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Siemens Gamesa reanuda las ventas de sus turbinas y busca superar su mayor crisis corporativa

El aerogenerador 4.X volverá este mes al mercado de eólica terrestre y en 2025 será el turno del 5.X

siemens gamesa
Siemens Gamesa es uno de los mayores fabricantes de aerogeneradores del mundo.

Alivio en la sede de Siemens Energy (SE) en Munich (Alemania). Su filial eólica Siemens Gamesa (SG) inicia el camino para dejar atrás la grave crisis reputacional provocada por los fallos técnicos en sus turbinas terrestres de mayor éxito, los equipos 4.X y 5.X, que determinaron el cese de su producción y venta durante más de un año, en concreto desde agosto del año pasado, para satisfacción de competidores como Nordex y Vestas. En el mundo solo hay cuatro grandes fabricantes de aerogeneradores y la ausencia de la empresa vasca ha sido ocupada por los equipos de los rivales en estos últimos trece meses.

Siemens Gamesa da por resueltos todos los problemas técnicos tras un exhaustivo análisis de los componentes que provocaban los fallos, que han sido el quebradero de cabeza de un equipo de especialistas dedicado al 100% a identificar y solucionar las anomalías. Los principales errores se han detectado en la fábrica de palas de Vagos (Portugal) y en la planta de montaje de Agreda (Soria). También había fallos en la mecánica del motor.

Superada la fase de reparación y con el sello de calidad total, la filial de Siemens Energy retomará este mes las ventas de la turbina terrestre 4.X, que tiene una potencia unitaria de 5 MW. En principio ofertará el equipo a una serie de clientes seleccionados del sur de Europa, la zona con una calidad del viento a la que mejor se adapta el modelo 4.X. Las propuestas en precio serán vinculantes y no vinculantes, como suele ser habitual en los ciclos comerciales de esta industria renovable.

El turno del 5.X, con una capacidad unitaria de entre 6MW y 6,6 MW, de las mayores del mercado terrestre, llegará en 2025, cuando SG volverá a comercializarlo. En esta industria se tarda un año desde la recepción del pedido hasta la entrega de la turbina, por lo que la reactivación comercial de ambos aerogeneradores comenzará a notarse en el balance de SG del próximo año. La paralización de toda actividad relacionada con ambos aerogeneradores redujo a la mitad las ventas de SG en el ámbito de la eólica terrestre.

Gamesa tuvo que provisionar 1.600 millones para hacer frente al pago de indemnizaciones por retrasos y cancelaciones de pedidos. Una partida que erosionó aún más sus cuentas, que desde la fusión de los activos eólicos de Siemens y Gamesa en 2017 acumulan unas pérdidas de 7.700 millones. Para este año, el presidente de Siemens Energy, Christian Bruch, calcula que la filial eólica registrará unos números rojos que rondarán los 2.000 millones. Al tercer trimestre del ejercicio en curso, que el grupo inicia al 1 de octubre, ya perdía 1.262 millones.

Vaivenes en Bolsa

SG ha sido un lastre, hasta ahora, para el balance de su accionista al 100%. Pero Siemens Energy espera volver a los beneficios este año con un resultado consolidado de 1.000 millones, gracias a la rentabilidad del resto de sus divisiones, centradas en otros equipos del ámbito de la energía, como los relacionados con el gas, el hidrógeno y las redes inteligentes. En el inicio de la jornada de este jueves, la cotización de SE en Bolsa contabilizaba con un ligero repunte, del 0,93%, al alcanzar los 25,96 euros por acción. Luego superó los 26 euros por título con subidas del 1,40%. A última hora de la tarde cambió la evolución del valor a negativo, para cerrar la sesión a 25,55 euros por acción , un 0,66% menos que en la jornada de este miércoles.

Superada la crisis tecnológica, Siemens Gamesa tendrá que adaptar su estructura a un mercado con una fuerte presión de precios. Las operadoras de la energía trasladan a los proveedores de equipos, como los aerogeneradores, las tensiones de una búsqueda de márgenes que empieza cuando las eléctricas pujan por precio en las subastas de nueva generación en diferentes países. Como ha ocurrido recientemente en Reino Unido, donde Iberdrola, en este caso en eólica marina, ha conseguido la licencia para dos proyectos con una capacidad superior a 1,2 MW. Tendrá que vender la energía que generen a unos precios marcados de entre 65,08 euros y 64,32 euros MW/h.

Otra reconversión

Christian Bruch ya anunció que buscaba en Siemens Gamesa un recorte de costes de 400 millones. Ha puesto a la venta, sin éxito, ocho de sus nueve fábricas en España, donde cuenta con 5.000 trabajadores, sobre una plantilla total de 29.300 empleados. La sombra de una nueva reconversión sobrevuela sobre esta estructura. La anterior supuso 230 despidos en España. Esta será una de las tareas prioritarias del nuevo consejero delegado, Vinod Philip, al frente del grupo desde el pasado 1 de agosto. Es el cuarto CEO en siete años.

Philip y su equipo se reunirán la próxima semana con los sindicatos para negociar el ajuste laboral, cuyas cifras fueron adelantadas en mayo pasado, a falta de poner nombres y apellidos a los despidos. El encuentro será el próximo día 10 en Madrid y con representantes de los sindicatos UGT, CCOO y ELA. España perderá 430 empleos, más del 8% de un total de 5.093 puestos de trabajo en el país. La denominada Mesa de Empleo analizará las áreas más afectadas por esta nueva reestructuración. Parece que la tijera se concentrará en eólica terrestre, tecnología y servicios. Con especial incidencia en la división administrativa, ubicada en las oficinas de Madrid, Sarriguren (Navarra) y Zamudio (Bizkaia), donde SG tiene su sede social.

La intención del grupo, como en la anterior reconversión, será la de facilitar el máximo de recolocaciones dentro de su propia estructura, por ejemplo en la división de eólica marina, que está en auge. O en las citadas áreas rentables de Siemens Energy.

El recorte afectará a un total de 4.100 profesionales de la estructura mundial de SG, cuya plantilla actual está integrada por 29.807 personas. Además de España, la más afectada por los recortes será Dinamarca (570 despidos). SG aplicará otras 370 salidas en Alemania.

Una vez solucionados los problemas técnicos de las turbinas, SG podrá retomar la venta de sus ocho fábricas en España. En esta desinversión no participa, de momento, el centro de montaje de Soria. Sí que se ha desprendido de otros activos, como el 32% del fabricante de torres eólicas Windar. Ingresó 220 millones por esta participación.

La trascendencia de la aportación eólica a la transición energética, y la relevancia industrial de Siemens en Europa, ha llevado a los gobiernos de Alemania y España a actuar como avalistas de sus operaciones. El Ejecutivo de Berlín ha presentado avales por 11.000 millones para cubrir las necesidades financieras de SG. El Gobierno de Madrid ha comprometido otros 1.200 millones, respaldados por el Cesce y un pool de bancos. A principios de este año, el presidente Pedro Sánchez tuvo un encuentro con Christian Bruch cuando ambos coincidieron en el Foro de Davos (Suiza), en enero pasado. Sánchez le trasladó la importancia de SG para la industria española. Sus fábricas se reparten por cinco comunidades autónomas. Desde Castilla y Léon a Cantabria, pasando por Valencia, Galicia y País Vasco.

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