ArcelorMittal descarbonizará con despidos y cierres de plantas
El plan en España incluye el recorte de 440 empleos y las clausuras en Asturias de un horno alto y de un centro de procesamiento
La descarbonización industrial, uno de los acuerdos alcanzados por los 200 países que participaron en la pasada cumbre del clima de Dubái, acarrea reordenaciones en las empresas. La factura en empleo para ArcelorMittal (AM) supone la reducción de 440 puestos de trabajo en España, el 5,30% de la plantilla de 8.300 profesionales en el país.
Además, la multinacional de la familia Mittal cerrará uno de los dos hornos altos de Gijón (Asturias), los únicos centros de siderurgia integral que quedan en España tras la desaparición de los de Barakaldo (Bizkaia) y Sagunto (Valencia). Estas instalaciones de cabecera “se alimentan” con mineral de hierro y con carbón y su clausura reduce las emisiones de CO2.
El plan de AM pasa por la sustitución de ese horno alto por una acería de arco eléctrico, con lo que en paralelo recortará la actividad del parque de minerales y de carbones de Aboño, asimismo en Asturias y a pocos kilómetros de Gijón. La reordenación también acarreará el cierre de una de las dos plantas de sinterización de Aboño, que abastecen de minerales a los hornos altos.
El proyecto supone una inversión de 1.000 millones de 2021. Un presupuesto que ahora es mayor por la inflación acumulada desde ese año y que depende además de la concesión de unas ayudas de 450 millones por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. Estas subvenciones, en fase de negociación con el Ejecutivo de Madrid, cuentan con la autorización de la CE. Los cierres del Horno Alto A y del Sinter B suponen la primera fase del plan de descarbonización en España de ArcelorMittal, con el que quiere reducir en un 50% sus emisiones de CO2.
AM sigue negociando con los sindicatos el recorte de los 440 empleos. El ajuste, vía Expediente de Regulación de Empleo (ERE), se concentrará en su mayor parte en Gijón y en Aboño. La reordenación contempla la opción de la reubicaciones en otras plantas en España (tiene centros en cinco comunidades autónomas) y las salidas pactadas con trabajadores con edades de 61 y 60 años, sin recurrir a la modalidad del contrato relevo. Porque la sostenibilidad, en este caso, supone una pérdida neta de empleo.
La acería eléctrica, más automatizada y digitalizada que el horno alto, requiere menos operarios. Además de los que se quedan sin actividad por el cierre de la planta de Sinter. Los 450 millones que AM reclama al Gobierno son claves para la inversión en una nueva planta de reducción directa de hierro (DRI) en Gijón, que obtendrá materia prima con la que funcionarán tanto la nueva acería híbrida de la localidad asturiana como la de Sestao (Bizkaia).
Hidrógeno verde
El sistema DRI con el que operará la nueva acería de Gijón estará basado en el hidrógeno verde generado al 100% por energía renovable, sobre todo eólica. Este proceso mantiene el uso de la chatarra como materia prima clave y puede descartar el recurso a la opción del arrabio (hierro fundido) para “alimentar” la instalación. En base a este sistema, la acería del grupo en Sestao (Bizkaia) producirá acero con cero emisiones de carbono. Estos procesos transformarán el modelo de producción de AM en España, donde en 2002 fabricó 4,8 millones de toneladas de acero, el 75,3% a través de sus dos hornos altos y tan solo el 24,7% a través de acerías eléctricas.
Esta siderúrgica sueca también da pasos por la descarbonización. Invertirá 5.000 millones en cerrar cinco hornos altos, para sustituirlos por otras tantas acerías eléctricas.
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