OHLA gana una semana para analizar la entrada de Atitlan en su capital o pedir 100 millones a sus accionistas
El grupo inversor ofrece 75 millones en un primer aumento de capital, y participaría en un segundo por otros 75 millones
La sociedad de inversión Atitlan, liderada por Roberto Centeno (yerno de Juan Roig) y Aritza Rodero, ha ampliado en una semana el plazo de validez de su propuesta para recapitalizar OHLA. El plan, que vencía este viernes, se extiende ahora hasta el 12 de julio y sigue pasando por inyectar 75 millones en la constructora a través de una primera ampliación de capital exclusiva, y aportar otros 75 millones en una segunda ampliación, en este caso con derecho de suscripción preferente para todos los accionistas.
El consejo de OHLA seguirá analizando la próxima semana las distintas opciones sobre la mesa después de haber anunciado, el 26 de junio, su intención de llevar a una junta extraordinaria una ampliación de capital por 100 millones con derecho de suscripción preferente para sus partícipes. El accionista de referencia, la familia Amodio, acudiría a este aumento con su paquete del 26%, aportando 26 millones de euros.
El consejo que preside Luis Amodio ha llegado al límite del plazo que había marcado Atitlan sin tomar una decisión. Pero el vehículo inversor mantiene el interés. Con presencia en los sectores agroalimentario y el de las renovables, el grupo levantino prevé quedarse por debajo del umbral del 30% que obliga al lanzamiento de una oferta pública de adquisición (opa), pero demanda, según fuentes al tanto de la negociación, un peso determinante en el consejo. Con todo, lo que no acaba de convencer en OHLA es que compran con un importante descuento, “a precio de derribo, en el entorno de los 0,2 euros por título”, citan las fuentes consultadas.
Al retirarse el derecho prioritario de suscripción de los accionistas en la primera ampliación prevista por Atitlan, junto a su elevado importe, el efecto de dilución es considerable, lo que también causa dudas en el capital. A la propuesta de Centeno y Rodero, según se ha publicado en prensa, se unió Stoneshield, la gestora de Felipe Morenés (hijo de Ana Botín, presidenta del Banco Santander) y el empresario argentino del sector inmobiliario Juan Pepa. Con tal potencia de fuego, en el entorno de OHLA pesa la incertidumbre sobre el lanzamiento de una posible opa.
Mínimos en Bolsa
La acción de OHLA ha cerrado la semana a 0,35 euros, muy cerca de su mínimo histórico tras una caída del 1,07%, lo que arroja un valor en Bolsa para la compañía de 209 millones. Atitlan puso sobre la mesa su propuesta no vinculante el viernes 28 de junio, dos días después de que la constructora anunciara la necesidad de una recapitalización.
De seguir adelante con su intención inicial, OHLA debe convocar la junta extraordinaria y fijar las condiciones de la ampliación por 100 millones con derecho de suscripción preferente. Otro inversor externo, el empresario mexicano Andrés Holzer, se ha comprometido a aportar 25 millones de euros en ese aumento, a través de la inmobiliaria Coapa Larca, si los actuales accionistas no la suscriben en su totalidad. Si OHLA rechaza a Atitlan y captara los 100 millones previstos, Coapa Larca propone un segundo aumento de capital, este sin derechos preferentes para los accionistas, si fuera necesario concluir la inyección de sus 25 millones. Holzer tampoco estaría obligado al lanzamiento de una opa por la que es una de las seis grandes constructoras españolas cotizadas.
El papel de principal accionista en la compañía forjada por Juan Miguel Villar Mir pasó a manos de Luis y Mauricio Amodio en mayo de 2020, en el marco de una restructuración financiera de emergencia. Pagaron poco más de 1,1 euros por acción, lo que sirvió para despejar en 2021 las negociaciones con los acreedores: se extendió el vencimiento de 593 millones en bonos, que quedaron en 487 millones tras una quita de 106 millones. Esta deuda, con un saldo vivo de 412 millones, vence en su primera mitad en marzo de 2025, a lo que se suman 60 millones en créditos. Para marzo de 2026 está programada la amortización del otro 50% de los bonos. Además de apretarle el calendario, la empresa siente la presión de un cupón pagadero semestralmente del 9,75%.
En la junta ordinaria de accionistas de la semana pasada, el presidente Luis Amodio se refirió a las propuestas de Atitlan y Coapa Larca como “una muestra del gran interés por invertir en esta empresa”. El mexicano también afirmó que el grupo de construcción e infraestructuras ha sido estabilizado con la rebaja de deuda y una mejora de márgenes que condujo al cierre en beneficios el año pasado. Pese a incidir en que la ampliación de capital es el último paso para la normalización de la compañía, la agencia de calificación crediticia Moody’s ha bajado su nota de solvencia de B3 a Caa1.
En el obligado ejercicio de reducción de deuda, la constructora se ha desprendido de su participación del 25% en la concesionaria del hospital Chum de Montreal (Canadá) por 55 millones. Y están abiertas las desinversiones en el activo comercial y hotelero Canalejas (50%), en el centro de Madrid, y de la división de Servicios liderada por la filial Ingesan.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días