El sector de la fundición supera el impacto de la guerra de Ucrania
Los contendientes concentran el suministro de una materia prima clave para los hornos que ha disparado su precio
El sector de la fundición, integrado en España por más de 200 empresas cuya actividad genera 72.000 puestos de trabajo, ha conseguido superar la crisis derivada de la invasión de Ucrania por Rusia. Ambos países son los principales suministradores de lingotes para los hornos de esta industria. Es una materia prima clave en estos procesos, puesto que para elaborar un kilo de metal fundido hace falta otro kilo de lingote. También existe la opción de sustituirlo por otro kilo de chatarra o por la combinación de medio kilo de cada uno.
Desde el conflicto desatado por Vladimir Putin a principios de 2022, el precio de los lingotes se ha multiplicado por cuatro. Las empresas de forja y de fundición también han tenido en contra la inflación del coste de la electricidad. Es un sector electro intensivo que ha pasado de pagar 46 euros por megavatio / hora durante el periodo 2016-2020 a los 200 euros en 2021. Para llegar a agosto de 2022 a una tarifa máxima de 300 euros. Este noviembre se ha situado en los 93 euros MW / hora. Pocas empresas, cerca del 20%, tienen contratos con las eléctricas de suministro de energía a largo plazo. Y algunos operadores han rescindido unilateralmente estos acuerdos, critica Alzaga.
A esta presión en costes se ha unido la del gas natural que utilizan los hornos, cuyo precio ha subido un 35%. La repercusión de estas subidas a los clientes no ha sido fácil, según Alzaga, y los contratos “se han renegociado poco a poco, y no en su totalidad”.
Marcial Alzaga, director general de la Federación Española de Asociaciones de Fundidores (Feaf), ha destacado la “resiliencia” de un sector que ha conseguido superar las crisis encadenadas de la pandemia, las guerras y la subida de los costes energéticos sin impactos apreciables en el empleo. Con esta tormenta de “cisnes negros”, tan solo han cerrado dos pequeñas empresas del sector, que factura unos 3.000 millones al año y exporta 64,71% de un a producción de unas 975.000 toneladas.
Congreso en Madrid
Alzaga, como responsable de Feaf, organizará junto con Fundigex el Congreso Ibérico de Fundición que se celebrará en Madrid los próximos 30 de noviembre y 1 de diciembre. Reunirá a expertos internacionales, entre ellos representantes de la asociación europea Caef, para analizar los retos de una industria que en la UE está liderada por Alemania. España ocupa el quinto puesto.
El sector, como la mayoría, también tiene un déficit de talento. Faltan ingenieros de materiales y metalúrgicos, dos disciplinas que no suelen atraer a los jóvenes, además de especialistas en mecánica y en ingeniería técnica. La presencia de la mujer en esta industria es escasa. Hace 28 años apenas suponían el 3% de la plantilla total, pero ahora se van incorporando, sobre todo a las áreas de control del medio ambiente y de la seguridad.
Alzaga destaca que cada empleo en fundición genera cuatro puestos de trabajo indirectos. Esta industria está presente en el día a día de las personas. Sus piezas equipan vehículos, trenes electrodomésticos y hasta barcos, en una lista muy extensa de clientes fabriles. Los principales son automoción, que concentra el 60% de las ventas, seguido del ámbito de las válvulas y accesorios con otro 12% y el sector eólico con un 8%. A nivel cotidiano, las manillas de las puertas, las máquinas de afeitar o las cerraduras, por ejemplo, han necesitado de forja y fundición para su elaboración.
Sus exportaciones se limitan a Europa porque los costes logísticos no rentabilizan las operaciones más allá del mercado comunitario. Lo que no impide la entrada de competidores de fuera de la UE, como los chinos, por sus costes de producción más bajos.
Feaf tiene su sede en Bilbao porque casi la mitad de las fundiciones de España están en Euskadi, donde se concentra el 42% del empleo total del sector.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días