Las startups mejoran su edad media pero se estancan en beneficios e ingresos

El sector confirma su madurez con 3,19 años de existencia, pero apenas un 18% presenta un ebitda positivo en 2024

María Benjumea, presidenta y fundadora de la plataforma South Summit.Pedro Gonzalez

Las startups españolas alcanzan cada vez más años de vida. La edad media de estas empresas emergentes llega a 3,19 años en 2024, cuando solo rozaba los 2,2 años en 2019, según el último mapa del emprendimiento desarrollado por South Summit en colaboración con IE University. Si bien estas cifras revelan una cierta madurez del sector, los emprendedores se enfrentan a un estancamiento de sus ingresos reales. Además, solo un 18% de las startups presenta este año un resultado bruto de explotación (ebitda) positivo.

El modelo de crecimiento del ecosistema emprendedor español se ha consolidado. Por un lado, la edad media de las startups ha crecido ligeramente este último año -ha pasado de 3,12 años en 2023 a 3,19 años en 2024-, pero también la tendencia se mantiene al alza. No en vano, dicha edad media de las startups ha aumentado un 45% en solo cinco años, lo que revela la “creciente madurez” del sector, según ha destacado Juan José Güemes, vicepresidente de IE University. Además, dos de cada 10 startups ya son scaleups, es decir, empresas que tienen un modelo de negocio rentable y escalable, una cifra en aumento también, puesto que solo representaban el 17% de las startups el año pasado.

A pesar de este notable crecimiento de la edad media, los ingresos de las startups permanecen sin grandes cambios. El porcentaje de emprendedores españoles con al menos 150.000 euros de ingresos en sus proyectos se ha mantenido en torno al 35% desde 2018, mientras que los ingresos de las startups de ingresos medianos (entre 150.000 y 500.000) y grandes (las que superan 500.000 euros), se han atascado en un 10%. Las cifras no reflejan grandes variaciones en comparación con los años anteriores.

El informe, que ofrece anualmente una presentación del ecosistema emprendedor español, alerta también sobre el decrecimiento constante en las expectativas de contratación por parte de las startups españolas. Solo el 60% de estas empresas emergentes espera aumentar su plantilla en el corto plazo, una cifra que sigue positiva, pero que ha disminuido de forma constante desde el 76% registrado en 2021.

En cuanto a los beneficios, el director ejecutivo de innovación de IE University, Salvador Aragón, incide en la existencia de un “techo” insuperable. Solo el 18% de las startups españolas presenta un ebitda positivo en 2024, una cifra que no aumenta desde el año 2017.

Para revitalizar el ecosistema emprendedor, la presidenta y fundadora de South Summit, María Benjumea, ha insistido en la importancia de “saber adaptarse a las nuevas tecnologías”, pero otras posibilidades han sido puestas sobre la mesa como el fortalecimiento de las administraciones públicas como clientes de las startups.

En España, solo el 6% de las startups tienen a las organizaciones del sector público como clientes, pero la cifra alcanza niveles superiores en el resto del mundo y sobre todo en la zona Asia-Pacífico (APAC) donde un 19% de las startups venden a las administraciones.

Engracia Hidalgo, delegada de Economía del Ayuntamiento de Madrid, ha apuntado que las autoridades deben ser capaces de “modificar la normativa para que las startups puedan acceder a la administración pública”. En la misma línea se ha pronunciado Daniel Rodríguez, viceconsejero de Economía y Empleo de la Comunidad de Madrid: “No podemos poner palos en las ruedas a los emprendedores, aún tenemos margen de mejora como clientes de las startups”, ha añadido.

Otra de las sombras del sector del emprendimiento es la poca incorporación de las mujeres en las startups. El perfil promedio del emprendedor no ha variado. Sigue siendo un hombre de aproximadamente 40 años, altamente cualificado, ya que casi la totalidad de los emprendedores tienen estudios universitarios. En cambio, solo un 20% de las startups son lideradas por mujeres en España, una brecha que no se ha acortado con el tiempo, ya que la cifra ha permanecido inmóvil desde hace una década.

Más información

Archivado En