Endesa gana 800 millones en el semestre, un 9% menos, tras la fuerte caída en el precio de la luz
La eléctrica ve un cambio de tendencia en la demanda, con “signos de recuperación”. La deuda vuelve a picar al alza y crece un 4%, y la inversión cae un 16%
La segunda mayor eléctrica de España, Endesa, ganó 800 millones de euros en los seis primeros meses del año. La cifra, aun considerable, es un 9% menor a la registrada entre enero y junio de 2023. Un retroceso que responde, en gran medida, a la fuerte caída en el precio mayorista de la electricidad, según la información remitida a primera hora de la mañana de este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Las acciones de la energética —participada en más de un 70% por la semiestatal italiana Enel— han cerrado la sesión con una subida de medio punto porcentual.
La generación de caja de Endesa cayó en más de 400 millones de euros, hasta los 1.192. Y la deuda financiera neta cerró el primer semestre en el entorno de los 10.800 millones, un 4% más que a cierre de 2023. La ratio sobre ebitda pasa así de 2,8 a 2,9 veces. El coste financiero de sus pasivos crece, entretanto, en cuatro décimas (del 3,2% al 3,6%) pese a la mejora relativa de las condiciones financieras, con el euríbor ya claramente a la baja. Esta métrica, no obstante, “ya se está empezando a normalizar”, en palabras del director financiero de la empresa, Marco Palermo.
La lealtad de los clientes, su “mayor preocupación”
Más allá de la fuerte caída en el precio de la luz, Endesa se vio afectada por el descenso —mucho menos abrupto, pero también significativo— en su base de clientes en el mercado libre, donde perdió 200.000 contratos, un 2% en comparación anual. También cayó (-3%) el volumen total de electricidad comercializada en ese mercado, por mucho el más rentable para las eléctricas. El entorno, dice, es “altamente competitivo”, una novedad a la que la energética está respondiendo con “iniciativas comerciales para aumentar la fidelidad” de sus clientes, centrándose en “aquellos de mayor valor”.
“Esperamos revertir esta tendencia próximamente. Creemos que tiene que ver con la fuerte caída de precios en el mercado mayorista, que ha llevado a otras energéticas a aplicar fuertes descuentos [en sus ofertas]”, se ha limitado a señalar su consejero delegado, José Bogas, en la conferencia de analistas posterior a la presentación de resultados. “La lealtad de nuestros clientes es nuestra mayor preocupación”. En especial, la de quienes más dinero dejan en la caja de Endesa: quienes están marchándose a la competencia, ha aquilatado Bogas, son los consumidores de “menor valor” para Endesa.
El resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en 2.413 millones de euros en los seis primeros meses del año, un 2,5% menos, aunque con una evolución positiva en el segundo trimestre. El menor margen de ganancia en el mercado libre se tradujo en un descenso de 73 millones en ese epígrafe, mientras que el del gas mejoró hasta aportar 20 millones adicionales. Las redes de distribución, un negocio creciente en la cuenta de resultados de las eléctricas, sumaron otros 10 millones.
En línea con las previsiones
Pese a la reciente caída del ebitda, la empresa que dirige Bogas se ve “encaminada” a “alcanzar las previsiones” para este año, con un ebitda que debería cerrar el ejercicio entre 4.900 y 5.200 millones de euros, notablemente por encima de los 3.800 cosechados en 2023.
Endesa invirtió 924 millones de euros entre enero y junio, un 16% menos, “siguiendo la orientación de examinar más selectivamente y con criterios de eficiencia dónde comprometer capital de la compañía”. Siete de cada 10 euros desembolsados fueron a parar a redes eléctricas (una partida que se llevó el 44%) y a renovables (22%). Es en este último punto donde más mella está haciendo la reciente cautela de la eléctrica.
Más consumo a la vista (pero menos hoy)
En el flanco puramente orgánico, tras el batacazo del consumo de electricidad durante la crisis energética de 2021 y 2022, la compañía ve “signos de recuperación” en la demanda que “apuntan a un cambio de tendencia”. En lo que va de año, en España el consumo general crece un 0,6%, cifra que aumenta hasta el 1,3% ya corregida por temperatura y calendario. Sin embargo, en el caso particular de Endesa cae un 1,4% y un 0,8% respectivamente por la citada pérdida de cuota de mercado por las ofertas agresivas de sus competidores para ganar clientes.
El mayor descenso en el suministro a cargo de la eléctrica privatizada en 1997 se registra en el sector industrial, donde la caída ronda el 2,8% interanual. A renglón seguido, la electricidad vendida a los hogares cae un 1,8%, mientras que la demanda del sector servicios crece un mínimo 0,1%.
“España está ante una oportunidad única de electrificación y atracción de nuevas industrias, pero primero tiene que resolver el desafío de la red. El Gobierno es consciente de esto y ahora es importante que se mejore la retribución [a las distribuidoras, entre ellas la propia Endesa]”, ha reclamado Bogas.
Menos capacidad por el carbón
La segunda eléctrica española vio reducida su capacidad instalada en un 3% en el último año por el cierre de centrales de carbón, como la icónica As Pontes (A Coruña). Las centrales térmicas (gas y carbón) pasaron, así, de 5,2 a 3,8 GW, una caída del 27% interanual. La capacidad nuclear, entretanto, se mantuvo plana: 3,3 GW. Y la renovable, pese al menor impulso en este ámbito que otras energéticas nacionales, pasó de 9,3 a 10,1 GW, un 9% más.
La energía nuclear supuso el 50% de la generación de Endesa entre enero y junio, frente al 40% de las renovables (eólica y fotovoltaica, básicamente) y el 10% de la térmica. De esta forma, el 90% de su producción eléctrica ya es libre de emisiones de dióxido de carbono (CO₂).
La empresa prevé hacer caja “en próximas fechas” con la venta de “una participación minoritaria” en su cartera de proyectos solares en operación en España, que suman dos gigavatios (GW) de potencia.
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