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La Reserva Federal rebaja drásticamente su plan de exigir más capital a los grandes bancos

El regulador cede a la presión del ‘lobby’ bancario y exigirá aumentar el colchón un 9%, en lugar del 20% antes previsto en la aplicación de Basilea III

Michael Barr
El vicepresidente de Supervisión de la Reserva Federal, Michael Barr, en primer plano, durante una comparecencia en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.KEVIN LAMARQUE (REUTERS)
Miguel Jiménez

La presión ha surtido efecto. La banca y grupos de interés han estado batallando durante un año contra la propuesta de la Reserva Federal para la aplicación plena de las normas de capital de Basilea III y de recargos a los bancos globalmente sistémicos, los demasiado grandes para caer. Finalmente, tras esfuerzos que han incluido anuncios de televisión en horario de máxima audiencia, el lobby bancario ha conseguido parcialmente su propósito. El vicepresidente de Supervisión del banco central estadounidense, Michael Barr, ha anunciado este martes en una conferencia en la Brookings Institution de Washington que modificará su plan para rebajar drásticamente la exigencia de capital adicional a los grandes bancos.

Las nuevas propuestas aumentaría en un 9%, en lugar del 20% inicialmente propuesto, los requisitos agregados de capital de nivel 1 para los bancos globalmente sistémicos, los de mayor tamaño y complejidad, entre ellos JP Morgan, Bank of America y Citi. En el caso de otros grandes bancos no sistémicos, el impacto de la nueva propuesta se derivaría principalmente de la inclusión de las pérdidas y ganancias no realizadas de sus valores en el capital regulatorio, lo que se estima que equivaldría a un aumento de entre el 3% y el 4% de los requisitos de capital a largo plazo. El resto de la nueva propuesta aumentaría en un 0,5% los requisitos de capital para las entidades no incluidas en el ámbito de aplicación de la norma.

Además, el recargo se aplicará ahora solo a las entidades con más de 250.000 millones de dólares en activos, mientras que la propuesta inicial afectaba a los que tenían más de 100.000 millones de dólares. De ese modo, la filial de Santander en Estados Unidos se queda al margen de esos nuevos requerimientos, en aplicación del conocido como Basilea III endgame. Lo que sí se aplicará a los bancos con activos de entre 100.000 y 250.000 millones de dólares es el requisito de reconocer las ganancias y pérdidas no realizadas de sus valores en el capital regulatorio.

A pesar de que la propuesta de nuevas exigencias se suaviza, los bancos han caído en Bolsa al conocerse las nuevas propuestas de Barr. JP Morgan ha sufrido un desplome de más del 7% en algunos momentos de la sesión. Goldman Sachs cedía más del 5% y Morgan Stanley y Bank of America también cotizaban a la baja.

La crisis de Silicon Valley Bank, Signature Bank y First Republic Bank puso de manifiesto cómo la relajación de la supervisión sobre los bancos medianos había impedido poner soluciones a tiempo para evitar su caída. La propuesta inicial se produjo después de aquella pequeña crisis bancaria. Ahora, sin embargo, vuelven a quedar al margen de esos requisitos adicionales de capital, aunque el reconocimiento de las pérdidas latentes en el capital ya supone un cambio relevante.

“Hemos trabajado duro analizando los comentarios y los datos recopilados para evaluar el impacto combinado de estas propuestas. Hemos hablado con un amplio abanico de interesados, incluidos bancos, académicos, grupos de interés público, consumidores, empresas, otros reguladores, el Congreso y otros”, ha explicado en su intervención. “Este proceso nos ha llevado a la conclusión de que está justificado introducir cambios amplios y sustanciales en las propuestas”, ha afirmado.

Barr ha argumentado que el aumento de los requisitos de capital tiene sus ventajas y sus inconvenientes. “Unas mayores exigencias de capital pueden elevar el coste de financiación de un banco, y este puede repercutir los costes más elevados en los hogares, las empresas y los clientes dedicados a una serie de actividades financieras. Estas actividades son fundamentales para el buen funcionamiento de una economía que funcione para todos. Por eso es importante conseguir un equilibrio adecuado entre resistencia y eficiencia”.

Múltiples cambios

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ya había anticipado en julio que estaba dispuesto a reconsiderar el incremento de exigencias de capital. Las nuevas propuestas han sido consensuado con los otros organismos reguladores y supervisores estadounidenses, la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) y la Oficina del Interventor de la Moneda, pero aún están abiertas a modificaciones.

Los cambios con respecto a la propuesta original incluyen la reducción de las ponderaciones de riesgo para las exposiciones inmobiliarias residenciales y minoristas, la ampliación de la ponderación de riesgo reducida para determinadas deudas corporativas de bajo riesgo y la eliminación del recorte mínimo para las operaciones de financiación de valores.

También se reduce significativamente la ponderación de riesgo de las estructuras de financiación de capital mediante créditos fiscales, dado el menor riesgo inherente a estas estructuras en comparación con muchas otras inversiones de capital.

Hay también variaciones en el tratamiento de capital propuesto para el riesgo operativo, que es el riesgo de pérdidas derivadas de procesos inadecuados o fallidos, como el fraude o los ciberataques. Además, Barr recomendará introducir cambios para facilitar la capacidad de los bancos de utilizar modelos internos para el riesgo de mercado.

Las revisiones completas tendrán unas 450 páginas y está previsto que se publiquen el 19 de septiembre, según informó Bloomberg la semana pasada. Tras su publicación, se abrirá un periodo de 60 días para que los reguladores envíen sus comentarios al sector y al público. La propuesta está vinculada a Basilea III, un acuerdo internacional que siguió a la crisis financiera de 2008 y que pretende evitar futuras quiebras bancarias y otra crisis.

Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.
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