Toyota sigue la ola del resto del sector y reduce sus objetivos de producción de coches eléctricos
El Gobierno japonés destinará 2.164 millones a subvencionar la producción de baterías en el país. De esto se beneficiarán automovilísticas como Toyota, Nissan o Mazda
Toyota ha rebajado en un tercio su objetivo de producción mundial de coches eléctricos hasta 2026, según ha informado este viernes el medio japonés Nikkei citado por EP. Así, la nipona prevé fabricar un millón de vehículos de este tipo durante los próximos dos años y se convierte en el último fabricante automovilístico en modificar sus objetivos de producción y ventas de vehículos eléctricos. Previamente esta semana, la sueca Volvo, indicó que desiste de cumplir con su objetivo de solo vender eléctricos en 2030. En cambio, para ese entonces, espera que entre el 90% y el 100% de sus entregas sean coches electrificados, incluyendo en la ecuación a los híbridos enchufables, un tipo de vehículo que sigue siendo de combustión a no ser que se cargue y se use siempre en eléctrico. Otra compañía que también ha cambiado su objetivo de eléctricos en los últimos meses es Mercedes-Benz, que aspira a que la mitad de sus ventas sean coches electrificados en 2030, cuando en un principio se había marcado esa meta para 2025.
Por su parte, el gran competidor mundial de Toyota, el grupo Volkswagen, está sumido en una grave crisis porque sus ventas se han desplomado y se ha quedado atrás en la batalla del vehículo eléctrico. La compañía se plantea incluso el cierre de dos fábricas en Alemania, algo inédito en la historia de la automovilística germana. Como medida de choque para tratar de estimular las ventas, el Gobierno alemán anunció esta semana un paquete de ayudas que incluye la posibilidad para las empresas de deducirse hasta un 40% del valor de un coche eléctrico.
Paralelamente al anuncio de Toyota, el Ejecutivo japonés destinará 2.400 millones de dólares, unos 2.164 millones de euros al cambio actual, para subvencionar la línea de cadena de valor de la producción de baterías en el país. La medida, que prevé apoyar hasta 12 proyectos de baterías de almacenamiento y componentes, materiales y equipos de producción, según ha dicho este viernes el ministro de Economía, Comercio e Industria, Ken Saito, servirá para incrementar la capacidad productiva de baterías del país en un 50%, hasta los 120 GWh. Esto, por comparar, sería tres veces la capacidad inicial que tendrá la planta de baterías de Volkswagen en Sagunto, Valencia, aunque la compañía alemana indicó que podría aumentar dicha capacidad hasta los 60 GWh.
A su vez, Toyota ha informado de que el Gobierno japonés ha dado el visto bueno a su proyecto de producción de baterías de nueva generación, las denominadas baterías de estado sólido. La compañía asegura que el inicio de la producción está prevista para 2026. Esta tecnología, en la que trabajan compañías de todo el mundo, con proyectos con resultados realmente esperanzadores como el de la compañía estadounidense Factorial o el de la china WeLion, promete aumentar la autonomía de los vehículos eléctricos, abaratar el precio de las baterías e incrementar su vida útil. Sería un cambio decisivo, según coinciden varias fuentes del sector. España, por su parte, cuenta con el proyecto de Basquevolt, que ha recibido ayudas de los Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado, la cual desarrolla una batería de estado sólido que prevé producir en masa y en tamaño de automóvil a partir de 2028.