CaixaBank nombra a Tomás Muniesa como presidente no ejecutivo para sustituir a José Ignacio Goirigolzarri
El relevo en la entidad se producirá el 1 de enero y el nuevo presidente perderá poder
El consejo de administración de CaixaBank ha aprobado este miércoles el nombramiento de Tomás Muniesa, actual vicepresidente, como nuevo presidente no ejecutivo del mayor banco del mercado español. Muniesa sucederá en el cargo a José Ignacio Goirigolzarri, que ha presentado su renuncia en la misma cita, tras cuatro años al frente de la entidad y después de haber pilotado la fusión de la entidad con Bankia, de donde procedía como máximo ejecutivo.
En un comunicado remitido por el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Goirigolzarri ha justificado su paso atrás por la nueva etapa que abre CaixaBank, una vez que la fusión con Bankia ya está totalmente completada y digerida. El banco presentará este mes de noviembre un nuevo plan estratégico, toda vez que el actual vence en 2025.
El relevo se producirá, por tanto, el 1 de enero de 2025. Supondrá además reducir los poderes del presidente, que pasa a no ejecutivo, en favor del consejero delegado, Gonzalo Gortázar. Gortázar, por lo demás, mantendrá su estatus y reportará directamente al consejo de administración y presidirá el comité de dirección. Está por ver cómo se reorganizan las dos áreas que dependían de Goirigolzarri, auditoría interna y comunicación. La salida de este banquero supone borrar del organigrama del banco al principal referente de la etapa de Bankia.
Muniesa, un hombre del núcleo duro histórico de Caixa, era hasta ahora el vicepresidente del banco, como consejero dominical en representación de Criteria, el alma máter de La Caixa, que tiene el 33% del banco. La entidad no ha aclarado si con sus nuevas funciones perderá el carácter de dominical y Criteria deberá nombrar a un nuevo representante. Lo que sí está claro es que, con la salida de Goirigolzarri, que era consejero ejecutivo, el banco deberá nombrar a un nuevo miembro del consejo, que se queda con 14 miembros. Está por ver la opinión del Estado, que a través del FROB controla el 18%.
Este movimiento se produce a la vez que el Banco Central Europeo (BCE) presiona a la banca española para que reduzca el poder de sus presidentes y pierdan el carácter de ejecutivos. De este modo, los presidentes tendrían las funciones de representación del banco y los consejeros delegados el mando en el día a día y los poderes ejecutivos. El supervisor bancario había pedido a CaixaBank un movimiento en este sentido, toda vez que el mandato de Goirigolzarri expiraba el año que viene y debía ser renovado en la próxima junta de accionistas, que se celebrará previsiblemente durante la primavera de 2025.
Ángel Simón, consejero delegado de CriteriaCaixa, principal accionista del banco, dejaba clara la posición de la entidad en una entrevista publicada por La Vanguardia el pasado domingo. En referencia al último informe del BCE, aseguraba: “Hemos visto el informe. Nos hemos personado como uno de los implicados y nosotros estamos en línea con lo que propugna el BCE. Por lo tanto, como accionista de CaixaBank, iremos en la misma línea que el BCE”.
El BCE también pone en el disparadero a los otros presidentes ejecutivos de la banca española, Ana Botín en Banco Santander, Carlos Torres (que también debe renovar su cargo la próxima primavera) en BBVA o Josep Olíu en Banco Sabadell. Mientras tanto, en Bankinter María Dolores Dancausa sí es presidenta no ejecutiva, mientras que Gloria Ortiz es consejera delegada. Y en Unicaja fue uno de los aspectos clave para avalar la fusión con Liberbank, el presidente debía perder las funciones ejecutivas tres años después de la operación. Esto provocó una crisis de gobernanza entre los partidarios de uno y otro banco que se saldó con el nombramiento de José Sevilla como presidente y de Isidro Rubiales como consejero delegado.
Goirigolzarri, de 70 años, pone fin así a su tercera etapa al frente de un banco español. Inició su carrera en BBV y, tras la fusión de este con Argentaria, fue consejero delegado de BBVA entre 2001 y 2009. Años después, tras la intervención pública de Bankia, el Estado lo designó como presidente, con José Sevilla como número dos. Ocupó esta posición hasta la fusión con CaixaBank, en 2021, cuando fue nombrado presidente de este banco, hasta hoy.