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Genoveva Ramón-Borja (MUFG): Una guía española a la que acuden las empresas de toda Europa

Vaticina una profunda transformación del sector en los próximos años, en los que la cultura del esfuerzo juega un papel clave

Leandro Hernández
Genoveva Ramón-Borja, directora general de MUFG Bank Europe
Genoveva Ramón-Borja, directora general de MUFG Bank EuropeJuan Lazaro

La cultura del esfuerzo, o ganbaru en idioma local, es un componente central de la esencia japonesa. Aunque no existe una traducción precisa al español, refleja la importancia de hacer hasta lo imposible y sobrellevar con calma las vicisitudes de la vida personal y profesional. Genoveva Ramón-Borja (Alicante, 1973), pese a haber nacido en la Comunidad Valenciana, da vida a esta filosofía oriental a lo largo de sus 30 años en banca de inversión, que le ha llevado a liderar desde el año pasado el equipo de banca corporativa del gigante japonés Mitsubishi UFJ Financial Group (MUFG) en Europa, entidad de la que es parte desde 2018 tras 23 años en BNP Paribas.

La mentalidad del ganbaru tiene tres componentes claves. El primero, el más importante, es la insistencia. La perseverancia es una de las claves para Ramón-Borja, quien, desde su llegada al banco japonés, se dedicó a revisar las políticas internas con el fin de recuperar el interés por el sur de Europa. “Era importante insistir en los cambios regulatorios locales y así incorporar productos en los que no éramos tan activos, como project finance”, apunta. Tras dos años de una nueva estrategia que supuso un relanzamiento de este mecanismo de financiación, se han cerrado 12 operaciones de este tipo en España, que se duplican al incorporar los proyectos de clientes españoles en otros países.

Pero no se trata solo de insistir, sino de una forma de trabajo constante y paciente. “Soy parte de un banco de clientes, no una entidad de deals. Cuando entramos en una operación con un cliente es porque confiamos en tener una relación muy a largo plazo”, afirma. Es este trabajo el que más le gusta, con un espíritu emprendedor que viene de familia y que le permite acompañar a las grandes empresas a través de la red global que la banca japonesa dispone.

El acompañamiento es el componente diferencial para las empresas con las que trabaja en toda Europa. “No hay muchos bancos que tengan esta presencia mundial para acompañar a las empresas españolas donde quieran ir”, comenta. Esta paciencia implica acompañar a las firmas no solo en el mercado local, sino también en sus proyectos en el exterior, así como ayudar a empresas extranjeras, entre ellas japonesas, a instalarse en la Península Ibérica. “Llevamos 50 años en España apoyando a nuestros clientes donde nos necesiten, dentro o fuera de las fronteras”. Entre los nombres destacados aparecen Naturgy, Ferrovial, Acciona o la lusa Finerge, en operaciones tanto locales como en otras regiones. A esto se suman las operaciones con fondos de inversión en infraestructuras que buscan entrar a Europa. La perseverancia de estos vínculos ha permitido introducir nuevos productos como leverage finance, donde la intención es pasar de ser un actor minoritario y empezar a liderar las operaciones.

Esta forma de trabajo solo es posible con una clave: la claridad de objetivos. Ramón-Borja lo ilustra con las operaciones de renta fija y las emisiones de estos títulos. “Mientras que otros bancos miran muchos clientes y muchos productos, nosotros tenemos un foco muy específico en investment grade y operaciones de capital híbrido”, ejemplifica.

La tercera clave es permanecer y volver a las raíces, donde sea que estén. Cuidarlas es importante, reconoce, y resalta el hecho de “volver a casa” y aprovechar los pocos momentos de desconexión total. “El trabajo te tiene que gustar”, sugiere.

El legado del lugar donde trabaja también importa. Pertenecer a un banco con 360 años de historia “es un orgullo”, admite, pero le agrega un toque personal: los aprendizajes que pueden traer el cambio y el dinamismo. Es el reflejo también de lo hecho por la entidad, que es el resultado de una serie de fusiones producidas entre 1996 y 2006. Esta misma necesidad de movimiento, desarrollo y crecimiento fue la que la impulsó a dar el salto tras 23 años en BNP Paribas en búsqueda de un nuevo proyecto de crecimiento con más responsabilidades gerenciales.

Y la diversidad es un distintivo clave que Ramón-Borja trae de forma constante: “Es un banco que permite ir a buscar el talento donde esté. Así hay una española llevando todos los equipos europeos desde Madrid”. Este atributo ve que también va avanzando en todo el sector, con una representación cada vez mayor de mujeres tanto del lado de los clientes como en la banca.

Los académicos aseguran que la filosofía japonesa del esfuerzo tiene su origen, en parte, en la cosecha de arroz y los periodos de trabajo intensivo que requiere. Desde Madrid, Ramón-Borja controla los equipos en Holanda, Alemania e Italia en lo que define como un “momento de transformación” del sector financiero en el que se precisa de un aprendizaje constante entre equipos, gestión de las diferentes culturas y un entendimiento de lo que demandan los clientes en cada geografía.

Los críticos señalan que, muchas veces, la cultura del esfuerzo puede suponer resultados negativos y un exceso de trabajo. En estas tres décadas en el mundo de la banca de inversión, resalta que el apoyo familiar y la confianza son elementos centrales para que el éxito vaya más allá de lo profesional. En su caso, la educación y la independencia de sus tres hijos son una muestra más de los beneficios del ganbaru.

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Sobre la firma

Leandro Hernández
Periodista económico. Interesado en entender más de criptoactivos, transformación digital y energía. Se incorporó a este periódico en 2022 después de haber trabajado en diferentes países de América Latina y en Estados Unidos. Estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Torcuato Di Tella (Argentina), y el Máster de Periodismo UAM-El País.

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