El chorizo español impulsa la exportación de embutido curado a la UE
El sector prevé elevar de nuevo las ventas al exterior, un 10%, este año; Deloitte aboga por la innovación para robustecer el modelo ante los retos del futuro
El chorizo español es un valor al alza, y cada vez más en Europa. Según el Consorcio del Chorizo Español, asociación que agrupa a 20 compañías del sector cárnico, algunas con hasta 140 años de tradición, el país exportó 79.6 millones de kilos de embutido curado durante 2022, de entre los cuales, alrededor del 70% corresponde a chorizo. Es una cifra récord que representa una subida del 9% con respecto a los números de exportación del sector recogidos en 2021.
Alejandro Álvarez-Canal Estrada, director gerente del Consorcio, aseguró en una entrevista con Cinco Días que el éxito se debe a “la capacidad de las empresas exportadoras, que están consiguiendo elaborar un producto de mayor calidad, poniendo en valor la denominación de origen”. Tanto es así, añadió, que las exportaciones de embutido curado español “han aumentado un 10,7% durante el primer trimestre de 2023 respecto a la cifra total agregada en 2022″, y para el resto del año se espera, “al menos empatar, aunque los datos son para ser optimista”.
Impulsado por el chorizo, el sector cárnico español ha superado su récord de exportaciones de embutido curado por décimo año consecutivo desde que, en 2012, enviase al exterior 38,5 millones de kilos. Francia y Reino Unido se han mantenido durante este periodo como los dos compradores más fieles, mientras que Bélgica, en detrimento de Alemania, se ha establecido como tercer mercado más potente en Europa, tras haber aumentado su demanda un 90% durante el pasado año, dado su “carácter reexportador”.
El continuo crecimiento del sector ha elevado la facturación por exportaciones de embutido curado hasta los 548 millones de euros en 2022, una cifra que se sitúa muy por encima de los 480 millones registrados el año anterior, o los 226 millones recaudados en 2012. España se ha asentado ya como cuarto país de Europa y sexto del mundo que más volumen de embutido curado exporta, con presencia en 112 países.
Paradójicamente, también los precios entre los que se mueve el país para vender su embutido han crecido durante los últimos años. En 2021, el precio medio del embutido curado español exportado al extranjero estaba en torno a 6,50 euros el kilo y en 2022 ya se ubicó en 6,88. Los datos del consorcio indican que durante el primer trimestre de 2023. la media de precios ha crecido hasta situarse en 7,29 euros por kilo de embutido curado, con un pico que alcanza los 8,12 euros de media en Dinamarca, y una tendencia de seguir creciendo, algo que, según señala Álvarez-Canal Estrada, “no está ayudando”.
Deloitte y los retos del sector
La consultora Deloitte acaba de elaborar a través de Monitor Deloitte el informe Future of Food: Proteína animal, retos y oportunidades para el sector cárnico español, que analiza la relevancia de la industria nacional y sus desafíos. Pedro Rodrigo, socio responsable de la iniciativa Future of Food de Deloitte, recalca que “el sector cárnico español, referente productor en Europa, deberá transformarse para robustecer su modelo exportador y de innovación a futuro ante los retos a los que se enfrenta, como el aumento de la exigencia regulatoria, el alto nivel de competitividad o el descenso del consumo a nivel nacional”.
Deloitte plantea siete palancas para guiar la transformación del sector, poniendo el foco en la reputación, la estructura de la cadena de valor (fomentando la integración vertical), la inversión e innovación y la mayor presencia en mercados de valor en el exterior (menor dependencia de China).
También, entre ellas se encuentra impulsar la economía circular a través del aprovechamiento de subproductos y residuos del proceso productivo. Del mismo modo, Monitor Deloitte considera necesario consolidarse como referente en bioseguridad mediante el refuerzo de medidas preventivas y el impulso de acuerdos de regionalización con mercados de destino clave.
La consultora recalca que el consumo de proteínas animales continuará creciendo en los próximos años, aunque a un menor ritmo que el experimentado hasta ahora, fundamentalmente por el impulso del aumento de la demanda en Asia, Latinoamérica y África, en contraste con el estancamiento que se espera en Europa.
En tales circunstancias, cobra relevancia “el desarrollo de la innovación y de la I+D para desarrollar productos y soluciones adaptadas al consumidor de hoy y de mañana”, según explica Miguel Sabater, senior manager de Monitor Deloitte y co-responsable de la citada iniciativa Future of Food.
Concentración progresiva
Por otro lado, el sector cárnico nacional está experimentando un proceso de concentración. España ha pasado de tener 4.416 empresas productoras de carne en 2008, a 3.554 censadas en 2021. La unión entre empresas, así como la absorción de algunas por parte de compañías más grandes, ha supuesto una inyección financiera que, como resultado, ha dado lugar a que el número de empresas exportadoras se haya elevado desde las 482 en 2018 hasta las 560 en 2022.
De igual manera, la industria cárnica mantiene el liderato del sector agroalimentario español, alcanzando 34.000 millones de euros en 2022, con una configuración en la que prima el sector porcino, que supone un 63% de la facturación. El futuro, por tanto es prometedor, pero no exento de retos a tener en cuenta por el sector.
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