El presidente de Tubos Reunidos dimite para trabajar en el mundo anglosajón
Carlos López de las Heras asume el liderazgo de la gestión
Tubos Reunidos (TR) busca su quinto presidente en seis años, después de que el actual, Francisco Irazusta, comunicara oficialmente esta semana su intención de dejar el cargo. Tras un trienio en el puesto y apenas quince días después de la junta de accionistas celebrada en Bilbao en junio pasado. Su dimisión voluntaria se produce por motivos profesionales, ya que se trasladará, con su familia, a trabajar en el extranjero tras fichar por una corporación, probablemente del mundo anglosajón y cuya identidad no se ha desvelado.
En la carta remitida al consejo de administración de TR, Irazusta (San Sebastián, 1964) comenta que “he recibido una propuesta de desarrollo personal y profesional de ámbito internacional fuera de España muy importante para mí y para mi familia. Hemos decidido emprender una nueva aventura”.
De forma interina, el vicepresidente Emilio Ybarra Aznar ocupará la presidencia hasta que se elija al sucesor de Irazusta. Otro consejero, en este caso Jorge Gabiola, desempeñó esta función por la dimisión en su día de Guillermo Ulacia, enfrentado con los sindicatos por un ajuste de plantilla. En abril de 2020, Gabiola le pasó el testigo a Irazusta.
Desde Miami
Este ingeniero guipuzcoano ha desarrollado gran parte de su carrera profesional en el extranjero. En concreto en Estados Unidos y en Nueva Zelanda. De hecho, cuando se incorporó a TR, de forma efectiva a finales de 2020, estaba trabajando en el país norteamericano, en concreto en Miami. Ahora pudiera retornar a Oceanía, igual en Australia, según fuentes de la industria.
El consejo de Tubos Reunidos ha decidido separar las funciones del presidente, que a partir de ahora pasa a ser no ejecutivo, para concentrar la gestión en un ejecutivo, en este caso Carlos López de las Heras, actual director general y con una trayectoria de más de una década en la siderúrgica alavesa. La salida de Irazusta pudiera desencadenar la de otros ejecutivos que entraron con él en TR, según las mismas fuentes.
Durante la etapa de Irazusta, TR logró un rescate de la SEPI de 112,8 millones que ayudó a estabilizar un balance deteriorado por siete años consecutivos de pérdidas. La subida de los precios del gas y del petróleo impulsó la reapertura de pozos de extracción en todo el mundo y por tanto disparó las ventas de tubos sin soldadura que se utilizan en estas explotaciones.
Paradójicamente, la invasión de Ucrania ha sido positiva para TR, porque Europa ha recortado las importaciones de gas ruso y ha colocado a Estados Unidos como el principal exportador a la UE de esta materia prima. Además, el grupo vasco obtiene el 53% de sus ingresos en ese país, donde tiene una planta en Houston para el proceso de acabado de tubos. Duplicará su capacidad, hasta las 75.000 toneladas, con una inversión este año de 7,33 millones. Tendrá acceso a las ayudas del plan IRA que la Casa Blanca adjudica a los proyectos industriales
El presidente norteamericano Joe Biden quitó el arancel del 25% a las importaciones de tubos que impuso su antecesor Donald Trump y que lastró las ventas de TR. Y el citado rescate de 113 millones ha financiado un ajuste en la empresa que ha evitado los despidos y el conflicto laboral.
Con este “viento de cola”, como dicen los tuberos, TR ganó 43,5 millones netos en 2022. Y en los cinco primeros meses de este año ha logrado beneficios de 50 millones, aunque para la segunda parte de este ejercicio se prevé una caída de la demanda que ha llevado a la compañía a solicitar un ERTE de seis meses para los 850 trabajadores de Amurrio (Álava).
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