La banca española bate a la europea en eficiencia pese al aumento de gastos

La mejora se produce después de que las entidades acometieran ERE y cierres masivos de oficinas tras la pandemia

Carlos Cortinas Cano

La banca española bate a la europea en eficiencia. Las seis entidades nacionales cotizadas (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Unicaja y Bankinter) han situado la ratio de eficiencia por debajo del 50% al cierre de la primera mitad del año, un nivel que los expertos consideran saludable y que mejora ampliamente a los principales bancos europeos.

La eficiencia es uno de los indicadores que más atención vienen prestando en los últimos años los supervisores bancarios junto con el capital y la rentabilidad. Una entidad es eficiente cuando consume menos recursos para producir ingresos. Por ello, el objetivo es situar la ratio por debajo del 50%, una cifra a partir de la que los analistas consideran que los bancos comienzan a ser eficientes porque quiere decir que debe gastar 49 euros para generar 100.

En concreto, Bankinter es la entidad española con la mejor ratio de eficiencia, con el 35,4%. El banco liderado por María Dolores Dancausa se sitúa habitualmente en la parte alta de la clasificación de las entidades europeas en rentabilidad y capital y en este caso supera holgadamente al resto de bancos de la Unión Europea. En el último año, ha rebajado nueve puntos porcentuales este indicador gracias al aumento de ingresos por las subidas de tipos de interés.

Le sigue BBVA con una ratio del 42%. El banco pilotado por Carlos Torres Vila ha disparado el negocio durante los últimos trimestres gracias al tirón en España y México, logrando la cifra de ingresos más alta de su historia, lo que le ha permitido mejorar la eficiencia. Desde junio de 2022 ha rebajado la cifra en dos puntos porcentuales.

Sabadell también ha mejorado sustancialmente su eficiencia en el último año. A cierre del segundo trimestre finalizó con una ratio del 42,4% frente al 46,9% de hace un año. La entidad liderada por César González-Bueno viene mejorando recurrentemente sus indicadores financieros, especialmente los ingresos, y ha actualizado al alza sus guías en varias ocasiones a lo largo del último año.

Santander se sitúa en un nivel similar, con una ratio del 44,3% después de rebajar la eficiencia en 1,7 puntos porcentuales desde junio de 2022. La entidad presidida por Ana Botín mantiene uno de los niveles de rentabilidad más altos de la banca europea y también ha logrado situar su eficiencia por debajo del 50% en el último año.

La mejora de CaixaBank es más llamativa. Una vez digerida la integración de Bankia y con el impulso que han supuesto las subidas de tipos de interés en sus márgenes, el banco liderado por Gonzalo Gortázar ha rebajado su ratio de eficiencia en 11,6% en el último año hasta situarla en el 46%.

En la misma línea, Unicaja ha bajado durante el último año de esa marca del 50% en el que un banco comienza a ser eficiente. La entidad andaluza ha pasado de una ratio de del 52,4% en junio de 2022 al 47,9% actual. Se trata de una mejora de 4,5 puntos porcentuales, aunque en su caso no incluye el pago del impuesto temporal a la banca.

En cualquier caso, las entidades españolas superan ampliamente a las principales entidades europeas en eficiencia. Las neerlandesas ING (54,4%) y ABN Amro (51,1%) rebasan ligeramente la barrera del 50%. Los bancos franceses sitúan su eficiencia por encima del 60%: Crédit Agricole cerró junio en el 57,9%, BNP Paribas en el 60,6%, y Société Générale en el 65,8%.

Y las dos principales entidades alemanas, se encuentran en un escalón aún superior. Commerzbank en el 61,5% y Deutsche Bank en el 75,6%. Se trata de ratios muy elevadas que prácticamente duplican a las de las entidades españolas.

Ajuste de costes

Esta mejora de la eficiencia se ha producido después de que los bancos acometieran de manera generaliza planes de ahorro de costes tras la pandemia del Covid-19. Aunque durante el primer impacto de la crisis sanitaria las entidades se comprometieron a mantener las plantillas y la red de oficinas, posteriormente acometieron ERE masivos que vinieron acompañados de cierre de sucursales para ahorrar gastos. Según los datos del Banco Central Europeo (BCE) en 2020 hubo cerca de 19.000 despidos en la banca española, la cifra más alta registrada por el sector.

En ese momento el sector se enfrentaba a un contexto de bajos tipos de interés que dificultaba la generación de ingresos y había llevado a hundir los niveles de rentabilidad y de eficiencia. Y dado que los bancos no podían producir más ingresos, buscaban reducir los costes.

No obstante, se da la circunstancia de que a pesar del ahorro que deberían provocar esos planes de eficiencia, las entidades han elevado los gastos debido al contexto generalizado de inflación. También por los acuerdos laborales alcanzados para compensar a las plantillas con aumentos salariales por la crisis de altos precios.

Al cierre del primer semestre de 2023, los seis bancos cotizados habían aumentado en conjunto un 10% los gastos respecto al mismo periodo de 2022, hasta los 23.670 millones, pese a contar con menos oficinas. BBVA fue la entidad más impactada por la crisis de altos precios generalizada, especialmente en su negocio turco, y elevó un 18% sus costes. Por el lado contrario, Unicaja fue el único banco que redujo su factura de gastos de administración, en parte beneficiada por las sinergias tras integrar el negocio de Liberbank. En los últimos 12 meses las entidades han recortado en conjunto un 4% su red de oficinas (809 sucursales) a nivel global.

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