El Tribunal de la UE falla a favor de Bruselas por el veto a la fusión de O2 y Three: vuelven las dudas sobre la consolidación

La corte devuelve a primera instancia el litigio sobre esta operación, que se bloqueó en 2016. El sector está pendiente del litigio por su influencia en el proceso de consolidación de las telecos

Tribunal de Justicia Europeo.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha anulado la sentencia sobre el veto en 2016 de la Comisión Europea a la fusión de O2, filial de Telefónica en Reino Unido, y Hutchison Three, y ha decidido devolver el litigio a la corte de primera instancia, el Tribunal General, que deberá pronunciarse, de nuevo, sobre la legalidad de la prohibición a esa fusión.

El litigio ha sido muy seguido por las operadoras europeas, ante su posible influencia en la Comisión Europea a la hora de autorizar fusiones en el sector. Y es que, ahora, con esta resolución vuelven las incógnitas sobre qué posición adoptarán las autoridades comunitarias sobre el proceso de consolidación. Uno de los próximos pronunciamientos es el referido a la fusión de Orange y MásMóvil en España.

La cuestión viene de lejos. En 2016, y cambiando la doctrina comunitaria previa, Bruselas decidió bloquear la citada fusión de O2 y Three porque suponía una reducción del número de operadores de red móvil en Reino Unido, de cuatro a tres, y podía afectar a la competencia en el mercado británico, lo que podía provocar una subida de los precios. Pocas semanas después, los británicos votaron a favor de salir de la UE.

La decisión fue un varapalo para el grupo español, porque la fusión de O2 y Three era de suma importancia para sus planes de reducción de deuda. En 2020, no obstante, Telefónica alcanzó un acuerdo con Liberty Global para fusionar O2 y Virgin Media, transacción que se cerró en junio de 2021, mientras que Hutchison acaba de acordar la fusión de su filial británica con Vodafone.

Tras la decisión de la CE, Hutchison decidió recurrir ante el Tribunal General de la UE que, en mayo de 2020, se pronunció contra Bruselas. Posteriormente, la CE decidió apelar al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que se ha pronunciado este jueves. Con una resolución a favor de Hutchison se habría establecido una doctrina jurídica más favorable a las posibles fusiones.

En su resolución publicada este jueves, la alta magistratura comunitaria apunta distintos errores legales en la primera sentencia. Así, entre otros, señala que el Tribunal General aplicó un estándar de prueba que no sigue del Reglamento de Fusiones. Además, explica que primera instancia erró en cómo dicha normativa debe ser interpretada.

En su sentencia, afirma que el Tribunal General desvirtuó la resolución controvertida al considerar que de esa decisión se desprendía que la Comisión Europea opinaba que la eliminación de un “fuerza competitiva importante” o la cercanía de la competencia entre Three y O2 sería suficiente, en sí mismos, para demostrar la existencia de un impedimento significativo para la competencia efectiva.

El alto tribunal afirma que la primera sentencia se equivocó al comparar la fusión con otros procedimientos de concentración examinados por la propia Comisión. Además, considera que no se ha llevado a cabo una apreciación del conjunto de los factores adecuados para comprobar si la Comisión había demostrado la existencia de un obstáculo significativo para la competencia efectiva.

Fuentes jurídicas señalan que el Tribunal de Justicia ha declarado que existen dos errores de derecho sobre cómo aplica el Reglamento de Concentraciones el Tribunal de Primera Instancia. La Comisión tiene un Reglamento que puede aplicar sobre el análisis de cualquier operación de concertación que le deja amplias herramientas de control para paralizarla o para pedir compensaciones. Y ese Reglamento no exige esas restricciones que decía el Tribunal de Primera Instancia.

En la práctica, supone comenzar otra vez la revisión judicial de la fusión de O2 y Hutchison, pero con las pautas indicadas en la sentencia del alto Tribunal. Según estas fuentes, con esos nuevos parámetros, el Tribunal General lo tendrá casi imposible para fundamentar en nueva sentencia que la Comisión Europea no siguió lo que marca el Reglamento de Concentraciones.

Impacto

Según Moody’s, la sentencia es negativa para el sector en términos crediticios porque sugiere que no habrá cambios en la visión de la CE sobre las fusiones en el sector. La agencia cree que, si no hay cambio en la regulación, la industria permanecerá fragmentada, con una intensa competencia.

“La falta de consolidación ha sido una de las razones de la fuerte competencia y de la ralentización del crecimiento”, dice Moody’s, que recuerda que la fusión entre Orange y MásMóvil será el próximo test para la CE.

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