10, con lo que la facturación potencial ya supera los 80 millones. “El objetivo del plan es triplicar el negocio de Mocay, lo que ya nos pondrá por encima de los 100 millones. Estamos en el camino. La ambición es liderar el negocio del café de hostelería en España”, dice Gómez. La posición actual de Pascual es la quinta.

Mocay representa la vía de crecimiento orgánico del segmento cafetero de Pascual. Jurado y Saula, la del inorgánico, que complementan a Mocay al contar con posicionamientos geográficos y de producto diferentes. Estas compras no serán las últimas. “El plan estratégico marca varias prioridades. Una es el café, y dentro de ella, la vía inorgánica. Estamos observando otras opciones interesantes que puedan complementarnos, que tengan una marca sólida, una estrategia de negocio, y que nos permita seguir conquistando esas áreas locales”, añade Gómez.

La estrategia se circunscribe al sector hostelero. Aunque Jurado y Saula tienen venta en el canal alimentación, Pascual no prevé entrar a competir de forma abierta en el mismo. “Donde vemos la oportunidad de negocio es en la hostelería. El retail está dominado por marcas de distribución y grandes fabricantes. No lo vemos dentro del marco estratégico”.

Precios récord de la materia prima

La apuesta cafetera de Pascual coincide con un momento en el que la materia prima alcanza cotizaciones récord. Los futuros de la variedad arábica, muy valorada para los cafés de calidad, alcanzó en septiembre sus niveles máximos desde 2011, y los precios son este año un 40% superiores a los del pasado. La variedad robusta también cotiza en máximos.

“Nunca antes se habían dado estos valores”, explica el directivo de Pascual. “Son unos costes que tienes que absorber. Empresas como la nuestra tiene un respaldo financiero, una posición de compra más fuerte que una compañía pequeña, y eso nos hace jugar con otras cartas. Pero nos hace trabajar todos los días en cómo anticipar o posponer compras”, añade Jesús Gómez, que señala “factores especulativos que se juntan con falta de lluvias” en las zonas de producción.

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