Bnext multiplica por 20 los depósitos de clientes y prevé alcanzar ya la rentabilidad

El neobanco pasa de contar con 7 millones en 2022 a 140 millones en saldos gracias al acuerdo con Correos para lanzar una tarjeta de prepago

Juan Antonio Rullán y Guillermo Vicandi, cofundadores de Bnext.

El neobanco Bnext amplía capital para cumplir con las exigencias del Banco de España tras disparar el volumen de negocio y los depósitos que los clientes mantienen en las cuentas. Recientemente, la entidad ha elevado el capital social en 150.000 euros hasta quedar fijado en 1,6 millones. Según explican portavoces de Bnext, esta ampliación de capital responde a que el volumen de dinero electrónico emitido (más o menos el saldo que los clientes tienen en sus cuentas) se ha disparado e...

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El neobanco Bnext amplía capital para cumplir con las exigencias del Banco de España tras disparar el volumen de negocio y los depósitos que los clientes mantienen en las cuentas. Recientemente, la entidad ha elevado el capital social en 150.000 euros hasta quedar fijado en 1,6 millones. Según explican portavoces de Bnext, esta ampliación de capital responde a que el volumen de dinero electrónico emitido (más o menos el saldo que los clientes tienen en sus cuentas) se ha disparado en los últimos meses. De esta forma, si a finales de 2022 el neobanco contaba con unos 7 millones de euros de dinero electrónico emitido, en diciembre de 2023 esa cifra se había multiplicado por 20 hasta más de 140 millones.

La entidad explica en sus cuentas anuales de 2022 que este crecimiento se explica por el acuerdo alcanzado entre Bnext y Correos para emitir una tarjeta de prepago que permite a los usuarios realizar pagos en comercios físicos y online de todo el mundo. También retirar efectivo en cajeros automáticos y en cualquier oficina de Correos, así como la apertura de una cuenta con un IBAN español. Según la entidad, este pacto le reportará 500.000 cuentas de clientes y saldos adicionales por 100 millones de euros.

De hecho, Bnext prevé alcanzar ya la rentabildiad. La entidad lanzó un plan estratégico a cuatro años, hasta 2027, que contempla la generación de resultados positivos a partir del último ejercicio. Según detalla en sus cuentas anuales, el neobanco prevé un aumento de la actividad en ese año debido a la captación de clientes y depósitos y también un crecimiento de los ingresos por comisiones asociados a la actividad bancaria (+50%). Igualmente, estima un aumento en los ingresos por intereses que generan los saldos de las cuentas. En ese sentido, Bnext preveía contar al final del ejercicio 2023 con recursos de clientes por 125 millones (ha superado esa previsión hasta 140 millones) y elevarla hasta los 540 millones al final del plan.

Bnext, fundado en 2016 por Juan Antonio Rullán y Guillermo Vicandi, es un neobanco que ofrece cuentas de ahorro y envíos de dinero nacionales e internacionales. También permite contratar hipotecas, productos de inversión y servicios de criptoactivos.

Las últimas cuentas de Bnext Electronic Issuer (la sociedad de dinero electrónico que gestiona el negocio de las tarjetas y las cuentas de pago) publicadas en el Registro Mercantil y relativas al año 2022 revelan unas pérdidas de 3,69 millones de euros, que se suman a los 3,75 millones que ya perdió la entidad el año anterior. La matriz, Marcandita, que es la sociedad que opera y gestiona la app y la web, perdió 9,6 millones en 2020; 12,1 millones en 2019; y 3,8 millones en 2018.

En realidad, que una startup registre pérdidas es algo habitual. Se trata de compañías de muy reciente creación que necesitan invertir más de lo que ganan para crecer y por ello todavía no son rentables. En el caso de los neobancos y las fintech, se da la circunstancia de que con el giro de la política monetaria emprendido por el Banco Central Europeo (BCE) en julio de 2022 para iniciar una senda de continuas alzas de tipos de interés, las rondas de financiación, que eran los instrumentos habituales para captar financiación, se cerraron.

Este tipo de empresas afloraron en la última década al calor de los bajos tipos de interés con la intención de amenazar el negocio de los bancos tradicionales. Entre sus promesas, la digitalización de las operaciones, la mayor transparencia en la comercialización de productos y la agilidad en la atención al cliente.

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