Casa Tarradellas crece un 18% y factura un récord de 1.378 millones
La compañía ha doblado su facturación en los últimos 11 años
Casa Tarradellas alcanzó una facturación de 1.378 millones de euros al cierre del ejercicio 2023, una cifra récord en su trayectoria y que representa un crecimiento del 18% respecto a la del año anterior, según informa la propia compañía.
Se trata del crecimiento anual más importante en más de 20 ejercicios, y el primero a dobles dígitos desde 2010. Además, con el alza de 2023, son al menos 23 ejercicios consecutivos mejorando la cifra de ventas. En los últimos 11, ha doblado su tamaño.
Un ejercicio que todavía estuvo marcado por la inflación en el sector alimentario, aunque la compañía explica la mejora de ventas en sus “compromisos en materia de innovación y sostenibilidad”.
La compañía catalana, uno de los principales proveedores de marca blanca de Mercadona, recobra impulso después de un 2022 en el que, pese a mejorar sus ingresos, registró su primera caída de beneficios. Estos fueron de 13,61 millones, casi la mitad que en el año anterior. Hasta entonces, y al igual que ocurre con la facturación, Casa Tarradellas había registrado incrementos anuales de forma continuada. La empresa no detalla cómo evolucionó su rentabilidad en 2023.
Esta se limita a detallar su actividad inversora durante el pasado año. Tarradellas destinó un total de 40,8 millones a I+D`+i y sostenibilidad, un 25% más respecto a lo invertido el año anterior, con un foco prioritario en el incremento de su parque solar fotovoltaico. Durante el año pasado alcanzó una superficie de 26.000 metros cuadrados de placas fotovoltaicas en su fábrica de Olost, donde elabora su espectec. También invirtió en la mejora de calidad de los productos, seguridad alimentaria, procesos industriales, capacidad productiva, agricultura regenerativa y reciclabilidad.
“La inversión en este tipo de proyectos proviene directamente de la facturación de Casa Tarradellas, asegurando así un flujo constante de recursos destinados a la mejora continua de sus operaciones”, dice la empresa. “Los beneficios generados se reinvierten íntegramente en la compañía, lo que impulsa un crecimiento orgánico anual sólido”, añade.
Tarradellas cerró el año con una plantilla de 2.948 trabajadores, un 10% más. De ellos, el 90% residen en la comarca catalana de Osona, donde tiene sus instalaciones productivas, y el 50% tiene menos de 40 años. Además, el 56% de los empleados son mujeres.
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