Calviño carga contra los “resultados milmillonarios” de las empresas y cree que hay margen para que aporten más

El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, considera que una política de “impuestos a la carta” obliga a las empresas, como Repsol, a buscar localizaciones alternativas.

Madrid -
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital en funciones, Nadia Calviño.Pool PEUE/J. Casares (Pool PEUE / EFE)

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos en funciones, Nadia Calviño, volvió a agitar el avispero en el que se ha convertido esta semana el diálogo entre el Gobierno y los empresarios al asegurar que hay margen para que paguen más impuestos, avalando la propuesta incluida en el programa pactado por PSOE y Sumar de convertir en estructural el impuesto temporal que grava la facturación de las entidades financieras y las empresas energéticas. “Por supuesto que hay margen para que las entidades financieras y energéticas, que están presentando resultados milmillonarios estos días, realicen una mayor aportación fiscal a la que efectúan actualmente”, aseguró en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press.

La vicepresidenta primera respondía de esa manera al ser preguntada por la amenaza lanzada el jueves por Repsol de desinvertir en España si se mantiene el impuesto a las empresas energéticas, tal y como recoge el acuerdo de gobierno entre PSOE y Sumar. “Yo lo que veo es justamente que cada vez son más los países que están poniendo este tipo de impuestos y, por tanto, la tendencia está muy clara. También veo que los inversores internacionales apuestan por España, que estamos atrayendo proyectos estratégicos importantísimos, precisamente porque España es un país que tiene paz social y un entorno favorable a la inversión y también porque tenemos precios de la energía más bajos que los países de nuestro entorno”, señaló. En su opinión, “los resultados milmillonarios” que estamos conociendo estos días de los bancos, de las entidades energéticas, explican y ponen sobre la mesa que es necesario que contribuyan, “pues han de contribuir más quienes más tienen y en este momento quienes están teniendo unos beneficios tan extraordinarios”.

Calviño deslizó que la recaudación fiscal de estos dos impuestos extraordinarios está respondiendo a la previsión del Ministerio de Hacienda. “Es decir, que acertamos cuando pensamos que iba a haber unos beneficios extraordinarios y que era bueno que hubiera una mayor justicia en la financiación de la respuesta al impacto de la guerra”, subrayó. Fue la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la que avanzó el miércoles que el impuesto extraordinario a la banca y las empresas energéticas recaudará este año 2.900 millones de euros.

Por su parte, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se mostró, al igual que en su intervención en la inauguración del XXII Congreso CEDE, muy crítico con “los impuestos a la carta” a las empresas y advirtió de sus consecuencias. “Las empresas tienen el derecho de buscar los espacios adecuados. Cuando las empresas que están globalizadas ven espacios, tienen que ir hacia ellos”, indicó Garamendi, en declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press, en las que alertó de que “cuando hay inseguridad jurídica y hay inestabilidad regulatoria, los directivos, como Josu Jon Imaz, dicen lo que tiene que decir como alto ejecutivo de una compañía”.

“El impuesto extraordinario es pegarse un tiro en el pie”

En el debate sobre la conveniencia de gravar los impuestos caídos del cielo de la banca también terció el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, al afirmar esta mañana que “no se están produciendo” unos resultados “extraordinarios” en el sector bancario. “El impuesto extraordinario al sector es pegarse un tiro en el pie”. Así lo aseguró en la presentación de resultados de la entidad bancaria entre enero y septiembre, periodo en el que obtuvo un beneficio neto de 3.659 millones de euros entre enero y septiembre de este año, lo que representó un incremento del 48,2% frente a los 2.469 millones del mismoo periodo del ejercicio anterior.

Antonio Huertas, presidente de Mapfre, también aprovechó la presentación de resultados del tercer trimestre para solicitar al futuro Gobierno practicar unas políticas “pro-empresa” en contraposición a la propuesta de PSOE y Sumar de reducir la jornada laboral hasta las 37,5 horas. “Lo que necesita España es recuperar la productividad. España está perdiendo productividad cada año y España lo que necesita es recuperar esa productividad, bien no reduciendo las horas, bien haciendo que las empresas se tecnifiquen, se digitalicen más y podamos acceder a mercados a productos y a distribuciones más abiertas. Todo lo que sea crear más espacios cerrados para las empresas, más regulación, no es adecuado”, aseguró.


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