Vidrala dispara sus ventas por la aportación de la filial de Brasil
La facturación de Vidroporto crece a un ritmo superior al 50% tras ampliar capacidad en 2023
Vidrala, que presentará los resultados correspondientes al tercer trimestre el próximo día 25, recogerá en su balance el importante incremento del negocio gracias a la aportación de su participada brasileña Vidroporto. En lo que va de año, la filial carioca ha aumentado sus ventas más de un 50%, desde que en 2023 ganara capacidad industrial con la puesta en marcha de un nuevo horno para la producción de envases de vidrio.
Brasil es el tercer productor y consumidor de cerveza del mundo, por detrás de China y Estados Unidos. Con una población de 218 millones de habitantes, concentra casi la mitad del total de ciudadanos de Sudamérica. Las grandes grupos de la cerveza, como AB InBev con las marcas Brahma y Skol, además de Heineken y la local Petrópolis, han apostado por este mercado y han pedido a Vidrala que garantice los suministros de envases.
Por este motivo, la corporación vasca compró el 9 de febrero del año pasado el 29,36% de Vidroporto y luego alcanzó, en diciembre, el 100% por un total de 384 millones, que incluye la asunción de deuda. Así que Vidrala consolida desde el 1 de enero del ejercicio en curso todo el negocio de su filial carioca. Con dos fábricas, tiene una cuota de mercado del 20%. Vidrala la utilizará como plataforma de observación para testar las oportunidades de negocio en otros mercados de Latinoamérica, como comentó la semana pasada Iñigo Mendieta, recientemente nombrado director de finanzas corporativas del grupo de Llodio (Álava), en unas jornadas en la Bolsa de Bilbao organizadas por Renta 4.
Tras vender sus fábricas de Bélgica e Italia, Vidrala apuesta por crecer fuera de Europa, tras consolidar una base industrial en la península ibérica y el Reino Unido, donde ha ampliado sus operaciones con un complejo cerca del puerto inglés de Bristol, al que llega vino a granel, importado del nuevo mundo (Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica, Chile y Estados Unidos). Luego, Vidrala lo envasa, etiqueta y coloca en los lineales de los supermercados. Un proceso integral por encargo de los clientes.
Estos procesos no pueden realizarse en otros países, como España, porque las diferentes denominaciones de origen exigen la producción y envasado del vino en origen. Los costes en el sector de envases de vidrio se han relajado entre un 5% y un 10%, pero aún siguen un 20% por encima de las cifras pre pandemia, señaló Iñigo Mendieta. Sobre todo en relación con la factura energética. Vidrala es un gran consumidor de gas natural en sus hornos y la invasión de Ucrania por Rusia, y los vetos de compra al gas del país que preside Vladimir Putin, dispararon esta factura.
Ante este escenario, el grupo vasco recurrió al diésel para alimentar los hornos. Y ha invertido en autoconsumo con instalaciones renovables en sus plantas, tanto eólicas como fotovoltaicas. También quiere implicarse más en el reciclado de vidrio, que puede reutilizarse sin límite como materia prima de los hornos.