Carlos Núñez, sobre la desinformación: “La inteligencia artificial puede potenciarla, pero no es el elemento clave”
El presidente ejecutivo de Prisa Media destaca la importancia de la regulación europea sobre la tecnología y apunta a que la IA “nunca va a sustituir a un periodista”
Noticias falsas, titulares manipulados, videos repletos de mentiras, bulos que se expanden sin control por las redes sociales. La desinformación es hoy una de las mayores amenazas para la sociedad. Y atenta directamente contra el sistema democrático. ¿Qué papel ha jugado la inteligencia artificial (IA) en su desarrollo? Para Carlos Núñez, presidente ejecutivo de Prisa Media, la respuesta es clara. “Realmente la desinformación está ahí ya y la producen personas. La inteligencia artificial puede potenciarla mucho más, pero no es el elemento clave”, subraya quien ha participado este miércoles en una mesa redonda centrada en el papel de esta nueva tecnología para la generación de contenido. El evento está encuadrado en el Digital Entreprise Show (DES), foro dedicado a las nuevas tecnologías que se celebra hasta este viernes en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga.
La importancia de las regulaciones, los desafíos de la propiedad intelectual, el uso ético de la IA o las preocupaciones sobre sesgo, transparencia y responsabilidad del contenido generado por las máquinas han sido algunos de los aspectos tratados en un debate. Sus participantes se han acercado a ello desde tres puntos de vista: el arte, la producción audiovisual y los medios de comunicación. En el último caso, Núñez ha explicado que hay dos grandes retos. El primero, el de la monetización, cómo obtener rentabilidad al contenido que se genera. El segundo, el impacto de la tecnología en la productividad.
“Sí que puede haber herramientas que ayuden, pero no sustituyan, a la elaboración de noticias con menor valor añadido. Así, a cambio, hay posibilidad de dedicar más ancho de banda a buscar contenido, las noticias, que es por lo que la gente paga. La IA nunca va a sustituir a un periodista, porque la noticia hay que buscarla, salir a la calle, investigar, hacer preguntas. Eso va a prevalecer”, ha insistido. El presidente ejecutivo de Prisa Media ha apuntado que la participación de la tecnología en la desinformación podrá tener un efecto potenciador, pero que la base son las personas, que ya producen e impulsan esos contenidos sin la necesidad de máquinas. “A las futuras generaciones la IA les aportará, pero también les puede llevar hacia una manipulación absoluta”, ha advertido por su parte Ángel Durández, presidente de Arcadia Motion Pictures, compañía productora de títulos como Robot Dreams o Blancanieves.
Bases regulatorias En cuanto a la regulación, el máximo responsable de Prisa Media ha destacado la importancia de los primeros pasos dados por la Unión Europea para sentar unas bases que establezca un modelo de transparencia y trazabilidad para la utilización de datos por parte de las empresas de inteligencia artificial generativa. “Es muy importante, especialmente para compañías de medios de comunicación cuya función es generar noticias en formato audio, texto o audiovisual, estar seguros de que no se está utilizando todo el fruto de nuestro trabajo para generar modelos de negocio”, ha señalado Núñez, que hace unos días se incorporó a la Junta Directiva de la Asociación Internacional de Medios de Comunicación (INMA).
Además, ha destacado el papel de tecnológicas “más activas y conscientes” con el nuevo entorno regulatorio y también el “uso indiscriminado de datos” que han realizado. “Quieren llegar a acuerdos donde no solo paguen por la utilización que han hecho ya de los datos, también por el uso futuro que harán. Y nuestro acuerdo va en ese sentido”, ha apuntado en referencia a la alianza de Prisa Media y Le Monde con OpenAI que permitirá a los usuarios de ChatGPT a interactuar con los contenidos de actualidad de publicaciones como EL PAÍS, Cinco Días, As o El Huffpost, que servirán a su vez para la formación y mejora de los modelos de inteligencia artificial.
“Creo que nuestro sector es de los más impactados por la inteligencia artificial y necesita mayor regulación. Es importante: las personas tienen derecho a saber que lo que leen, ven o escuchan no está manipulado por una IA. Y también tenemos que hacer una reflexión profunda desde los medios de comunicación sobre el tipo de periodismo que podemos practicar”, ha añadido Luján Argüelles, productora y periodista de Mediaset. “Y para ello es fundamental también que los ciudadanos estemos educados, aprender desde el colegio que no todo lo que ves u oyes es verdad. Pensamiento crítico, capacidad escéptica y analítica. Todo eso va a prepararte para vivir en un entorno distinto”, ha insistido Evelio Acevedo, director del gerente del Museo Thyssen, que ha señalado la paradoja de que lanzar mentiras y utilizar contenidos de forma malintencionada “no tenga consecuencias, porque debe tenerlas”, ha insistido en una mesa cuyos participantes creen que la IA nunca podrá sustituir las emociones ni la dimensión moral y ética del comportamiento humano o su capacidad de decisión espontánea.
“La empatía genuina y la intuición son talentos humanos profundamente ligados a la experiencia social que una IA no puede experimentar. Talentos que permiten a las personas entender y conectar con los demás de una manera que va más allá de la lógica y los datos”, ha indicado el propio ChatGPT 4 para concluir la ponencia.
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