El Tribunal de la UE falla contra Bruselas por vetar la venta de la filial británica de Telefónica a Hutchison
La sentencia puede abrir un escenario de más fusiones y acuerdos entre operadoras en Europa Resuelve el caso en favor del grupo asiático
Sacudida judicial a la Comisión Europea. El Tribunal General de la Unión Europea (UE) ha anulado la decisión de las autoridades de la competencia comunitarias de la primavera de 2016 en la que se prohibió a Telefónica la venta de su filial en Reino Unido, O2, al grupo asiático Hutchison.
El bloqueo, que llegó pocas semanas antes del referéndum del brexit, supuso un varapalo para la operadora española, puesto que frenaba una operación, valorada en cerca de 13.000 millones de euros, fundamental para sus planes de reducción de deuda. De hecho, obligó a la dirección que encabezaba José María Álvarez-Pallete, que acababa de llegar a la presidencia, a cambiar toda la estrategia.
La Comisión Europea justificó su decisión en que la transacción iba a suponer la fusión de dos operadores móviles de red en Reino Unido, O2 y Three, filial de Hutchison, pasando el número total de cuatro a tres telecos con infraestructuras móviles, una situación que afectaría a la competencia, y por lo tanto generaría un aumento de los precios, penalizando a los clientes británicos.
Con esta decisión, además, Bruselas cambiaba su propia doctrina, puesto que la anterior Comisión Europea sí había permitido la fusión de operadores móviles de red en países como Irlanda y Alemania, en sendas operaciones en las que también estuvo inmersa Telefónica (la venta de O2 Irlanda a Hutchison, por un lado, y la compra de E-Plus en Alemania, por otro).
En aquel escenario, Hutchison decidió recurrir la decisión a los tribunales europeos. Con la adquisición de O2, su filial habría pasado a convertirse en la mayor operadora de móviles de Reino Unido. Telefónica decidió no recurrir, y al ser la aprobación de competencia uno de los requisitos para cerrar el acuerdo, y no obtenerse, el contrato entre ambas empresas se disolvió.
La resolución judicial publicada hoy señala que los efectos de la operación de O2 y Hutchison sobre los precios y la calidad de los servicios a los usuarios no han quedado demostrados conforme a derecho. Y afirma que Bruselas no ha demostrado que los efectos de la compra sobre los acuerdos para compartir redes móviles en el Reino Unido hubieran constituido un obstáculo para una competencia efectiva.
En principio, la sentencia que se ha conocido hoy ya no tendrá efectos prácticos sobre el mercado. Telefónica ha seguido adelante con sus planes. En la actualidad, la teleco española está inmersa en un proceso de fusión de O2 con Virgin Media, división británica de Liberty Global, para crear un gigante en el sector.
Eso sí, la sentencia es un duro golpe para la vicepresidenta de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, persona clave en 2016 para la decisión que entonces tomaron las autoridades comunitarias.
Para el conjunto de la industria, la sentencia podría empezar a impulsar un cambio en el actual escenario regulatorio en Bruselas, que en estos años ha frenado el proceso de consolidación, y facilitar las fusiones y los acuerdos para compartir redes entre telecos, ante nuevos escenarios de fuerte inversión, como va a suponer el despliegue del móvil 5G.
Por ejemplo, una de las operaciones que Bruselas podría tener que decidir será la citada fusión entre O2 y Virgin Media. No obstante, la Comisión Europea podría optar por ceder el estudio del proceso a las autoridades británicas de la competencia. En la presentación del acuerdo, Telefónica indicó que tiene intención de comunicar la operación a la Comisión Europea, añadiendo que espera que pueda ser referida a las autoridades de la competencia británicas. Estas autorizaron en 2015, sin apenas condiciones, la compra de Everything Everywhere, por parte de BT, una transacción similar a la puesta en marcha ahora por Telefónica y Liberty.
La sentencia publicada hoy, no obstante, todavía no es definitiva. La Comisión Europea tiene la posibilidad de recurrir la resolución ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Hutchison
En un duro comunicado, Hutchison señala que, tras la sentencia, la Comisión Europea deberá fundamentalmente revisar su aproximación a las revisiones sobre fusiones en un sector clave como las telecomunicaciones.
El grupo asíatico señala que en la revisión de la compra de O2, la actuación de Bruselas estuvo guiada por una visión errónea de los mercados de telecomunicaciones en Europa. Hutchison cree que la Comisión Europea actuó como un freno en la consolidación del sector, lo que hubiera singnificado un aumento de la innovación y de las inversiones en redes.
Para la compañía, hay una evidencia clara de que el éxito en la consolidación del mercado en Europa y otros mercado, implica la obtención de eficiencias significativas en términos de aumento de la inversión, mejora de las redes y beneficios para los consumidores.