El comercio ilícito de cigarrillos en España cae a su nivel más bajo desde 2014
Altadis alerta del crecimiento de las falsificaciones y del aumento de las fábricas ilegales de picadura
El consumo de cigarrillos de origen ilícito en España, es decir, aquellos que no son adquiridos en los estancos del país, representaban el 4,7% del total del mercado al cierre del segundo trimestre de este año, el porcentaje más bajo desde el mismo periodo de 2014, según el informe Encuesta de Paquetes Vacíos que elabora Ipsos y cuyos resultados ha analizado Altadis.
Ese porcentaje es casi dos puntos inferior al del segundo trimestre del año pasado, y la mitad que el del mismo periodo de 2021. El consumo ilícito acumula cuatro semestres a la baja, según los datos del informe presentado este martes. “La tendencia clara es que se está reduciendo el comercio de cigarrillos ilícitos. Se ha reducido más de la mitad en menos de 10 años”, ha explicado la directora de asuntos legales y corporativos de Altadis, Rocío Ingelmo.
Esta atribuye la tendencia a la baja a dos factores. El primero, una subida poco agresiva de los precios de las cajetillas en los últimos años, a diferencia de las medidas tomadas, por ejemplo, en Francia, donde estas han alcanzado un precio de 10 euros. “Allí la incidencia del comercio ilícito supera el 25%. Ha demostrado cómo las políticas agresivas contra el tabaco se traducen en estos efectos. No hay nada que tenga más correlación que el precio y el comercio ilícito”, ha explicado Ingelmo. El segundo factor, la situación económica y las tasas de empleo, muy ligadas a este fenómeno. “Estamos en una buena situación respecto a otros países. Si comparamos, el precio legal es más asequible”, ha analizado Ingelmo. La última subida de los impuestos especiales al tabaco en España fue en 2016. En el último año y medio, las principales tabaqueras sí han acometido subidas de precios en las cajetillas ligadas a la situación inflacionaria. Jerez (31%), Algeciras (24%) y Córdoba (18%), son las ciudades con mayor incidencia del consumo ilícito, aunque en los tres casos a la baja.
Pese a los buenos niveles de consumo ilícito, Altadis alerta de dos tendencias: el peso creciente de las falsificaciones dentro de ese comercio ilícito, y la proliferación de fábricas ilegales dedicadas a la picadura de liar. Sobre el primer punto, las falsificaciones han pasado de representar el 0,9% del mercado al 1,2% en el último año.
Sobre el segundo, Altadis cifra en 15 el número de fábricas desmanteladas en los primeros seis meses del año, solo cuatro menos que en todo 2022. De ellas, ocho estaban dedicadas a la picadura de liar. “Hay un fenómeno de detección pero también de proliferación”, ha analizado Ingelmo. Hasta junio se habían incautado 157 tonleadas de picadura ilícita en España, un 34% más que un año antes.
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