Grifols cambia su política de remuneraciones para poder pedir la devolución de los ‘bonus’

La nueva política se aplicará en caso de que la farmacéutica reformule sus cuentas; el valor cae un 2,61% en Bolsa

Edificio de la compañía en Barcelona.ALBERT GEA (REUTERS)

El consejo de administración de la farmacéutica Grifols ha modificado la política de remuneraciones para su alta dirección para introducir mecanismos de recuperación de remuneraciones erróneamente otorgadas a los Ejecutivos de Grifols, también llamados clawback. Según ha indicado la empresa en una comunicación a la CNMV, la decisión obedece a las recomendaciones del Código de Buen Gobierno y las normas de cotización del Nasdaq Stock Market.

Según los nuevos criterios, la empresa podrá exigir la devolución de las remuneraciones a los ejecutivos de la firma, definiendo como tales a “presidente, director financiero, director contable de la Sociedad, cualquier vicepresidente responsable de una área de negocio, división o unidad (como ventas, administración o finanzas) o cualquier ejecutivo que se ocupe de la elaboración de las políticas”. La política cubre a la empresa ante una eventual reformulación de cuentas, en cuyo caso determinará si la remuneración que debería haber recibido la dirección se corresponde con la que habría recibido con las cuentas reformuladas.

En el caso de las remuneraciones ligadas al precio de la acción, “la Comisión [de nombramientos y retribuciones] determinará el importe a recuperar o que debe ser devuelto basándose en una estimación razonable del impacto de la reformulación contable sobre la cotización de las acciones de la Sociedad o la rentabilidad total para los accionistas”. Una vez determinadas las cantidades recibidas erróneamente, la empresa tomará las medidas para exigir la devolución de los pagos realizados de forma indebida.

La nueva política entra en vigor con efectos del 2 de octubre, indica la empresa, y prevalecerá sobre normativas de remuneraciones anteriores: “En caso de cualquier discrepancia entre esta Política y las Normas Internas sobre Remuneraciones, esta Política prevalecerá en la medida que establezca o amplíe la obligación de la Sociedad de realizar la recuperación (clawback) de las remuneraciones de los ejecutivos”.

La Bolsa ha recibido la noticia con caídas de más del 3% en los primeros compases de negociación, el mayor castigo del Ibex en una sesión, de todos modos, bajista para el conjunto del mercado. A cierre del parqué, la caída se quedó en el 2,61%. El cambio de mecanismo de remuneraciones llega después de una tormentosa etapa para la empresa, muy castigada por la pandemia y por su elevada deuda: cotizaba a 34 euros antes de la pandemia y ahora ronda los 10. La firma recibió en 2021 una inyección de 840 millones del fondo soberano de Singapur, que entró en el capital de su filial de plasma en EE UU. En 2022 la empresa buscó socios para reforzar su capital, plan que finalmente abandonó para optar por ahorros de costes. En febrero de 2023, Grifols anunció un plan de ahorro por 400 millones, así como de mejoras operativas para aumentar su competitividad, reducir costes y mejorar la eficiencia y eficacia organizativa, en el que se anunciaron despidos de 2.300 empleados, la mayor parte en EE UU.

En paralelo se han sucedido los cambios en el equipo gestor. Vïctor Grifols, presidente de la empresa desde 2001, dejó el puesto en 2022 para nombrar a Steven Mayer, consejero de la empresa desde 2011. Mayer, no obstante, apenas estuvo cuatro meses en el cargo, abandonando en febrero de este año por motivos personales. La empresa nombró a Thomas Glanzmann, también consejero de la empresa. Poco después, en mayo de este mismo año, Glanzmann asumió el cargo de consejero delegado que ocupaban hasta este momento dos miembros de la familia: Víctor Grifols Deu, y Raimon Grifols.

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